
También él sabe qué esperar del resto. Que Sergio Álvarez y Cases (o Mascarell) en condiciones normales se bastan para cruzar la divisoria, y que a las malas el envío directo es una alternativa que planta el esférico cerca de sus dominios sin que tenga que recorrer tantos metros para contactar con el cuero a la altura de los mediocentros, que puede descargar en Jony en esas fases en que necesite descanso, que en Lora tiene un socio, o que Pablo Pérez le va a facilitar mucho el acomodo porque defenderá la banda por él y se la cederá gustosamente cuando la requiera como plataforma de despegue. En su sitio y estatus, Alen firmó el domingo una actuación llena de optimismo y determinación. Jugó e hizo jugar. Desequilibró y dio forma a la estructura. Comandó el ataque, tanto en posicional como a la contra, tal como necesitaba su nuevo equipo en este regreso a la máxima categoría del fútbol español, y viene completando el juego con la concreción de las cifras, lo que tan bien viene cuando se lucha en la parte baja. Halilovic quiere ser estrella, y de momento todo va rodado. Ha recobrado la confianza que fue perdiendo en el Mini, ya es el crack del equipo y una de las atracciones de la Liga. Ahora a ver de qué es capaz.
