
Sin Messi también cambia la defensa
Este sábado se enfrentarán dos incógnitas en el Ramón Sánchez-Pizjuán. Por un lado estará el Barça sin Leo Messi, es decir, uno nuevo, que tras el esperable shock ante el Leverkusen y sin Andrés Iniesta deberá empezar a dejar muestras de tener una alternativa sobre la que trabajar durante las semanas en que falte el argentino. Por el otro, un Sevilla en situación difícil, muy nervioso y al que le empiezan a surgir las dudas tras un flojo inicio de temporada, que vivió su último capítulo, cómo no negativo, esta misma semana en Turín. Contra una Juventus que también ha tenido un comienzo de curso tortuoso principalmente en la Serie A, los de Unai Emery concluyeron los 90 minutos con un solo disparo a portería, que enfrentado a las dos decenas que intentó su oponente deja un crudo retrato de lo que fue la actuación hispalense y la superioridad italiana. Superioridad ofensiva y defensiva, yendo ambas de la mano como ocurre tantas veces. También en lo que ha sido el Barça de Luis Enrique desde que Messi encontrara su sitio en el sistema, pese a que individualmente Piqué y tácticamente Alves fueran a su vez explicaciones de peso. Como sucede con el juego de ataqué culé, también la propuesta defensiva ha dependido en gran medida del impacto de su crack.
Lo ha hecho desde tres puntos de vista a la postre fundamentales: Por situación, por disposición y por respuesta. En cuanto a la primero, y se pudo ver el martes, Leo es el futbolista que permite al Barça asentarse arriba. Sacar el balón cuando la rendija no aparece, atravesar el mediocampo rival y acomodar el juego en la frontal del adversario, y todo esto sin que el equipo tenga que forzar demasiado la estructura. Apenas necesita colaboración más allá de un primer pase limpio y movimiento por delante suyo. En cambio, sin los recursos que proporciona el 10 para trasladar la pelota a la zona que más interesa, contra el Leverkusen los azulgranas sí tuvieron que extremar su comportamiento posicional para generar espacios y líneas de pase casi por desgarro. Los interiores se abrieron hacia los lados, los laterales esperaron el balón desde muy arriba, los delanteros se fijaron… todo el conjunto se abrió quedando expuesto frente a una eventual pérdida de balón que se presentaba sin barreras en transición defensiva ni proximidad entre las piezas para poder ejercer la presión en ventaja.
Además -y esto ya pertenece al segundo motivo- el ataque del Barça con Messi coloca a todas las piezas que se reparten sobre el césped, de modo que la recuperación del balón por parte azulgrana sea más fácil. A unos -los suyos- los junta, les permite adelantar posiciones y orientarse de cara al guardameta rival. A los otros, en cambio, los retrasa, los desordena y los gira hacia el fondo que defienden. Sobre todo a partir de su envío diagonal hacia el sector izquierdo, un automatismo clave en el escenario post-pérdida por lo antes comentado y cuyo desgaste debido a las puntuales ausencias de Alba o Neymar ya se ha hecho sentir en el trabajo de contención de los catalanes en este inicio de temporada, y es que cuando han coincidido los tres, los rivales han disparado casi un 40% menos sobre la portería culé. Y nos queda el tercer punto, el de la respuesta del adversario, que con Leo sobre el campo oscila entre el miedo y la prudencia. Nadie, o casi nadie, con la MSN pero sobre todo con el argentino como amenaza en una hipotética contra, se atreve a irse al ataque con la misma alegría que si no estuviera. El contrario, como es lógico, toma precauciones y muy pocos riesgos, ataca defendiéndose, guardándose de una posible réplica con sus futbolistas en posición y descolgando solo a aquellos que sea estrictamente necesario.
Cabe preguntarse cómo atacara el Barça sin Leo Messi para saber cómo defenderá. O, teniendo en cuenta lo parvo del fondo de armario que manejará Luis Enrique, si será la nueva fórmula defensiva la que defina a la ofensiva. ¿Puede elegir el Barça cómo atacar estas semanas? ¿Y cómo defender? Ante el Sevilla tendremos la segunda oportunidad de empezar a hallar respuestas.
Halilović 10 2 octubre, 2015
Bueno ante este nuevo escenario Piqué volvera a sufrir al no estar tan bien resguardado por el segundo tapon, imagino que Bravo volvera al titular y Mathieu seguramente sera central titular, tambien parece como que en este momento es mas util S.Roberto que Alves en el lateral, igual es buen momento para probar el invento de Alves interior.
Ya desde pretemporada me da la impresión que el equipo esta padeciendo mas que el año pasado en jugadas ABP, y no a habido cambios, juegan los mismos, y el año pasado defensivamente era una fortaleza, hasta el punto de regalar corners como mal menor en algunos partidos, es un declive de concentracion? tiene algo que ver con Ter Stegen?
Parece claro que el juego del Barça pasa por abrirse e invitar al rival a salir, yo no tengo tan claro que el rival se la juegue, siguen estando Neymar y Suarez, y los rivales que vienen ahora tampoco es que tengan mucho talento y mordiente.
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Comparto este articulo que me ha gustado: https://grup14.com/article/the-challenges-that-la-masia-players-must-overcome-to-reach-the-top
Kim jong un 2 octubre, 2015
Espero que la gente no “mate” a Ter Stegen, es muy joven y es normal que cometa errores, es peligroso que la duda se instale en su mente, si esto sucede sera otro Bahia(menos guapo).
Recuerdo al joven Valdes perpetrando actuaciones terribles en su juventud, despues se transformo en el mejor portero de la historia del club, tengamos paciencia, eso si en estos momentos de duda la vuelta de Bravo parece vital.
esevidente 3 octubre, 2015
Ha ocurrido con Messi jugando, una exageración de parte de sus compañeros en pasarle la pelota en tiempos de paz y de guerra, cuando después de devoluciones repetidas, Messi daba a entender aquello de: cambiala, pasala a otro che! Eso lleva como actitud a un empobrecimiento del futbol al desechar alternativas de juego que incrementan el ritmo del partido y como consecuencia aprietan mas al contrario. Por parte de Messi, el futbol sigue a un nivel superior – si descontamos los contraataques de pelotas perdiadas en los “repetidos e innecesarios” pases asfixiantes a Messi-.Jugando al futbol la intensidad y la variedad son para mí, lo primero. Quitarle al dios del futbol la posiblidad de decidir cuando entrar en juego es atosigar su futbol. Juguemos con responsabilidad y no solo juguemos para pasársela a Messi. Ahora toca el Sevilla sin Messi. Haber como lo gestionamos.
esevidente 3 octubre, 2015
A ver como lo gestionamos quise escribir.