F.C.Barcelona – Bate Borisov: De Sergi Roberto a Dani Alves
Conocidas las alineaciones y confirmado que Luis Enrique ordenaría un once titular con hasta cuatro teóricos centrocampistas, el gran aliciente de la noche en el Camp Nou era comprobar su disposición sobre el campo y su desarrollo en juego. No hubo muchos minutos para hacerlo, puesto que a los veinte Rakitic tenía que abandonar lesionado el terreno de juego y con la entrada de Munir en su lugar el equipo recuperó una fórmula más conocida, pero mientras se mantuvo pudieron observarse algunas de las intenciones del técnico asturiano. Lo primero que se expuso es que uno de los centrocampistas -en este caso Sergi Roberto- tomaría cuerpo de extremo de modo que el dibujo culé más reconocible no se viera alterado, pero sin que ello implicara renunciar a su alma de medio. El de Reus, con el Barça moviendo el esférico, se sumó con frecuencia a la medular, tanto para equilibrar numéricamente cuando Busquets en salida bajaba entre centrales como para conquistar posiciones entre líneas. Roberto jugó de extremo, pero siempre que se le necesitó resultó ser el cuarto centrocampista, tanto que mientras cumplió con este rol, vimos a un Neymar más abierto de lo que viene siendo habitual las últimas semanas tras la lesión de Messi.
Sumar un futbolista más a la zona de medios pareció ser un objetivo de Luis Enrique en el partido de anoche, ya que con Rakitic fuera de combate y Munir en ataque, no renunció a juntar hasta cuatro futbolistas por dentro y en este caso fue Dani Alves -hasta entonces mucho más cercano a la cal- quien ejercitó su versión más interior. Como en el encuentro disputado en Bielorrusia, el brasileño aprovechó la sujeción exterior del extremo para implicarse en la gestión del juego desde el carril del seis.
Bayern Múnich – Arsenal: David Alaba contra Cazorla
Mucho más agresivo fue lo que preparó Pep Guardiola con Alaba en el Allianz Arena. Se enfrentaba a un Arsenal que en Londres había logrado doblegarlo a base de veloces contraataques, que en el cuadro gunner suelen nacer de las botas de Santi Cazorla. Como en el libreto del de Santpedor la mejor defensa es un buen ataque, su apuesta pasó por cargar especialmente sobre la posición del internacional español cuando el Bayern tuviera la pelota, que iba a ser y fue la mayoría del tiempo. Hacia Cazorla envió a Alaba, que pese a partir desde la demarcación de lateral izquierdo terminaba buena parte de los ataques bávaros en la mediapunta, caído sobre la zona del pivote derecho del Arsenal. El todocampista austríaco recibió entre líneas con suma facilidad y contribuyó a que el ataque de su equipo conquistara metros y lograra profundidad. Como ésta se enfocaba hacia los costados una vez alcanzado el último tramo, no resultó difícil que el teórico lateral terminara varios ataques en el área o en sus inmediaciones. Con esto, además del evidente ataque por aplastamiento que con Kingsley Coman y Douglas Costa en las bandas y Lewandowski y Müller en el área lograba potenciar Guardiola, los locales se aseguraron que el Arsenal encarara la posterior transición en desventaja táctica y con un futbolista de la capacidad física de Alaba encima o muy cerca de su director de juego. Alaba fue lateral, mediapunta, goleador y asistente. Difícil hallar un futbolista más versátil.
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