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Messi cerca del área

A Luis Enrique le salió todo. Volvía Leo Messi al once y de su mano el 1-3-4-3 a organizar las piezas sobre el tapete, pues es el argentino quien está detrás del origen y la ejecución del dibujo. Fue el camino al que recurrió el técnico para volver a darle al 10 un escenario de ventajas que pusiera tierra de por medio con el aislamiento al que progresivamente había condenado a Leo la banda derecha, así como a las dificultades que había encontrado el equipo para, con él por dentro, hacer avanzar al juego. Aunque la nueva disposición recientemente hubiese reproducido dificultades equivalentes a la hora de alimentar a Leo, sí que de partida y desde su estreno abría la puerta a una serie de ajustes y posibilidades con potencial para solucionarlo.

-Mapa de los pases de Umtiti durante la primera parte.-

Ante el Sevilla de Sampaoli, más incluso que en el encuentro liguero contra el Celta, todas ellas se hicieron sentir de un modo decisivo para dibujar la primera parte más cómoda, positiva y contagiosa de cuantas ha disputado esta temporada el cuadro azulgrana. Iniciando el repaso de atrás hacia adelante, tal y como pretende el Barça que transcurra su juego, volvieron a constatarse las virtudes de alinear una base de tres jugadores en el inicio sin que Sergio Busquets forme parte de ella. Con el mediocentro como opción por delante y los centrales más externos igualmente liberados para abrirse con tal de dar salida al juego desde atrás, las conexiones con los hombres de banda permanecieron constantemente activadas. De ello participó, también, el planteamiento defensivo sevillista en esta zona del campo, estrecho hasta llegar a los carrileros y con Vitolo y Nasri más enfocados a contener el pase hacia los interiores del Barça que a interponerse entre los envíos de Mascherano y Umtiti hacia Sergi Roberto o Neymar. Especialmente el central francés, asumió la libertad con personalidad protagonista, estableciendo un puente que llevara fácilmente el balón tanto a Ney como Iniesta.

El manchego es uno de los futbolistas a los que el nuevo esquema, aún manteniéndole la posición, les ha cambiado el paisaje. Si ante las dificultades que antaño encontraba el Barça para sacar el balón jugado, Andrés recurrentemente ejercía de apoyo acercándose a los centrales y siendo él el encargado de dar salida a la jugada, la autosuficiencia que demuestra ahora la zaga para llevar el balón hasta el mediocampo lo libera para moverse por detrás del cuero. Se trata de una suerte en la que Iniesta es referencia a nivel mundial e histórico, construyendo permanentes líneas de pase verticales o diagonales que en caso de recorrerse superan a un rival y que por su mera existencia fijan atenciones otorgándole espacio al compañero. Así lo hizo, sin mácula, a lo largo del primer tiempo, impulsando el sector izquierdo culé. Fue una enciclopedia de fútbol.

-Las posiciones medias del Barça ante el Sevilla.-

Sumar en perfil zurdo del ataque del Barça significa sumar en el lado de Neymar, y como el brasileño hoy en día seguramente sea el futbolista más en forma del mundo, hacerlo termina teniendo un enorme impacto sobre el devenir del encuentro. Así pues, valiente Umtiti, perfecto Iniesta y alimentado Ney, el carril izquierdo, sobre todo en el primer tiempo, actuó como lado fuerte del ataque y principal vía de acceso a la mediapunta de Messi. Para Leo, tener justo en el escalón previo a dos fuentes de futbol del caudal de las mencionadas, supone una de las mejores y más productivas formas de abastecerse en la zona donde tradicionalmente más complicaciones ha tenido el proyecto Luis Enrique para dar con él. Los centrales conectan con el mediocampo, Iniesta con la delantera, y la participación de Neymar por detrás de Messi y Suárez permite que cuando el esférico llega a pies de estos dos, tanto el argentino como el uruguayo se encuentren cerca del área. Si hace dos temporadas Ney era el definidor del alley oop que le lanzaba La Pulga, hoy el brasileño es fundamental para que Leo reciba en zona peligrosa. Así lo ha venido siendo durante todo 2017 en aquellos encuentros en los que más protagonismo finalizador ha tenido Messi. Sin embargo, si ayer por la tarde el primer tiempo culé resultó tan redondo, fue porque a la producción ofensiva de la banda izquierda la acompañaron noticias positivas en los otros dos carriles. En la derecha la novedad fue la alineación de Sergi Roberto como extremo derecho, una posición que sobre la pizarra imitaba la que habían ocupado antes Rafinha, Gomes o Paco Alcácer, pero que con el balón en movimiento exhibió particularidades propias tanto en ataque como en defensa.

-Rakitic desde el interior y S.Roberto desde la banda, intercambiaron posiciones dejando al canterano a la derecha de Busquets y al croata en el extremo.-

Sin balón, el canterano, además de un poderoso argumento en la presión, volvió a ser el punto de diálogo entre la defensa de tres y la de cuatro, recuperando la posición de lateral derecho en los tramos que el Sevilla podía alargar sus momentos con el cuero. La segunda singularidad se vio con el balón en poder del Barça, intercambio de zonas con Rakitic para terminar en zona de interiores y disparar al croata bien hacia el área o bien hacia la cal. La permuta, a la vez que impulsó la versión del ex-sevillista que ataca espacios libres llegando desde la segunda línea, situó a la derecha del mediocentro local a un interior de mayor peso en la gestión del cuero, dibujando a la postre una medular formada por Iniesta, Busquets y Sergi Roberto cuya interpretación posicional y afín lectura futbolística agilizó el juego del Barça en campo rival y dio con más puertas abiertas para ganar metros también por dentro. Una altura en el juego fundamental para la posterior presión adelantada que tras perder el balón pudo poner en práctica el Barça, para alejar de Ter Stegen al Sevilla y mantener el dominio territorial aún cuando el control del esférico ya había cambiado de manos.

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– Foto: Josep Lago/AFP/Getty Images

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