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Es mediocentro, pero…

BARCELONA, SPAIN - AUGUST 12: Marc Casado of FC Barcelona run with the ball during the Joan Gamper Trophy match between FC Barcelona and AS Monaco at Estadi Olimpic Lluis Companys on August 12, 2024 in Barcelona, Spain. (Photo by Eric Alonso/Getty Images)

Marc Casadó es mediocentro, lo cual no quiere decir demasiado. En fútbol, el nombre no hace a la cosa, porque siendo mediocentro puede resultar que tu equipo te necesite haciendo de central como el Madrid a Tchouaméni, o de lateral como la selección alemana a Kimmich. Puede ocurrir, también, que siendo mediocentro veas que otros que no lo son ocupan tu espacio, porque pese a no ser especialistas su nivel general es superior o, más interesante todavía, porque aunque se han formado en otras demarcaciones sus características en el puesto encajan más con lo que necesita el equipo. Puedes ser Javi Martínez y ver desde la posición de central como Philipp Lahm ocupa el mediocampo.

Marc Casadó es mediocentro, pero la temporada pasada en el Barça Atlètic jugó mucho como lateral derecho. Con Héctor Fort formando parte del día a día del primer equipo, el filial tenía un hueco ahí y alternativas como Bernal, Moha o Prim para relevar a Casadó en el centro del campo. La solución le sirvió a Rafa Márquez para diseñar un esquema dinámico en el cual Marc defendía como lateral cerrando la banda, pero en el que, luego, se convertía en un centrocampista más cuando el Barça Atlètic atacaba. Con el balón en posesión para los culers, Casadó abandonaba la orilla y regresaba a su hábitat más conocido ubicándose al lado del mediocentro y permitiendo la posición adelantada de los dos interiores.

Marc Casadó es mediocentro, pero Hansi Flick lo ha utilizado como interior durante la pretemporada. Y esto sorprende más. El catalán es uno de esos futbolistas que después de pasar por las categorías inferiores del Barça llevan incorporado el libro de instrucciones del juego azulgrana. Conoce el canon y los entresijos del juego de posición aplicado al modelo de juego barcelonista. Tiene el juego en la cabeza. Ocurre que sus pies, en cambio, no son de oro. Su nivel técnico es bueno, pero no de elegido, como tampoco lo es su capacidad creativa con el esférico ni su velocidad de juego. Por eso, asomado a la élite, era más previsible imaginarlo en posiciones más retrasadas. Siguiendo las migas que dejó Márquez el curso pasado en el filial para encontrar espacios y tiempo jugando unos metros por detrás, aprovechando su buena capacidad defensiva tanto en la presión como en la marca.

Flick, en cambio, ha tomado el camino contrario. En lugar de alejarlo de las zonas del campo más concurridas, con menos espacios y que, por lo tanto, exigen más precisión y velocidad técnica, lo ha acercado a ellas. Lo ha puesto a jugar por delante del mediocentro, como interior derecho. Con la duda de cuál puede ser su respuesta en escenarios de juego más cerrados y que le exijan una mayor iniciativa creativa, sin embargo, por el momento el rol que le ha otorgado el alemán pone el acento en tres aspectos bastante afines a sus características. El primero es la llegada. A Casadó, situado por delante del pivote, no se le pide tanto distribuir como irrumpir desde atrás, empujando al mediocampo y a la zaga rival o, más importante todavía, dibujando desmarques entre el central y el lateral izquierdo contrarios.

Cabe tener en cuenta que, salvo sorpresa, la banda derecha del Barça en ataque será propiedad de Lamine Yamal, un futbolista que gusta de recibir el balón al pie, que por su peligro atrae la atención de numerosos adversarios y que posee la visión de juego y la técnica para habilitar al compañero libre. Xavi Hernández, el curso anterior, ya trabajó cerca de Lamine con un centrocampista dado a la llegada como Fermín explotando el poder de atracción del extremo para desmarcarse desde el centro del campo hacia la espalda del lateral que persigue a Lamine. Una alternativa para profundizar por el carril, girar a la zaga y ganar línea de fondo o posiciones dentro del área.

El segundo aspecto sobre el que se asienta el papel que le ha dado Flick a Casadó durante la pretemporada es el de la presión. El técnico alemán pretende que su equipo presione arriba y durante mucho tiempo, por lo que suele privilegiar la capacidad de repetir esfuerzos físicos de sus jugadores más adelantados. Si en su Bayern prefería utilizar a Goretzka por delante de Kimmich y a Kimmich por delante de Thiago, durante la preparación ha optado por acercar la capacidad defensiva de Casadó al origen de la jugada de ataque rival. Finalmente, el tercer aspecto del rol de Casadó ha sido el de la cobertura, tanto por lo que respecta a reforzar la zona del mediocentro cuando el rival supera la presión y el equipo se ordena en el repliegue, como a tapar la banda derecha cuando la pérdida encuentra al lateral proyectado en ataque.

Todo esto ha ocurrido sin Lamine, por lo que no quiere decir demasiado. Pero para Flick, de momento, Marc Casadó es mediocentro pero juega de interior.

– Foto: Eric Alonso/Getty Images

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