El fichaje de Mascherano
Desde que Guardiola se hiciese cargo del primer equipo, la posición de mediocentro ha sido un motivo constante de debate. En su primera temporada, la posición fue ocupada por el marfileño Touré Yaya, un futbolista absolutamente dominante a nivel físico y con una técnica defensiva espectacular, pero que limitaba al equipo en transición ofensiva. El problema no era una cuestión de técnica -aspecto en el que Touré cumple con nota- sino de lectura del juego, sobre todo en las situaciones en que el equipo construía desde atrás. Es una cuestión que ya se ha analizado en En un momento dado en numerosas ocasiones, por lo que en este post no profundizaremos en ello.
La pasada temporada, consciente de este problema, Guardiola empezó a aplicar una novedad en la salida, como fue la posición del mediocentro entre centrales para crear mayores espacios para los interiores. Era una solución que permitía minimizar la incidencia negativa que pudiera tener Touré sobre el juego del Barça, a la vez que sacaba rendimiento de sus virtudes tanto individuales como colectivas. En este sentido, su principal activo era la capacidad de solucionar problemas defensivos desde una aportación individual. Cuando el equipo juega bien, defiende hacia delante presionando al adversario en campo rival, pero cuando no logra imponer su juego, esta presión se vuelve menos efectiva y por lo tanto, se ve obligado a correr hacia atrás y a defender en su propio campo. Ahí es donde el Barça sufre, pues colectivamente no está preparado para defender replegado y esperando al rival, y en este contexto es donde la aportación individual de hombres como Puyol, Piqué, Abidal o Touré es clave para que el equipo consiga sobrevivir.
No obstante, su decepcionante inicio de competición, su ausencia debido a la Copa de África y la meteórica ascensión de Sergio Busquets, provocaron que el canterano se convirtiese en un hombre indiscutible en la posición de mediocentro. Busquets es el caso opuesto al de Yaya Touré. Si el marfileño es perfecto cuando el equipo no logra imponer su juego, Sergio es el hombre ideal cuando el Barça juega bien. Siente el estilo de juego blaugrana, juega rápido, agiliza la transición ofensiva, favorece el intercambio de posiciones con sus compañeros de línea y en transición defensiva sobresale su trabajo en la presión. Sus problemas aparecen cuando tiene que defender en su propio campo o el ritmo del juego decae, es decir, cuando el equipo no juega bien.
– El partido de Sergio Busquets en el Emirates Stadium
Es por eso que es necesario un jugador que complemente las características de Busquets. Lo que era Touré, lo que podría haber sido Márquez esta temporada o lo que presumiblemente va a ser Mascherano. Cuando hablamos del argentino, no obstante, no podemos hacerlo como de un calco de Touré, porque ni son jugadores iguales ni presumiblemente desarrollaran las mismas funciones en el equipo de Guardiola. De entrada, con la salida de Touré el Barça pierde el recurso de retrasar al marfileño a la posición de central, pues Mascherano tendría una peor adaptación a la posición. Si tiene, sin embargo, características para ser un recurso puntual en la posición de lateral derecho, pero esto, tras la llegada de Adriano y la presencia en la plantilla de Alves y Puyol, no parece que vaya más allá de una solución de emergencia. No obstante, sin Touré, el que podría ser probado como central -y completar junto a Abidal y los jóvenes del filial las posibles alternativas a Piqué, Puyol y Milito- es Sergio Busquets siempre que el equipo le ofrezca un contexto favorable para ello.
Más que un calco de Touré, Mascherano es un escalón intermedio entre el marfileño y Sergio Busquets, es decir, un mediocentro tan dominante o más defensivamente que Yaya pero que no implica sus problemas ofensivos. En este sentido, se tiende a considerar a Mascherano un futbolista muy limitado técnicamente que solo interviene en la fase defensiva del juego. Sin embargo, sin ser un fino estilista, si es cierto que el argentino tiene más técnica de la que se le supone, tanto para jugar en corto como en largo. Es obvio que no es un hombre capacitado para llevar el peso de una posesión, pero más que por razones técnicas, por una cuestión de interpretación y sobretodo de velocidad a la hora de leer el juego. Sin embargo, esta no será su función en el Barça, por lo que difícilmente Mascherano va a suponer una traba en el engranaje ofensivo culé.
Defensivamente, el Barça no sale perdiendo con el cambio, pues Mascherano es uno de los centrocampistas más determinantes del mundo en transición ataque-defensa. Tácticamente hay pocos jugadores más preparados que él, lo que garantiza una posición ventajosa cuando el rival recupere el balón. Si a eso unimos su agresividad y tendencia a la anticipación, nos encontraremos a un jugador, que como Dani Alves, puede ser clave a la hora de empujar a la presión al resto del equipo. Esa defensa sin pausa y tremendamente agresiva que en otros escenarios podría ser un problema, debería ser una ventaja en el sistema defensivo del Barça, pues el argentino, con este comportamiento, acorta los tiempos del equipo en fase defensiva. Mascherano no espera, ataca, por lo que tanto si interviene con acierto como si no, obliga a que los ataques del rival duren poco tiempo. El Barça sufre si sus adversarios logran superar la primera línea de presión, salir de la cueva, sumar efectivos al ataque e hilar más de cuatro pases antes de finalizar. Esto obliga a los de Guardiola a recular, perder sus posiciones ofensivas y a defender en campo propio. Con Mascherano, ahora esto será más difícil que ocurra, no solo por su capacidad en la recuperación, sino porque obligará a los rivales a finalizar rápido los ataques, permitiendo a los azulgranas mantener sus puestos en ataque y sin dejar tiempo a que el adversario adelante sus líneas, convirtiendo los partidos en un acoso constante.
gaunes 30 agosto, 2010
Genial artículo. Personalmente me encanta el fichaje de Mascherano y, aunque me ha dado mucha pena que se fuera Yaya (que bien nos vendría para tener bien cubierta la posición de central), creo que aportará muchas muy importantes, como lo que comentas que con él en el terreno de juego la posesión a los rivales les durará menos si cabe que ahora. Además se ve que viene muy comprometido y tiene la cabeza en su sitio. Además será, junto a Milito, un gran apoyo para Messi.
Por cierto, llevará el 14. El 4 está libre, supongo que para Cesc el año próximo, aunque a mí me encantaría que lo llevara Busquets…
Jaime 9 septiembre, 2010
Mascherano sería fundamental cuando barcelona es sobrepasado , pero eso no ocurre muy a menudo , Xavi e Iniesta no podrian tener un mejor compañero que Sergio Busquets