Obligan incluso estando mal
El partido ante Uruguay fue el único de lo que llevamos de Mundial en el que Colombia jugó con dos puntas. Confirmada la ausencia de Falcao en esta Copa del Mundo, Pekerman le dio el equipo a James Rodríguez, y el futbolista del Mónaco, donde mejor se encuentra, es en la mediapunta. Para jugar en banda, si su equipo no es claramente superior al adversario, tiene un problema en su escaso retorno defensivo. Hoy se enfrentará a Brasil, que saldrá con Marcelo y Alves o Maicon. Los laterales de la canarinha no están bien, pero si hay alguno en el Mundial capaz de decidir una eliminatoria son ellos. Tampoco estaba bien Alves en febrero y en una parte importante decidió la eliminatoria ante el Manchester City, ni lo estaba Marcelo cuando influyó decisivamente en que la final de Champions terminara siendo blanca. Si en lo colectivo su grado de inspiración y la nueva posición de Neymar no invita a ser muy optimistas con respecto al peso de los laterales brasileños, en lo individual pasan por ser los dos con más peligro en campo rival. Y eso sí, la selección brasileña está construida para que lo pisen con asiduidad.
Ni el uno ni el otro va a contenerse demasiado a poco que la presión que atenaza a la verdeamarelha no se aferre a las piernas de los anfitriones. Así pues, lo esperado es que Pekerman recupere el 4-2-3-1 de la fase de grupos, libere a James de responsabilidades en el retorno situándolo por detrás del punta, e Ibarbo recupere su plaza en la banda izquierda del conjunto colombiano. Con el futbolista del Cagliari en un costado y Cuadrado en el otro, Colombia tendrá retorno, intensidad y además sumará una salida eléctrica y capacidad física para recorrer muchos metros en vertical a gran velocidad. La contra a tres carriles, con James libre para lanzar y los hombres de banda entrando desde atrás, puede ser una arma muy valiosa para una Colombia que si bien se ha mostrado como uno de los conjuntos más versátiles del torneo, es contraatacando tras repliegue cuando más letal resulta. Y esto, ante una Brasil que se parte, que mandará a los laterales arriba y que no tendrá a Luiz Gustavo para pegarlo todo, bien puede valer una semifinal.