
¿Cómo marca sus goles el Barça 2014-15?
Atracción en la derecha, definición en la izquierda -Ataque posicional (I)
De todos los mecanismos de juego que tiene asentados el Barça con balón en campo rival, este es el más productivo. El que de forma colectiva logra traducir un mayor número de ataques en gol. Se origina en banda derecha y tiene como perfil de finalización la banda izquierda. Con un protagonista inicial que siempre es Leo Messi y uno final más variable, la jugada nace cuando con el argentino en la derecha el equipo atrae sobre él la mayor parte de las vigilancias de su adversario. Su amenaza en el regate, el movimiento de compensación en banda de alguno de sus compañeros o los apoyos en corto para asociarse, son los imanes que obligan a una basculación muy pronunciada del sistema defensivo rival. Vaciada con ello la otra orilla del campo, el lado débil del ataque culé es activado con un envío diagonal del diez que busca, normalmente al espacio, la llegada de Neymar o Jordi Alba. Si el destinatario es el delantero, su posición y dirección del movimiento normalmente desembocan en un remate a puerta del brasileño -atacando el lado débil es como ha logrado un mayor porcentaje de goles esta temporada- mientras que si el pase llega a Jordi Alba, la jugada suele continuar con una dejada atrás o en horizontal del lateral para que un compañero mejor orientado al arco finalice.
El origen de la jugada, en una acción individual – Ataque posicional (II)
El segundo grupo de goles logrados más cuantioso en número, se enmarca en el de las acciones cuyo origen y posterior desarrollo están estrechamente ligadas a una acción individual de mérito más que a un sostén táctico. Son aquellas en que el Barça hace valer la calidad y talento individual de su plantilla -principalmente de sus tres delanteros- para desequilibrar en escenarios cerrados. El desborde en el uno contra uno de Messi y Neymar especialmente cuando reciben abiertos y el rival no puede hacer llegar hasta ellos todas las ayudas necesarias sin desatender otras zonas igualmente peligrosas, las maniobras de Luis Suárez tanto en el área como fuera de ella cuando viniendo a recibir en el apoyo arrastra a un central y lo aleja de una posible cobertura, o la capacidad de cualquiera de los tres o de Andrés Iniesta para abrir una rendija en la frontal y filtrarse por ella, son las principales soluciones que encuentra el Barça en esta categoría para alcanzar el gol.
Con un delantero picando al espacio – Ataque posicional (III)
En tercera instancia, los goles del cuadro de Luis Enrique cuando ataca en posicional llegan mediante un desmarque al espacio de uno de sus puntas. Principalmente lanzados por Neymar y Luis Suárez -también por Pedro, Munir y en ocasiones por Messi-, éstos aprovechan, así, los metros que dejan en ocasiones las defensas rivales cuando tratan de achicar el espacio por el que mueven el balón Leo Messi y los centrocampistas blaugranas. Se trata de una acción que puede darse tanto cuando el Barça tiene el balón cerca de la banda como cuando concentra sus esfuerzos por dentro, y que tiene a Messi y Rakitic como principales asistentes, siendo Xavi, Iniesta y Busquets los secundarios.
Estirar hacia el banderín – Ataque posicional (IV)
Menos cuantioso en comparación al resto pero igualmente apreciables como recurso, la presencia de Dani Alves profundizando por banda derecha sigue brindando al Barça la oportunidad de pellizcar hacia el córner a la defensa y abrir espacios interiores que habilitar posteriormente con el pase atrás. En este tipo de situaciones, también desde el centro ha encontrado portería, en este caso normalmente no de forma directa sino indirecta, ganando el rechace en la frontal o un rebote en el área desde el que dañar a una zaga previamente desorganizada. Es un tipo de jugada en la que el Barça insistía más durante el primer tramo de la temporada -goles, por ejemplo, en la jornada 1, 6 y 8- que en la actualidad, pues el lateral brasileño tiene ahora un papel distinto más enfocado a la superioridad en mediocampo con y sin balón. Aún así, de forma puntual como el pasado fin de semana en Córdoba, con ventaja holgada o marcador desfavorable, puede volver a utilizarse.
