No resulta un secreto que el juego del Barça no es todo lo consistente que cabría desear, pero aún así, ahí está, peleando por los tres títulos. El grupo posee grandeza, junta talento individual a raudales y disfruta de comodín en ambas áreas. O disfrutaba. Valdés y Piqué eran la llave para que el equipo resistiera a los ataques rivales y a la transición defensiva propia. El plan contaba con eso, con los milagros del uno y del otro, como cuenta con el gol de Leo Messi en el extremo opuesto del campo. El Barça del control no ha controlado, y aún así ha salido vencedor la mayoría de las veces. Tenía a Valdés, Piqué y Messi para, en el descontrol, ganar a los puntos. Incluso en el Santiago Bernabéu.
Ahora al Barça se le ha caído una área, y la duda está en saber si la que queda sostendrá la estructura o si con un único soporte, el resto será una larga e imparable caída hasta llegar a Pinto, que no es Valdés, ni tiene culpa en no serlo. Tampoco Bartra es Piqué. A Marc ya le tocó responder en los momentos clave la pasada temporada, y aunque pedirle lo que se le ha pedido a Piqué no parece lo más sensato, el joven central puede ofrecer otras cosas. Su energía lejos del área, por ejemplo. A Martino no le gusta, pero seguramente a partir de ahora el Barça va a tener que tomar más riesgos. Jugar sin red. Buscar la anticipación muy arriba de los dos centrales, casi a la altura de Busquets. Si en el área sales perdedor, lleva la batalla a otro sitio.
A veces, la mejor manera de no caerse de la cuerda es caminar sin red. (EUMD, Crecer por los pies, 11 de febrero de 2014.)
Para que esto sea posible, el área de Messi tendrá que pesar el doble, y será importante sumar movimientos profundos y agresivos al ataque. Subirle el ritmo y los golpes. Ganar segunda jugada. Cuando Martino creía tener el plan, seguramente se vea obligado a cambiarlo. Con este Iniesta, este Neymar y Leo Messi, es más fácil.
*Hoy estaba prevista la publicación de los últimos artículos referentes a la planificación del Barça 2014-15. Debido a los acontecimientos, hemos creído oportuno posponerlo a la espera de lo que pueda suceder con el club. Se resuelva en una dirección o en otra, lo más probable es que los artículos terminen viendo la luz, pues el debate que susciten puede resultar igualmente interesante y, por lo menos, servirán para completar la serie, pero entendíamos que, en vista de lo sucedido ayer, hoy no tenía mucho sentido hacerlo.