
Messi y Piqué estarán
Un partido aplazado por disputar siempre resulta especialmente peligroso. Visto con los ojos del equipo grande, el duelo pendiente suele computar, aún antes de jugarse, como esos tres puntos que hacen falta para hacer la proyección real de la situación respecto a sus máximos competidores. La victoria, muchas veces, casi se da por hecha. Y no será porque en el campeonato español se venza a domicilio sin complicación. No le resultó sencillo al Barça volver con los tres puntos de Málaga, Bilbao o Valencia, y lo fue tampoco anoche por mucho que en el once de Abelardo solamente repitieran el guardameta y Meré respecto a su último partido de Liga. Bien organizado sin balón y saliendo con intención a la contra, aprovechando alguno de los puntos débiles que muy claramente expuso el Barça en El Molinón, los locales aspiraron a sacar algo positivo de su enfrentamiento con el líder hasta que la voracidad de Luis Suárez selló el triunfo culé.
También el once de Luis Enrique presentó algunas novedades. A nivel táctico la más destacable fue la rotación de Iniesta, que esperó en el banquillo cediendo su lugar en el once a Arda Turan. El turco, que cuando antes había compartido mediocampo con Rakitic había adoptado una posición de partida muy escorada hacia la izquierda, en esta ocasión tuvo la orilla más como destino que como origen. Fue el interior izquierdo del dibujo. Lo que ocurre es que Arda no es un director de juego como está siendo este curso Andrés Iniesta, y pese a que el turco hizo ademán de participar más, por ejemplo, en fases iniciales del juego, la responsabilidad como interruptores en campo rival la volvieron a tomar Messi y Neymar. La Pulga contó por su banda con el sube-baja de Aleix Vidal, y el brasileño con Arda, con quien intercambiaba posiciones para terminar en la frontal. En cuanto al tercer integrante del carril, el más afortunado fue el perfil de Messi, pues mientras en el derecho Rakitic actuaba como continuador ofensivo y contrapeso sin balón, en el izquierdo Adriano no constó. Al menos así lo interpretó el Sporting, que en fase defensiva mandó a su centrocampista de banda derecha -Pablo Pérez- a defender el carril central para sumar dos piernas extra en la zona más amenazada. Sólo volvía al costado cuando el esférico llegaba a los pies de Adriano.
A Mathieu, de hecho, tanto en ataque como en defensa prácticamente le tocó ejercer doble rol, el de central que le había encomendado su técnico y el de lateral. Por suerte para él, Busquets pasó muchos tramos entre centrales para generar superioridad en la salida ante Castro y Halilovic, y por momentos eso compensó el desajuste. El Sporting, por su parte, vio claro el agujero y con Pablo Pérez en la primera mitad explotando la disputa aérea y Halilovic en la segunda con el balón al pie, dirigió hacia allí sus esfuerzos para darle respiro al equipo y un camino por el que inquietar. En este escenario de complicaciones, las dos grandes noticias para los azulgranas, más allá del resultado, fueron los estados de forma mostrados por Leo Messi y Gerard Piqué, que confirman que los dos grandes héroes del triplete, los dos futbolistas que tiranizaron a lado y lado del campo durante la andadura del Barça invencible de la temporada pasada, vuelven a estar listos y en la rampa de salida. Uno volvió a poner en ventaja a los suyos en el marcador -y lo hizo por partida doble-, y el otro sofocó cualquier fuego que amenazara con quemar en los instantes de mayor zozobra. También Abelardo tendrá motivos para la satisfacción pese a salir derrotado, pues asistió a un ejercicio competitivo loable de sus no habituales y comprobó con regocijo que Jorge Meré no será un central de categoría mañana, sino que ya lo es hoy.
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George Best the best 18 febrero, 2016
Visto lo visto, con repliegue bajo hoy no se le complica la vida al FCB, es cuestión de tiempo que aparezca un espacio, una pared relámpago, un imposible de Neymar, cualquier cosa de Messi o lo que sea. Los últimos equipos que le han complicado algo ha sido con presión en la salida de balón, por lo menos durante un tiempo. Creo que Abelardo, a la espera de compromisos más de “su liga” sólo pretendió minimizar daños. Enorme Piqué atrás y el impacto (cada vez más con balón) de Busquets en el equipo es bestial: serenidad en la salida del balón, jerarquía, manejo de tiempos, etc., es tremendo. Para Messi se acaban las palabras, porque siempre se quedan cortas.
Hacía mucho que no veía al Barsa en directo, es impresionante la finura técnica de casi todos y el mimo y aprecio que el equipo tiene en el pase y en mantener la pelota. Nunca antes había tenido esa sensación con ningún equipo en directo.
Coincido con lo de Meré, con sólo 18 años, tiene una colocación bestial y crece partido a partido. Si mantiene buena cabeza va a ser un central bestial.
vi23 18 febrero, 2016
Sí, esa que fue la cruz del final del Barça del juego de posición (el repliegue bajísimo) parece que con Neymar, Messi más fuera y Suárez más dentro, no resulta tan efectivo como cuándo estaban Alexis y Pedro flanqueando al crack
michel 18 febrero, 2016
Llegan los octavos de la Champions y Messi se muestra intratable