
Al partido del sábado los dos equipo llegan en muy buena dinámica, el Barcelona como líder consolidado tras solventar de manera contundente su visita al Sánchez Pizjuan y borrando las pequeñas dudas que el empate en casa ante el Getafe pudiera haber despertado, y el Valencia, con algún que otro problema en sus últimos partidos en Mestalla, pero instalado desde comienzo de liga en la parte alta de la clasificación y de vuelta entre los grandes de nuestra liga. En el partido, pues, se luchará por más que tres puntos, ya que ambos conjuntos buscaran mantener la dinámica positiva, asestar un golpe anímico a un rival directo, salir indemne del intercambio de golpes que pueden suponer estas jornadas y postularse como el gran aspirante a heredar el cetro que el Madrid de Schuster conquistara la pasada campaña. Para lograrlo, no obstante, ambos equipos deberán hacer frente a algunas bajas importantes. Así, en el Barcelona, a la ya conocida ausencia de Iniesta a causa de una lesión, Guardiola no podrá contar con el pichichi de la Liga Samuel Eto’o a causa de la quinta cartulina amarilla que vio ante el Sevilla. Los problemas para Unai Emery, que ya desde el inicio de temporada ha contado con la baja de David Silva, se centrarán sobretodo en el centro de la zaga, donde es baja segura por sanción Marchena y donde tanto Albiol como Alexis arrastran problemas físicos para el choque del Camp Nou.
Viendo las características de los dos equipos más el añadido que el Barça actuará como local, hacen prever un partido en que los azulgranas lleven el peso del juego y el dominio de la posesión, mientras el Valencia espera su oportunidad a la contra. En el planteamiento de Guardiola, pues, el control del esférico volverá a ser un elemento innegociable, tarea para la cual Márquez, Alves, Xavi y el omnipresente Messi absorberán mucho balón. El mexicano, pues, regresará a la posición de central diestro después que en el último partido ante el Sevilla, él y Piqué intercambiaran posiciones debido a que ante rivales que presentan dos puntas, Pep opta por esta solución para organizar un sistema de vigilancias en el que Piqué actúa como marcador diestro, Puyol -desde el lateral izquierdo pero con los apoyos del interior- como marcador zurdo, y Márquez queda entre ambos futbolistas ejerciendo labores de líbero. No obstante, puesto que el Valencia solamente presenta a Villa en la punta de ataque, lo normal es que los centrales azulgranas recuperen sus posiciones habituales. Por otro lado, no sería descartable que el técnico decidiera formar una pareja de centrales con Puyol y Márquez para ajustar la marca sobre el Guaje, dando entrada en este caso a Martín Cáceres en el lateral izquierdo, ya que debido a las exigencias a la hora de cubrir el segundo palo y a la calidad de Joaquín en el uno contra uno, este no es un partido para el brasileño Silvinho.
Por banda izquierda, pues, el Valencia buscará general espacios que puedan aprovechar jugadores como Mata o Villa, fijando a Alves en la banda y abriendo huecos entre el lateral brasileño y Rafa Márquez. Con Xavi como interior, podría ser una buena oportunidad para Sergio Busquets como mediocentro, debido a que el equipo en esta posición necesitará a un jugador dinámico y que acuda con eficacia a las ayudas sobre los costados. Así, con un movimiento de Busquets hacia banda derecha acompañado por la basculación de Keita a posiciones más centradas, el Barça lograría a la vez, reducir los espacios entre lateral y central, desactivar líneas de pase a la espalda de la zaga y controlar las llegadas de segunda línea de Baraja aprovechándose de la atracción generada por Mata y Villa. Para controlar el ataque valencianista por banda derecha, por su parte, será determinante la labor defensiva de Keita siguiendo a Miguel en sus aventuras ofensivas. Esto permitirá restar peligrosidad a las entradas de Mata al segundo palo ya que Alves y Márquez no deberán realizar una basculación tan pronunciada y, a la vez, posibilitará que Henry quede solo a la espalda del lateral, obligando a bascular en exceso a la línea defensiva y habilitando espacios para que Messi pueda recibir sin demasiada oposición en la zona de la mediapunta en transición defensa-ataque. Si a esto le unimos que Fernandes se verá forzado a alejarse de la zona de rechace ante el desequilibrio producido por su lateral, el Barça puede encontrarse con disposición de armar la contra sin demasiados apuros cada vez que recupere el balón en banda izquierda.
Precisamente uno de los problemas más evidentes del Valencia se encuentra en estas transiciones ataque-defensa, ya que ante una pérdida del balón el equipo tiende a partirse en dos, con Villa, Mata y Joaquín por delante del balón y un Albelda con excesiva tendencia a retrasar su posición, dejando únicamente a Baraja y a Fernandes con la posibilidad de presionar la salida del rival. Si presión en la media, pues, la línea defensiva tira de repliegue aumentando la distancia entre defensa y delantera, y posibilitando que el rival se plante en zona peligrosa sin demasiada oposición. Éste es el punto en el que Manuel Fernandes resulta imprescindible, ya que es el único jugador que por recorrido, despliegue físico y agresividad puede restar velocidad a la transición del rival, y por eso será tan importante para el Barcelona conseguir que el portugués se aleje de la zona de rechace y esté más pendiente de tapar los agujeros generados por su lateral que de recoger el balón suelto o acudir a la presión cuando el rival recupere.
Con Messi como falso nueve y Henry en banda izquierda, la duda está en saber si el sustituto de Eto’o será Bojan o Hleb, pero teniendo en cuenta la posición que ocupará el 10 azulgrana, desde EUMD apostaríamos por el canterano. Con Hleb el Barça sumaría otro centrocampista, por lo que Moretti tendría menos exigencias y podría centrarse en tapar las subidas de Alves o en las coberturas a los centrales cuando éstos salgan en la marca a Messi. En cambio, con Bojan partiendo desde la banda buscando el centro del ataque -como sucede cuando es el argentino quien juega en el costado- Moretti deberá estar pendiente de sus movimientos, lo que repercutirá en más espacios para Alves ya que Bojan podrá arrastrar al lateral italiano hacia el centro de la defensa, y para Messi ya que ahora, con una marca fija, Moretti no podrá ser tan eficaz en las coberturas a los centrales y éstos ya no podrán abandonar su posición tan a menudo.
