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Si Luis Enrique sorprende

Luis Enrique y la posible sorpresa del Barça contra el Madrid. Al primer clásico de la temporada pasada el Barça llegó imbatido en Liga. Sumaba 22 goles a favor y ninguno en contra, pero la derrota en el Parque de los Príncipes ante el PSG fue un aviso para Luis Enrique. La sensación que dejaba aquel inicio era que el equipo resultaba menos sólido de lo que indicaban los números y ante la posibilidad de salir trasquilado contra un Madrid que venía de exhibirse en Anfield, Lucho se protegió. Lo hizo como entonces todavía se hacía en Barcelona, ambicionando más balón y control desde su acaparamiento, y por eso alineó de nuevo al mediocampo de Guardiola dejando en el banco al recién llegado Rakitic. Pese a todo, el partido fue para los blancos y pasaron varios meses hasta que el Barça hallara un plan que convenciera más que aquel de las primeras jornadas y que pudiera sustituir al pasado. Llegó con el cambio de año y a fuerza de rodaje y victorias se hizo prácticamente invencible, y tras un verano sin caras nuevas, la línea se trazaba recta. Las lesiones, sin embargo, han incorporado un punto de incertidumbre al planteamiento que ponga el equipo en liza mañana en el Santiago Bernabéu. Todo pasa por Messi, evidentemente, y aunque sin él el Barça ha seguido ganando y siendo mejor que el resto, algo nos dice que si finalmente el argentino no puede jugar de inicio la puerta a la sorpresa no está cerrada del todo. Nos lo dice, sobre todo, el once que Luis Enrique dispuso hace dos semanas para medirse al Bate Borisov y que tuvo apariencia de prueba.

Extrañamente en él, el técnico azulgrana juntó a cuatro centrocampistas sobre el césped con Sergi Roberto subido a la nube y empezando como teórico extremo derecho. Lo fue, pero en los veinte minutos que se jugaron hasta que Rakitic se lesionara y con la entrada de Munir todo tomara un aroma más conocido, Roberto también intercaló apariciones por dentro generando superioridades en la media. Fue, digámoslo así, la síntesis del lateral y el interior que ha sido este curso pero localizando su juego varios metros más arriba. Recibiendo entre líneas e intercambiando posiciones con Rakitic fue el cuarto centrocampista que puede querer Luis Enrique para ganar control sin Leo, y picando al espacio y apretando al lateral, el extremo que quizá pretendía ante un Madrid con Marcelo. La lesión de Rakitic, sin embargo, no solo nos privó a nosotros y al técnico de testar el experimento durante los noventa minutos y quizá también frente al Villarreal, sino que en caso de ser una alternativa real para mañana la deja a expensas de la recuperación del croata. De no llegar a tiempo, a Luis Enrique no le quedarán muchas opciones más para formar con cuatro centrocampistas. Una podría ser Mascherano, y ciertamente es una decisión que actuaría directamente sobre la posible conducción de Bale, e indirectamente en ese duelo con Benzema que atormenta al argentino clásico tras clásico, pero que sin duda no sería a cambio de nada. Desplazar a Busquets del núcleo, aunque el jugador haya demostrado entenderse bien con Neymar desde el interior izquierdo, puede ser especialmente delicado si se cumple aquello de que el Madrid salga a buscar arriba al Barça.

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