
Nueves para una Final
En la Final de Copa del próximo sábado, se verán las caras dos nueves muy distintos. Pese a la versatilidad que ha mostrado este curso el Deportivo Alavés, los de Pellegrino y el Fútbol Club Barcelona representan dos ideas de juego, normalmente, enormemente contrapuestas. El primero se ha hecho fuerte en área propia, a partir de un repliegue ordenado y numeroso que trata de fortificar cualquier acceso no contemplado y peligroso al área de Fernando Pacheco, mientras que el segundo persigue un partido disputado lejos de su propio guardameta para que pueda desarrollarse cerca de sus argumentos individuales de ataque más poderosos. Uno es el equipo de Llorente, Theo, Laguardia, Pacheco o Manu García, y el otro el de Messi, Neymar, Luis Suárez o Iniesta. No resulta difícil adivinar, por lo tanto, que el modo de unos y otros de rodear a sus referencias ofensivas, así como los perfiles requeridos para desempeñarse en estas posiciones, resultan igualmente enfrentados. A ambos extremos del campo, a los dos puntas de lanza se los espera como protagonistas, aunque desempeñando papeles muy diferentes en el guión del encuentro.
Tratándose el Alavés de un conjunto que habitualmente forma su bloque más cerca del área propia que de la contraria, y asumiendo vistos los precedentes que este comportamiento ante el Barça puede incluso exagerarse, el juego de su delantero centro normalmente viene marcado por la soledad y por la capacidad que demuestre en ella para seguir siendo productivo. Puesto que ni el titular Deyverson Silva ni su alternativa Christian Santos son dos arietes que directamente se creen las oportunidades a muchos metros de la portería, su contribución en estos escenarios de aislamiento suele vincularse más con el tiempo como favor para su equipo y el desgaste como castigo para el rival. Ambos protegen y tocan el balón de espaldas al arco, arañando segundos de continuidad al intento del adversario por recuperar el control del cuero y permitiendo a sus compañeros ganar metros y acercarse a la acción de ataque. A ras de suelo el venezolano y también en la disputa aérea el brasileño, son el apoyo en inferioridad sobre el que hacer descansar los balones a la espalda de la presión. Últimos hombres con participaciones muy tempranas, como posibilitadores en solitario de contextos que puedan implicar a más piezas. Además, principalmente Deyverson, es experto en sacar petróleo de la brega en forma de faltas, errores o balones divididos que a partir de pequeñas ventajas construyen una escalera para su equipo por la cual ascender. Cuando más solo está, mejor parece pasarlo.
En frente, Paco Alcácer, es todo lo contrario. Delantero de pocas participaciones y zona de influencia reducida, sus características requieren de un contexto que sitúe el juego cerca de su posición y que sea capaz de abastecerlo en los últimos metros. Dada la naturaleza estructural del Barça en el que ha recalado, construido a partir más de los aportes individuales que de bases compartidas, ser un ariete tan distinto al titular Luis Suárez no le ha ayudado en el día a día. El Barça necesita al uruguayo para definirse como colectivo, y como Paco no puede hacerlo de la misma forma, las ausencias del charrúa han desembocado en presentaciones del equipo menos reconocibles a través de las cuales ha resultado dificultoso orientar el juego en la dirección que más favorece a Alcácer. No por nada, aun siendo un delantero aparentemente no muy adaptable a los costados, ha sido en ellos, pudiendo compartir once con Luis Suárez, cuando el valenciano ha ofrecido alguna de sus mejores versiones, sumando más desde el movimiento que desde la participación, y trabajando en favor de un mecanismo ofensivo activado previamente por sus acompañantes.
Ante el Alavés no estará Suárez y, previsiblemente, a Alcácer le toque volver a su posición habitual de delantero centro. En su regreso, es probable que juegue a su favor la evolución que ha sufrido el Barça de los últimos meses a través de la figura de Neymar Jr, habiéndose convertido el brasileño, desde la izquierda, en una alternativa a lo que representaba el 9 tanto a nivel de juego como de sistema. Últimamente, para hacer girar la rueda, Ney empuja más que Luis, en su rol de generador desde el carril zurdo que viene permitiendo al Barça tanto el desequilibrio como la altura o el abastecimiento del carril central. Así pues, si Neymar logra mantener sus efectos sobre el fútbol de los de Luis Enrique, es probable que los culés reciban la diferencia de Alcácer respecto al punta titular de forma menos abrupta, alimentando independientemente del relevo constantes como la progresión, la generación de oportunidades o la presencia en la frontal del área. Un camino que le ofrecería a Alcácer el contexto acorde al tipo de delantero centro que es.
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– Foto: Lluis Gene/AFP/Getty Images
TiburonPuyol 25 mayo, 2017
Laguardia apunta a ser una baja importante.
Veremos si Pellegrino juega con 3 centrales (Alexis Feddal y Ely) o con defensa de 4.
Coincido en que la mejor versión de Alcacer ha sido en las bandas, recuerdo el partido del Camp Nou contra el Alavés y el recuerdo de Alcacer no es muy bueno en ese partido.
Tengo mis dudas sobre su titularidad. La baja de Sergi Roberto puede influir también. Sin un lateral derecho, puede que Lucho considere una defensa de 3, y con Alba de Carrilero (Alba era el sacrificado en una defensa de 3 donde Neymar tenia que hacer algun esfuerzo defensivo) . Por el otro lado André (me gusto el paritdo contra Osasuna en esa posición)
Con Busquets Rakitic e Iniesta, y arriba Messi y Neymar.
André y Alba abrirían el campo (que harían las ayudas defensivas en las contras), las llegadas de los interiores. lo veo factible.
Con una defensa de 4 se daría varias veces que Theo supere al lateral y pique tenga que cubrirle, dejando mas espacios por dentro para el pase.
Con una defnesa de 3, cuando Theo superé a André, tendrá que superar a MAsche, quedando Pique y Umtiti en el eje central, más busquets siempre y Alba habiendo llegado or su rápidez para cubrir a otros rivales.
Morén 26 mayo, 2017
Me parece interesante lo de la doble barrera para Theo en banda, sobre todo porque la primera podría ir a buscarlo arriba que es donde nace su principal peligro, la arrancada. Pero me genera muchas más dudas lo de sacar a Neymar de la banda tal y como está actualmente funcionando el Barça. Ney se está erigiendo durante las últimas semanas en el gran generador de acciones ofensivas del Barça. Es el delantero que más veces recibe y a partir del cual los demás pueden intervenir en las zonas que más les interesa. Y claro, eso lo está haciendo empezando desde la orilla y con posibilidad de participar bastante abajo.