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Messi a cambio del riesgo

Messi a cambio del riesgo

Por lo visto en los dos primeros partidos de Argentina en el Mundial, Sabella teme más a su propia defensa que a las delanteras rivales. Ve el error cerca y el gol del rival sin necesitar demasiado para llegar a él. Esto, teniendo en cuenta que hasta el momento sólo se ha enfrentado a Bosnia e Irán, resulta llamativo, pero si atendemos al funcionamiento defensivo de la albiceleste hasta ahora, sin embargo, se puede decir que no le falta razón. En la jornada uno salió con una línea de cinco defensas y sin que ninguno de los cinco se descolgara demasiado en ataque. Teniendo en cuenta que Argentina se adelantó antes de los cinco minutos, esa contención absoluta a la hora de tomar riesgos, podía leerse en clave de marcador. Sin embargo ayer, en un partido empatado hasta el tiempo de descuento, esta vez con línea de cuatro, de nuevo, muy pocas aventuras de los zagueros en ataque. Gago, Mascherano y los cuatro de atrás, casi permanentemente por detrás del balón ante un rival que tenía a todos sus hombres en campo propio.

Queiroz concentró su defensa sobre el carril central y regaló las bandas. Ahí la conservadora posición de los laterales le fue a la contra a Argentina. Rojo y sobretodo Zabaleta siempre estaban cara a cara respecto al centrocampista de banda de Irán. Nunca a su espalda. Los laterales iraníes, pues, quedaban liberados, situación que aprovecharon para acercarse a su respectivo central y convertir lo que debía ser un dos contra dos del Agüero e Higuaín contra Hosseini y Sadeqi en un 4 vs. 2 ventajoso para los de Oriente Medio. Atados los dos delanteros por la zaga al completo, el doble pivote se pudo emplear sobre Leo Messi. Como por fuera no llegaba amplitud, dentro no aparecían los espacios, y para colmo, de los dos puntas quien más se separó fue Agüero que es, después de Leo, el argentino más preparado para desenvolverse en espacios reducidos. A Higuaín se le notaron las costuras a nivel técnico.

Argentina daba todos las señales de necesitar ese tercer central con el que salió ante Bosnia, ya que le permitiría vaciar el ataque, liberar a los laterales para irse arriba y, abriendo a los centrales, plantear dobles parejas en banda que abrieran el planteamiento de Irán. Cuando con marcador a favor el rival quitaba a un delantero para introducir a un defensa, cuenta Cruyff que aunque él fuera quien tenía que remontar, le gustaba responder con el mismo movimiento: quitar un atacante. Si el contrario iba a reducir espacios al ataque ocupando la misma zona con un jugador más, él lo vaciaría quitando a uno propio. Pero con cero a cero en el luminoso, difícilmente Sabella iba a hacer ese cambio. Y no lo hizo.

Tras el descanso los de Queiroz  no se conformaron con cerrar, y salieron con intención de buscar la portería de Romero sabiendo que Argentina cada vez se descubriría más. Dejagah, que la primera mitad la había jugado en banda, se fue hacia dentro y se juntó con Reza en un 1+1 que fácilmente se convertía en 2. Con este cambio en el dibujo, Irán empezó a ganar metros y a encontrarse en terreno peligroso. Como Zabaleta y Rojo no cerraban como habían cerrado antes los laterales iraníes, fue Mascherano quién ante el envío directo retrasaba su posición para permitir la superioridad. La consecuencia, no obstante, era que la zona de rechace quedaba en manos de Fernando Gago, y el centrocampista de Buenos Aires hizo lo contrario a dominarla. Queiroz vio el partido cerca y lo buscó.

Entraron Palacio y Lavezzi para revolucionar el ataque y jugar el fuera dentro que obligara a girarse a los medios de banda de Irán, que tuvo que gastar dos de sus tres sustituciones en ellos. A medida que el tiempo descontaba y Mascherano barría cerca de los centrales, también Rojo y, por fin, Zabaleta empezaron a soltarse. El ataque de Argentina ganó en profundidad y amplitud, dándole la vuelta en los últimos minutos a una segunda mitad que tuvieron perdida. Pero todo esto da un poco igual, porque a los treinta segundos del tiempo añadido Leo Messi agarró un balón en la frontal, se orientó el disparo y puso el cuero ajustado al palo largo del portero para que uno terminara en el suelo y el otro abrazado a la red. Algo así debe pensar Sabella. En la fase de grupos toca ganar, pero una vez superada sirve con no perder. Y si Argentina no pierde, tendrá a Messi para vencer.

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Comments:3
  • Anonim 22 junio, 2014

    <>
    No tiene nada que ver con el post pero lo he visto en otro lado y… copiarpegar y compartir. Puede q tambien explique lo que le ha pasado en el Barça en los ultimos años.

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    • Anonim 22 junio, 2014

      “Hay una sola motivación, que es la que mantiene viva cualquier plantel: superar la competencia interna. Si no hay competencia interna, muere el plantel. Es la única situación que fortalece al entrenador después de ganar. Que los dirigentes compren y potencien al grupo. Competencia interna. Es como en cualquier trabajo: si te traen uno que trabaja bien, se te hace el culo así de chiquitito; si no te traen competencia, vos haces lo que querés”

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      • Anonim 22 junio, 2014

        DP Simeone

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