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Una temporada en seis jornadas

BRUSSELS, BELGIUM - FEBRUARY 23: Barcelona Coach, Francisco Javier Garcia Pimienta looks on prior to the UEFA Youth League Round of 16 match between RSC Anderlecht and FC Barcelona held at at Constant Vanden Stock Stadium on February 23, 2015 in Brussels, Belgium. (Photo by Dean Mouhtaropoulos/Getty Images)

BRUSSELS, BELGIUM - FEBRUARY 23: Barcelona Coach, Francisco Javier Garcia Pimienta looks on prior to the UEFA Youth League Round of 16 match between RSC Anderlecht and FC Barcelona held at at Constant Vanden Stock Stadium on February 23, 2015 in Brussels, Belgium. (Photo by Dean Mouhtaropoulos/Getty Images)

Ayer se hizo oficial el relevo en el banquillo del Barça B. Gerard López, técnico del filial las tres últimas temporadas, después de no haber podido trasladar a la Segunda División la marcha del segundo equipo que desembocó en ascenso, fue reemplazado por García Pimienta al frente de la nave culé. Aunque el desembarco del hasta ahora entrenador del Juvenil, por lo expuesto en su presentación, obedece a una voluntad de estabilidad que se extiende más allá del 30 de junio con independencia de si el B logra finalmente mantener o no la categoría, lo cierto es que en rueda de prensa tanto Guillermo Amor como Jose Mari Bakero subrayaron que el momento de la decisión tomada ha respondido, también, al propósito de encontrar un revulsivo en la dinámica del equipo que le permita permanecer en la división de plata. García Pimienta llega al filial antes del 30 de junio con la prioridad, a corto plazo, de esquivar el descenso. Para ello el catalán tiene por delante seis jornadas de Liga y no pocos retos, pues habiéndose caracterizado el curso del Barça B por las dificultades para dar con un plan alternativo al que propició el ascenso a la hora de dotar de unas nuevas pautas al juego colectivo, la necesidad de lograr resultados llega en una situación con pocos asideros.

Una de las particularidades de los últimos meses en el Barça B ha sido, justamente, la dificultad para compaginar dos tiempos de crecimiento. Uno que hallara en una serie de recursos concretos el tiempo y la tranquilidad para sumar puntos, y otro que, al mismo tiempo, diera forma a un sistema de juego más coral y sostenible en el tiempo. Caracterizado en un Carles Aleñá que al mismo tiempo ha sido el elemento troncal de la plantilla y el futbolista más determinante a la hora de sacar más de los marcadores que del juego, el problema del filial ha sido que, teniendo que decidirse por uno o por el otro, muchos momentos ha dado la impresión de quedarse a medio camino de ambos. Este será, por lo tanto, el primer interrogante a responder por parte del nuevo entrenador, una respuesta que a juzgar por sus primeras declaraciones cabe suponerse encaminada a dotar a sus mejores futbolistas de un contexto de juego colectivo beneficioso a través del balón y de una propuesta afín a la trabajada en categorías inferiores. Si lo anunciado por García Pimienta se consiguiera en un corto margen de tiempo, la posesión y el control sobre la pelota podría permitirle al conjunto azulgrana algo que le ha faltado a lo largo de todo el curso y que ha contribuido de forma decisiva a su actual posición en la tabla: su escasísima capacidad de protección.

Resulta especialmente significativa la cantidad de encuentros en que, habiéndose puesto por delante el Barça B, finalmente su rival ha logrado darle la vuelta al resultado. Ni escondiendo el esférico a sus contrincantes, ni contendiendo cerca del área propia las embestidas, han logrado los de Gerard competir los partidos cuando éstos más se han inclinado contra su propia portería. Las dificultades para respirar a través del cuero con circulaciones que permitan al equipo juntarse alrededor del pase y abrigarse a partir del control de la posesión, la vulnerabilidad de los costados escenificada por el sufrimiento de ambos laterales cuando han sido encarados y en la facilidad de los rivales para conquistar línea de fondo, así como la discutible autoridad mostrada por el filial dentro de su propia área como socia insostenible para los centros laterales del adversario y origen de demasiados goles encajados de penalti, han definido el rostro defensivo de un Barça B sin soluciones para sobreponerse cuando es empujado sin contemplaciones. Desde ahí se inicia el primer reto de García Pimienta. Un reto inmediato y aparentemente señalado en rojo por el club, previo al camino que esté en disposición de emprender el curso que viene. Una temporada en seis jornadas.

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– Foto: Dean Mouhtaropoulos/Getty Images

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