Amrabat sin mediapuntas
El Málaga de Javi Gracia fue uno de los conjuntos más redondos de la temporada pasada. Más allá de quedar como el único rival al que el tricampeón no pudo hincarle el diente, el equipo andaluz fue uno de los mejor armados del campeonato. Flexible para el cambio, se trató de una formación que dependiendo del momento de la temporada se apoyó en unas piezas claves o en otras. Contó con varias por línea, y era de esperar que en verano tuviera lugar la desbandada que suelen sufrir los modestos cuando sobresalen. La buena noticia para los boquerones, no obstante, es que pese a las salidas de los Samus, Juanmi o Luis Alberto, han logrado mantener a hombres como Roberto Rosales, Ignacio Camacho, Sergi Darder o, sobretodo, Nordin Amrabat. Punta singular el curso anterior, el neerlandés inicia el actual con el contexto cambiado. Hasta comprobar si los Horta, Tighadouini o Juanpi Añor logran disimular la pérdida en bloque de la segunda línea malacitana, se apunta que el técnico navarro, por el momento, va a encargarle la tarea a él.
Ya como hombre más adelantado su movilidad tendía a hacerle caer a bandas o aparecer en tres cuartos, algo que en ocasiones fue conato de problema cuando el juego desplegado por su equipo en la frontal y del que Nordin también participaba, no encontraba en el área rematador que convirtiera en prosa a la poesía. Entre todos alisaban el mantel pero a veces faltó quien se sentara a la mesa. Este mercado de fichajes, sin embargo, ha traído hasta la Costa del Sol a Charles, Duje Cop y, a última hora, Roque Santa Cruz. El ex del Celta y quien fuera compañero de Halilovic en el Dinamo de Zagreb, ya compartieron la delantera blanquiazul en la primera jornada de Liga, acompasados para mezclar apoyos y rupturas y garantizándole a su equipo presencia en el área. Mientras tanto Amrabat, con libertad desde la banda, respondía a la nueva situación con una actuación todavía incómoda. Le han quitado la línea que tenía detrás y se la han puesto delante, pero teniendo en cuenta sus características y las de sus acompañantes, no hay motivo por el que no pueda funcionar.