
El as en la manga de Guardiola
El Manchester City de Pep Guardiola ya está en camino. Sorprendió lo rápido que el técnico de Santpedor lo situó en su senda, en la que le interesa, viniendo las partes de sitios tan distintos, y cómo en muy poco tiempo los idiomas de ambos de acompasaron. Desde muy pronto pudo reconocerse a los citizens como un equipo de Guardiola, tanto en intención futbolística como en concepción táctica. Una vez orientado y saldado con ámplia mayoría de resultados positivos el arranque de competición, los próximos meses servirán para moldear lo que es ya el material que Pep pretendía. Como tantas veces en su caso, buena parte de las miradas estarán puestas en su línea de medios, donde hasta el momento David Silva y Kevin de Bruyne han definido un alto porcentaje de las constantes vitales del nuevo proyecto, y en el que, poco a poco, toca buscar espacio también al alemán Ilkay Gündogan. Un perfil de futbolista distinto y, por ello, la presentación de nuevas posibilidades. Veremos si para añadir matices de control por detrás del balón, a diferencia de unos De Bruyne y Silva hasta el momento muy volcados en la mediapunta. Ilkay, no obstante, no es el único futbolista al que Guardiola tiene acceso con este tipo de virtudes. Si el técnico catalán pretende juntar pases más cerca de su mediocentro con un interior que vea el juego de frente, en el filial tiene a su disposición a un joven valor muy indicado para ello. Aleix García, salvando las distancias, puede ser su Sergio Busquets.
Ya en las categorías inferiores del Villarreal y en la pretemporada que el año pasado realizó con el primer equipo amarillo, se había mostrado como un medio de fino y lúcido trato de balón. Ágil con la pelota, de presencia continuada en la organización, excelente golpeo con ambas piernas y cierta capacidad de desborde muy difícil de contener en un futbolista que juegue en la base de la jugada. Su dotada técnica y una más que insinuada fragilidad defensiva presagiaban un futuro para él fácilmente proyectable hacia una posición de mediapunta en la que le arroparan un par de compañeros por detrás a modo de escuderos. Sin embargo, la contrapartida habría sido que a cambio de protección se terminara renunciando a su especial relación con el inicio del juego y su gestión del mismo desde el círculo central. Aleix es un futbolista para dar los primeros pases, establecer un apoyo constante al compañero por detrás de la línea del balón y de cara al ataque, para activar cualquier rincón del campo con el envío largo tanto de su pie derecho como del izquierdo. Responsable con la situación del catalán y como aquel que, sin remilgos, para que el alumno aprenda a nadar lo lanza al mar de buenas a primeras, a su llegada al segundo equipo del Manchester City lo situaron en el mediocentro. Ni en la mediapunta, ni como interior en un mediocampo de tres, ni siquiera siempre como acompañante de un pivote, sino como cierre, como último hombre de la medular. Y lo cierto es que la medida ha surtido efecto. Desde entonces, el crecimiento de Aleix a nivel defensivo es considerable, permitiéndole mantener su juego en las zonas del campo que le son más afines sin tener que pagar un excesivo peaje por ello. Que no sorprenda si Guardiola confía en él.
– Foto: Lintao Zhang/Getty Images
– Vídeo: miroP10