Puntas y esquinas
Si por algo se caracterizó el primer curso de Luis Enrique al frente de la nave culé, fue por su ruptura. Por establecer la necesaria barrera entre un ciclo anterior ya exprimido y uno nuevo que estaba por nacer. Haciendo hincapié en la brecha, una de las novedades más simbólicas fue la renuncia a aplicar la receta del juego de posición que no solo fue marca de agua del último proyecto, sino también de los anteriores que desde 1989 saborearon el éxito. En pos de ofrecerle a su rutilante tridente ofensivo la libertad total, el juego del Barça 2014-15 suprimió las rutinas, las pautas establecidas y la compartimentación posicional. La apuesta, a lo largo de toda la temporada, solo tuvo una excepción, y fue en la visita del conjunto azulgrana al Ramón Sánchez-Pizjuán para medirse al Sevilla de Unai Emery, su rival esta noche. Resulta difícil ubicar aquellos primeros 45 minutos dentro de la línea argumental que siguieron los de Luis Enrique la anterior campaña. Fue una excepción sin precedente ni continuación. La constatación de que este equipo también tiene dentro esa versión aunque por regla general opte por no rescatarla. Incluso hoy que una de las tres explicaciones del cambio no estará, y otra llega con pocos entrenamientos en las piernas, lo normal es que veamos la cara más habitual de los catalanes, el Barça de la MSN.
De los tres delanteros culés, Luis Suárez es el que llega más rodado, y no solo por eso se presume como una de las claves del encuentro. El conjunto de Unai sufre defendiendo la zona que ataca el charrúa, pues sus centrales no terminan de ofrecer la total de las garantías cerca de su portería. Por delante, Krychowiak y M’Bia la pasada temporada fueron una barrera complicada de superar incluso para los más expertos destructores, pero entre ellos y el guardameta, la salida de Federico Fazio se hizo notar. Como añadido, a Nico Pareja le faltan todavía algunos meses para recuperarse de su lesión, y Carriço ha caído en pretemporada. Al centro de la defensa sevillista, por lo tanto, opositan el canterano Luismi, un Krychowiak reubicado y los franceses Kolodziejczak y Rami, que no son precisamente especialistas de área sino más bien dos zagueros con muy buen potencial físico y dados a la anticipación, pero con lagunas tácticas y una alarmante tendencia al error. Enfrentados a un ariete que exige tanto, tanto tiempo y tantas cosas distintas como Luis Suárez, necesitarán protagonizar un partido que hace tiempo no firman o un plan detalladamente medido de su entrenador como apoyo.
Si por el lado azulgrana el 9 uruguayo puede ser el factor clave, en la pizarra del Sevilla el nombre subrayado será el de Konoplyanka, tanto si sale de inicio como si su oportunidad no llega hasta el segundo tiempo. El ucraniano es el gran refuerzo del verano sevillista, el futbolista que desde una demarcación distinta debe recoger los galones de estrella que dejó al salir Carlos Bacca. Futbolista que mezcla la verticalidad y la pausa, eminentemente de banda y balón al pie, es del tipo de atacante al que este Barça prefiere no enfrentarse. Un extremo izquierdo especialista en el contraataque, trabajador en defensa y, sobre todo, que estire los ataques de su equipo hacia la esquina izquierda. Una de las claves defensivas de los de Luis Enrique el curso pasado, estribó en pedirle a Piqué que se alejara poco del carril central cuando los catalanes no tenían el balón. A fin de cuentas, las porterías están en el centro, Gerard es el zaguero con más talento defensivo de la plantilla y además sufre cuando le hacen caer a banda. Si a esto sumamos los pocos centímetros que aporta Mascherano a la hora de disputar un centro lateral contra el delantero de turno, y que Piqué es de esos futbolistas de puesta a punto lenta, al que los inicios de campeonato suelen dejar en mal lugar, la presencia de Konoplyanka en el lado de Dani Alves es, potencialmente, un peligro importante que puede verse incrementado si Tremoulinas decide incorporarse dejando tras de sí a Messi con Krychowiak.
Más controlado puede estar, a priori, el movimiento favorito de Ciro Immobile. El italiano, como su alternativa Gameiro, es un punta profundo y punzante que reduce gran parte de su abanico al desmarque vertical. Apenas se descuelga entre líneas ni acude a banda para arrastrar marcas, sino que su obsesión es la espalda de los centrales. Aquí, siendo cierto que el juego del Barça invita a pensar que los metros regalados entre la zaga y el portero son terreno abonado para los delanteros, el hecho es que con los números en la mano el conjunto entrenado por Luis Enrique no encajó de este modo. Sea por la rapidez con que Ter Stegen acude fuera del área a interceptar el pase, por el instinto de supervivencia de Mascherano corriendo hacia atrás, la habilidad de Piqué para contemporizar la contra rival o por la presión adelantada a que somete el cuadro culé al pasador rival, tratándose de una jugada muy peligrosa sobre el papel, la temporada pasada apenas la lamentó.
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Iniesta10 11 agosto, 2015
Hay jugadores muy poco rodados, como Alves o Mascherano. Hay que tener mucho respeto por el Sevilla, estamos a principios de temporada y las cosas están más igualadas.
Suerte Barça!!!
Iniesta10 11 agosto, 2015
Adama vendido por 12 M€. Una excelente noticia. Buen comienzo de Roberto.