
Para el corto plazo, sí puede decirse que pese a la coincidencia en cada banda de dos teóricos laterales en el once del Barça B, en el campo del Cornellà los de Jordi Roger le generaron muchos problemas por fuera. Tuvo que ver, sobretodo, con las dificultades que inicialmente encontraron los visitantes para hacer descansar la circulación en campo rival, y cómo de esto se derivaba una posición indefinida tanto de Palencia como de Quintillà cuando los azulgranas tenían el balón. Así, quedaban fuera de posición tanto en ataque como en defensa. El Barça B empezaba a construir con Samper entre centrales y los laterales proyectados, pero las limitaciones para conquistar el siguiente escalón y el vacío en una mediapunta a la que ni centrocampistas ni delanteros acudieron a recibir, le hacían perder el balón cuando y donde no le interesaba. La intensidad local, aliada con las dimensiones y la superficie del terreno de juego, volcaron inicialmente el encuentro a favor de la UE, que atacaba directa y profunda a una zaga situada para dar inicio al juego más que para protegerse. Palencia y Quintillà, que se habían despegado de los centrales para subir a la siguiente línea, quedaban lejos para recibir o ofrecer la ayuda a Robert Costa y Rodrigo Tarin.
Esto hizo al Barça B sufrir tanto en los duelos en banda como en el juego directo de su rival. En lo primero, los laterales culés se enfrentaron al aclarado en unos mano a mano en los que sobresalió especialmente Fran Piera, sin la cobertura del central que esperaba a varios metros. La distancia entre los defensores de cada uno de los dos perfiles también pesó a la hora de defender los intentos del punta de bajar el servicio en largo. Éste, ante el vacío en banda generado a la espalda del lateral adelantado, ladeaba su posición para recibirlo más o menos escorado, sacar de la frontal del área a uno de los dos centrales y así alejarlo del otro. De nuevo una situación de uno contra uno que hasta bien entrado el primer tiempo desniveló de forma evidente la balanza a favor del Cornellà. A medida que el fuelle de los locales fue menguando y aumentó el número de intervenciones de Grimaldo y la medular blaugrana, el encuentro se igualó, pero pese al gol de Dongou, al B se le escaparon los tres puntos en su debut capicúa. El partido comenzó como acabó, y terminó como había empezado.
