
Una temporada en seis jornadas
Ayer se hizo oficial el relevo en el banquillo del Barça B. Gerard López, técnico del filial las tres últimas temporadas, después de no haber podido trasladar a la Segunda División la marcha del segundo equipo que desembocó en ascenso, fue reemplazado por García Pimienta al frente de la nave culé. Aunque el desembarco del hasta ahora entrenador del Juvenil, por lo expuesto en su presentación, obedece a una voluntad de estabilidad que se extiende más allá del 30 de junio con independencia de si el B logra finalmente mantener o no la categoría, lo cierto es que en rueda de prensa tanto Guillermo Amor como Jose Mari Bakero subrayaron que el momento de la decisión tomada ha respondido, también, al propósito de encontrar un revulsivo en la dinámica del equipo que le permita permanecer en la división de plata. García Pimienta llega al filial antes del 30 de junio con la prioridad, a corto plazo, de esquivar el descenso. Para ello el catalán tiene por delante seis jornadas de Liga y no pocos retos, pues habiéndose caracterizado el curso del Barça B por las dificultades para dar con un plan alternativo al que propició el ascenso a la hora de dotar de unas nuevas pautas al juego colectivo, la necesidad de lograr resultados llega en una situación con pocos asideros.
Una de las particularidades de los últimos meses en el Barça B ha sido, justamente, la dificultad para compaginar dos tiempos de crecimiento. Uno que hallara en una serie de recursos concretos el tiempo y la tranquilidad para sumar puntos, y otro que, al mismo tiempo, diera forma a un sistema de juego más coral y sostenible en el tiempo. Caracterizado en un Carles Aleñá que al mismo tiempo ha sido el elemento troncal de la plantilla y el futbolista más determinante a la hora de sacar más de los marcadores que del juego, el problema del filial ha sido que, teniendo que decidirse por uno o por el otro, muchos momentos ha dado la impresión de quedarse a medio camino de ambos. Este será, por lo tanto, el primer interrogante a responder por parte del nuevo entrenador, una respuesta que a juzgar por sus primeras declaraciones cabe suponerse encaminada a dotar a sus mejores futbolistas de un contexto de juego colectivo beneficioso a través del balón y de una propuesta afín a la trabajada en categorías inferiores. Si lo anunciado por García Pimienta se consiguiera en un corto margen de tiempo, la posesión y el control sobre la pelota podría permitirle al conjunto azulgrana algo que le ha faltado a lo largo de todo el curso y que ha contribuido de forma decisiva a su actual posición en la tabla: su escasísima capacidad de protección.
Resulta especialmente significativa la cantidad de encuentros en que, habiéndose puesto por delante el Barça B, finalmente su rival ha logrado darle la vuelta al resultado. Ni escondiendo el esférico a sus contrincantes, ni contendiendo cerca del área propia las embestidas, han logrado los de Gerard competir los partidos cuando éstos más se han inclinado contra su propia portería. Las dificultades para respirar a través del cuero con circulaciones que permitan al equipo juntarse alrededor del pase y abrigarse a partir del control de la posesión, la vulnerabilidad de los costados escenificada por el sufrimiento de ambos laterales cuando han sido encarados y en la facilidad de los rivales para conquistar línea de fondo, así como la discutible autoridad mostrada por el filial dentro de su propia área como socia insostenible para los centros laterales del adversario y origen de demasiados goles encajados de penalti, han definido el rostro defensivo de un Barça B sin soluciones para sobreponerse cuando es empujado sin contemplaciones. Desde ahí se inicia el primer reto de García Pimienta. Un reto inmediato y aparentemente señalado en rojo por el club, previo al camino que esté en disposición de emprender el curso que viene. Una temporada en seis jornadas.
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– Foto: Dean Mouhtaropoulos/Getty Images
vi23 26 abril, 2018
Para los que no podemos seguir mucho al B. Después de este año, Aleñá tiene pinta de jugador importante para el primer equipo, de jugador de primera división pero no nivel Champions League u otra cosa?
Culé de Chamberi 26 abril, 2018
para mi la llegada de García Pimienta es en cualquier caso una buena noticia en cuanto a reencaminar el recorrido final de los procesos formativos del Barça a lo que nunca debió perderse de vista, suplir jugadores útiles al primer equipo del Barça.
Es una llegada, en primer término tardía. Tardía, porque desde el primer momento que García Pimienta fue segundo de Gerard en el filial, muchos entre los que me encuentro pensamos que debería haber sido él el elegido como primero, una vez no se le dio a Sergi Barjuan la posibilidad de avanzar hacia el filial, que podría haber sido otra alternativa válida a mi modo de ver.
Es una llegada con trampa, puesto que en 6 jornadas, con más de media docena de incorporaciones en el mercado de invierno que García Pimienta desconoce, y con una tendencia negativa absolutamente arrolladora, lo normal es que el primer objetivo que se le marca a García Pimienta no pueda ser conseguido, y se acabe en el pozo de la 2ªB, con las consiguientes interpretaciones y presiones desde dentro del club. Bien es cierto, que firmarle 2 años más puede dar muestra de confianza en él independientemente de los próximos resultados, pero se me hace un tanto complicado que siendo tan alejado del perfil “Pep Segura”, García Pimienta vaya a mantener su confianza si los resultados no comienzan a ser buenos desde el principio.
La noticia en si me parece muy positiva, tanto por el mensaje que se manda a los técnicos y chicos de la casa, en tanto en cuanto García Pimienta es un hombre de club promocionado, como en cuanto a recuperación del estilo de juego en todas las categorías inferiores incluído el B. Solo me queda desearle toda la suerte del mundo, ya que su éxito será un éxito para el club y una vuelta a lo que yo al menos deseo para el Barça.
Iniesta10 27 abril, 2018
@ Culé
Firmo rus palabras una por uns
Rafael 27 abril, 2018
Estaba muy claro que el b necesitaba un cambio.. yo llevo todo el año pensando que se está desaprovechando a muchos jugadores, son más buenos de lo que el equipo les hace parecer . Jugadores cómo vitinho, con una calidad buena, que necesita mejorar muchas cosas, pero no se está haciendo eso. El b este año tenía el objetivo de mantenerse dejando de lado el crecimiento de los jugadores que se han fichado para el futuro. Personalmente no entiendo el conseguir cesiones sin opción de compra. Traer un jugador a un filial que se vaya a ir el año que viene… Si sale mal como David Concha… Has tapado una ficha, si sale medianamente bien como Rivera, para el año que viene ya no lo tienes…