
Hace menos de un mes decíamos que pocas cosas harían más feliz a Luis Enrique que reencontrar en Sergi Roberto a un interior capaz de sumarse a la rotación efectiva. Aquella que el curso anterior fueron Xavi o Rafinha, es decir, la que cuenta también en escenarios de gran exigencia. El calendario ya ha dejado atrás San Mamés y el Calderón, pero hasta que en enero pueda inscribirse a Arda Turan, aguardan el Sánchez-Pizjuán, el Bernabéu, Mestalla y Leverkusen y Roma en Champions. Aderezado todo esto con Villarreal, Real Sociedad, Deportivo o Betis y solo con Andrés Iniesta e Ivan Rakitic. El inicio de temporada del croata ha tenido cierta dificultad pese al poso ganado tras su exitosa primera temporada como azulgrana, algo en lo que probablemente tenga bastante que ver la pronta lesión de Dani Alves, por lo que implica el lateral brasileño en ese perfil derecho. Además de tejer diabluras con Messi, él y el argentino son, de facto, el interior derecho en el dibujo del Barça una vez el balón echa a correr y el juego fluye. Asociándose por dentro a la derecha del mediocampo, han permitido también un encaje tan particular como exacto de Rakitic en el mecanismo. Él, que es un mediapunta que carece de presencia continua en la circulación pero que a cambio posee una lectura finísima de la llegada y la asistencia, ha encontrado en la sociedad de sus dos compañeros la cuña desde la que subir unos metros y el espacio por el que moverse. Por momentos, y no son pocos, es el hombre más adelantado de los tres que ocupan la banda derecha del Barça.
Como buena parte de este proceder tiene que ver con las características y el rol particular adoptado por Alves, estos partidos en los que él no ha estado la composición se ha visto alterada. Sergi Roberto, su sustituto en el lateral, está siendo un futbolista de carril, enfocado a la profundidad y al ataque por banda, y como Messi ha perdido a su aliado más cercano Rakitic es quien ha asumido tareas en las que reluce menos. El regreso de Dani volverá a ponerlo todo en su sitio, y puede que además llegue acompañado de una noticia positiva. Que el interior derecho vuelva a estar relacionado, principalmente, con la gestión del espacio y solo de forma accesoria con la combinación en corto, puede ser la puerta abierta que necesitan los pros y los contras de Sergi Roberto para que un nuevo intento del canterano en el interior salga cara. Recorrido, llegada, profundidad y claridad en los metros finales son virtudes que ha venido mostrando como lateral y que, con Alves de nuevo en su sitio, ahora se le pedirán al interior derecho. Luis Enrique necesita encontrar alguno, y de los que quedan solo él lo es.