Tras recuperación arriba – Ataque en transición (I)
Al Barça, en transición ofensiva, distribuye sus goles en dos grupos de idéntico reparto. El primero de ellos es el de los tantos que llegan después de robar el balón todavía en el campo propio del rival, generalmente cuando éste trata de salir a la contra después de que los culés no hayan podido finalizar con éxito su ataque. Aunque la presión azulgrana se despliega de forma bastante colectiva, el principal recuperador de balones en este tipo de acciones es Sergio Busquets, que esperando por detrás de la jugada ataca al balón yendo hacia adelante. Una vez recuperado el esférico y dependiendo de la altura a la que se produzca el robo, la acción continúa bien con un pase directo a uno de los tres delanteros ya en el último tramo del campo, o con una escala intermedia que normalmente es Leo Messi para que sea éste el que finalmente asista a Neymar o Luis Suárez.
Al contraataque – Ataque en transición (II)
Las contras iniciadas desde campo propio componen el otro grupo de goles del Barça logrados en transición. Tienen su origen en un robo en zona retrasada, una imprecisión técnica o un ataque rival mal finalizado -también en una atajada del guardameta con una posterior salida rápida- y utiliza como baza a su favor el hecho de que a menudo los tres atacantes culés aguardan descolgados arriba cuando su equipo no tiene la pelota. La autonomía de Messi, Neymar y Suárez en este tipo de acciones es enorme y su lectura del contraataque brillante, lo que les permite emprender la ofensiva sin tener que esperar a más compañeros y por lo tanto negándole el tiempo necesario al rival para que más futbolista lleguen a socorrer a la defensa. Como en el grupo interior, si la contra precisa una parada intermedia antes de entrar en fase de finalización, ésta suele protagonizarla Leo Messi para posteriormente conducir o lanzar a uno de sus dos acompañantes de línea.
A balón parado
Hasta 19 goles -sin contar penaltis- ha conseguido el equipo de Luis Enrique a balón parado en lo que va de campaña. Más productiva a medida que pasan los meses y con el pico de resultados más alto en la actualidad, la estrategia ofensiva azulgrana ha tenido menos peso en Champions League que en Liga o Copa del Rey.
De la casi veintena de goles contabilizados, cuatro han llegado después de un tiro libre directo -dos de Messi, uno de Neymar y uno de Mathieu en Copa-, seis al remate de una falta lateral y diez en un saque de esquina. Piqué es el que más veces ha culminado en gol un lanzamiento de falta colgado desde el costado, anotando contra APOEL, Córdoba y Elche, las dos primeras veces anticipándose a su marcador y en la última ganándole el segundo palo a la defensa. Le sigue Jérémy Mathieu, con sus dos tantos consecutivos en el clásico y en Balaídos, adelantándose a Sergio Ramos en uno y rematando en el segundo palo en el otro. Completa la nómina de blaugranas que han rematado a la red tras una falta lateral, Neymar, que lo hizo ante el Sevilla en el Camp Nou. Xavi en cuatro ocasiones y Messi en dos, fueron los asistentes.
En cuanto a la estrategia en los córners, también Gerard Piqué ha sido el culé más peligroso. En este tipo de acción ha visto portería contra Espanyol, Villarreal, Rayo Vallecano y Córdoba, y es el principal objetivo en la mayoría de lanzamientos. De hecho, en otros dos goles algún compañero ha terminado marcando aunque el balón en primera instancia buscaba al central. La estrategia más habitual consiste en un movimiento general de los posibles rematadores arrastrando hacia el primer palo y limpiando la zona central para la llegada del catalán. Sin él, ante el Almería en el Camp Nou, Marc Bartra fue el beneficiario de este funcionamiento. Una segunda estrategia pasa por el recorrido en comba de un azulgrana -normalmente Mathieu- para llevarse al rival que cubre la zona más alejada del lanzamiento y que Piqué, en este caso, remate libre en el segundo palo. En tercer lugar, también tras aclarado en el área grande para la entrada sorpresiva de un rematador inesperado -Messi o Jordi Alba- se ha apuntado el Barça goles gracias al balón parado.