Icono del sitio En un momento dado

Cuando Messi se llevó el sistema

5606c88ed8c59Luis Enrique aprovechó la visita del Las Palmas al Camp Nou para rotar en defensa, experimentar en mediocampo y poner arriba a Messi, Suárez y Neymar para que nada de lo anterior importara. Este Barça es el Barça de la MSN y su juego, básicamente, el que nace de las botas de Leo Messi para influir en el resto, pero transcurridos apenas tres minutos de encuentro, la explicación del fútbol blaugrana chocaba en el interior del área y cinco después abandonaba definitivamente el campo, llevándose con él la práctica totalidad de los mecanismos del equipo. Ayer, hoy y mañana Luis Enrique va a tener tiempo para darle vueltas a la cuestión, sopesar la mejor opción para darle forma a un equipo que forzosamente será distinto y trabajar a partir de los nuevos caminos por los que se desarrollará el juego. Hasta tenerlo, la primera respuesta fue la entrada de Munir, que se situó en banda como Messi aunque, como es lógico, no pudiera replicar ninguno de los mecanismos que el argentino enciende.

Antes de que Messi se llevara el sistema de camino al vestuario, apenas hubo tiempo para reconocer al Las Palmas que se esperaba y para comprobar que con Mascherano y Busquets compartiendo medular, de nuevo el canterano ocupaba un escalón más adelantado rompiendo la coexistencia en paralelo que ambos mediocentros tuvieron en ocasiones la pasada temporada. A excepción de un breve pero reseñable intercambio entre ambos, Sergio se alineó en banda izquierda, quedando Rakitic en la derecha. Lo contrario era una posibilidad, pues si el croata ofrecería en el perfil zurdo la llegada al espacio que se pierde sin Jordi Alba, Busquets podría ser quien cubriese la espalda de Sergi Roberto en las internadas del lateral, pero esto, en todo caso, quedará pendiente para futuras oportunidades. En la izquierda su rol fue eminentemente interior, igual que el de Adriano y Neymar, una mezcla que el extremo no agradece y que, ya sin Messi, implicó escasa amplitud y, debido al disfuncional funcionamiento de la banda entera, que Roque Mesa encontrara muchas facilidades para transitar y dejar salir a su equipo.

Si después de la sustitución de Leo los de Paco Herrera tuvieron su oportunidad en la derecha, en la orilla contraria se localizó su gran problema. Dani Castellano, arrastrado por Munir hacia dentro, desocupaba constantemente el carril, lo que situaba a Wakaso en la disyuntiva entre salir para frenar las internadas de Sergi Roberto o permanecer dentro para equilibrar la balanza en mediocampo. Como el ghanés no se decantó ni por una ni por otra sino que se quedó en tierra de nadie, Rakitic encontró superioridades en su zona y Roberto el carril despejado para exhibir timing de llegada y lucidez en los últimos metros. Si el problema no lo pudo suavizar el Las Palmas encargando a Bigas la vigilancia sobre Munir para que Castellano no tuviera que perseguirle, fue por los buenos movimientos interiores de Neymar y exteriores de Suárez, pues entre ambos mantenían sujetos a los tres centrales canarios. No tenía el mismo problema David Simón, debido a que por un lado Neymar yéndose por dentro era cosa de Alcaraz, y por el otro Adriano en banda no intimidaba. 

Esto último será una cuestión clave si, a resultas de la baja de Leo Messi, Luis Enrique decide que la solución es potenciar a Neymar durante el tiempo que el 10 esté fuera. Sacar del brasileño su versión más brasileña, la más global. La que vimos mientras duró su concurso en la Copa América y que en el Barça de Messi queda supeditada a un rol tan útil como concreto. Después de la prueba del Las Palmas toca preparar la siguiente pensando en los próximos dos meses. Nosotros hoy hablamos de lo primero. Para la segunda parte habrá tiempo mañana.

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