Icono del sitio En un momento dado

El tercer Barça B de Gerard López

La relación de un filial con la Segunda División no es fácil. Prueba de esto es que en la presente temporada solo participarán en ella dos, y que en prácticamente dos décadas el número de representantes nunca ha sido mayor. El Barça B, que desde 2010 no solo había ostentado rango en la categoría de plata sino que además lo había hecho con actuaciones y resultados de relieve, regresa ahora tras dos años en 2ªB, un sinfín de caras nuevas y un replanteamiento casi total acerca de la concepción de su segundo equipo. Un filial no es un conjunto cualquiera, y enfrentado a rivales que sí lo son, los encajes requieren de cierta cintura. Unos y otros comparecen con armas dispares. Unos tienen a su favor la experiencia, un bagaje que a su tierno oponente le falta, y los otros la calidad de futbolistas que todavía no han alzado el vuelo pero que están llamados a hacerlo por encima de algunos de los campos más importantes del continente.

Antes de que eso ocurra, sin embargo, toca medirse, y cada club elige su fórmula para recortar la distancia en un escenario competitivo tan particular. La del Barça B lleva años consistiendo en maquillar la naturaleza de filial de su segundo equipo, por un lado encontrando la experiencia que como tal le falta en las botas de futbolistas bregados incorporados desde otras realidades, y por el otro rastreando en el mercado talento joven que introducir directamente en el penúltimo escalón de su cadena. Conviven en él, pues, tres tipos de futbolista: las apuestas, los canteranos y los acompañantes. Los Vitinhos, los Cucurellas y los Alfaros. Del equilibrio entre estas tres patas dependerá el éxito del plan trazado desde el club no solo para lograr la permanencia sino para cosechar en la vuelta a Segunda los mejores resultados posibles. A propósito de ello, el estreno en el José Zorrilla dio muestra de algunas de las coordenadas que pueden marcar el camino del Barça B a lo largo de la temporada.

El encuentro de los hombres de Gerard López contra el Valladolid estuvo dividido, también a nivel de juego, por las dos mitades reglamentarias. En la primera, la puesta en escena del filial fue convincente, tácticamente sólida y permitiendo aflorar el talento individual de los futbolistas que compusieron su once. Coincidiendo en el equipo titular Ruiz de Galarreta, Vitinho y Aleñá, y formando este último más abierto a la derecha para que el donostiarra y el brasileño fueran quienes se situaran por delante del mediocentro Oriol Busquets, el Barça B presentó un ataque dinámico, fluido y rico. Al tiempo que Aleñá centraba su posición, Vitinho buscaba la mediapunta, Cardona -inicialmente en banda izquierda- enfilaba el camino al área, Lozano habilitaba espacios y Galarreta influía en todo el ancho de la medular. En general el juego de ataque azulgrana quedó regado de una constante movilidad que, tendente al centro, habilitó las bandas para la proyección de los laterales no habituales. Donde se espera a Palencia y Cucurella, esta vez estuvieron Tarín y el juvenil Juan Miranda. Principalmente el primero, sufrió tanto en ataque como en defensa en una demarcación que no es la suya, una dificultad que durante el primer tiempo fue borrón pero que en el segundo se transformó en problema.

Necesitando remontar dos goles y tras haber intervenido Luis César Sampedro, en el descanso, tanto sobre los nombres como sobre el plan, la reanudación dibujó un partido jugado en la mitad defendida por el filial, en el que el Valladolid encontró facilidades para profundizar por banda. Los extremos del Barça B no siempre llevaron su apoyo tan atrás como el lateral necesitaba, y con ello su rival encontró una forma desde la que insistir para dirigir el peligro mucho más cerca de la portería de Varo que de la de Masip. A los de Gerard, además, no les quedó el recurso del balón para sacudirse el dominio, aislado ‘El Choco’ Lozano en punta, muy lejos de todos, y sin el temple suficiente en los primeros pases de los iniciadores para asegurar una salida controlada que enfriara el desarrollo del juego. Con jugadores sobre el campo como Oriol Busquets, Galarreta, Aleñá o Vitinho, este se antoja el camino más eficaz de los azulgranas para responder a los golpes que les aguardan en la categoría de plata. Con la tranquilidad inicial que dan los primeros tres puntos, probablemente vaya a ser más fácil pedírselo.

Artículo relacionado: 

 

– Foto: www.laliga.es

Salir de la versión móvil