
Decimos ocho minutos y no diez, porque en el 88 el Porto intercambió de banda a sus dos extremos. Tello se fue a la derecha y Quaresma a la izquierda llevándose consigo a Óliver, con lo que el lado de Cristian volvió a ser el del espacio. No es el perfil que mejor le va, debido a que la diagonal hacia el gol le enfrenta al arco con su pierna menos buena, pero aún así se sacó de la chistera una muy buena jugada individual en dirección a la frontal, en la que atrajo rivales y soltó el esférico en el momento justo para dejar al goleador Jackson Martínez en un mano a mano con el portero rival, que sirvió para sellar la victoria del equipo en el debut del veloz extremo.
Mismo cambio pero distinto escenario vimos en la ida ante el Lille en la clasificación para la fase de grupos de la Champions League. En esta ocasión, su entrada al terreno de juego en lugar de Brahimi supuso la primera sustitución de un Porto que había saltado al estado Pierre-Mauroy con un centrocampista extra. En el partido de ida de la eliminatoria, fuera de casa, Lopetegui optó por usar a Óliver Torres como falso extremo en banda izquierda para ganar control en la medular, de modo que Brahimi, y por consiguiente Tello cuando entró al campo, se ubicaron en el perfil diestro del ataque portugués. A lo largo de la primera mitad no pasó mucho, pero cuando Cristian ingresó al campo, el Porto ya se estaba haciendo con las riendas del partido gracias a Rúben Neves. El canterano, demostrando una personalidad que asombra y un juego que no puede menos que ilusionarnos, empezó a hacer crecer el sector derecho del ataque luso. Con él combinó Tello en el primer balón que tocó, el interior le devolvió la pared al espacio y tras analizar cuál era la situación dentro del área, el de Sabadell puso un buen centro que remató Jackson, despejó Enyeama y empujó finalmente a la red Héctor Herrera.
Semejante rendimiento en forma de números estava sacando Tello a sus minutos, que el pasado sábado se ganó el premio de la titularidad ante Paços de Ferreira. Para la segunda jornada de liga, Lopetegui decidía cambiar las bandas del Porto en ataque, de modo que en el once inicial no salían ni Quaresma, ni Brahimi ni Óliver Torres, y su testigo lo recogían Tello y el también español Adrián López. El futbolista cedido por el Barça repitió en banda derecha, la de Neves pero no de Danilo, que seguramente pensando en el partido de anoche, cedía su sitio a Ricardo. El extremo se fijó muy abierto a la banda, lejos del lateral de su equipo para que en la distancia entre ambos el interior encontrara la zona desde donde llevar al equipo arriba. No tuvo tiempo para mucho más, y tras un par de carreras en profundidad a la captura de un balón puesto en diagonal, en el minuto 14 se lesionaba y en el 16 tenía que abandonar el campo. Estará fuera dos semanas, dos semanas en las que su contador no podrá seguir sumando. Cuenta con poco más de una hora de juego en su nuevo club, y hasta ayer había participado decisivamente en dos de los cuatro goles que llevaba anotados su equipo esta temporada.
