
El rombo de Valverde
Son ya diez jornadas de Liga sin que el Barça conozca la derrota. Las ideas de Valverde sobre su equipo, a la espera de medirlo en las fases más exigentes de la temporada, se han revelado especialmente efectivas para puntuar con constancia en el campeonato doméstico. La estabilidad táctica consecuencia de asentar ciertas posiciones, el caudal numérico que supone acercar a Leo Messi a la definición y la lectura particular del Txingurri para adaptar la pizarra a los escenarios particulares que le propone cada adversario, son tres de los soportes más firmes de un camino en el que los azulgranas sólo han visto escapar dos puntos. A propósito de ésto último, la visita barcelonista al nuevo San Mamés enseñó una nueva carta en la lista de planteamientos y medidas adoptadas por el técnico a lo largo de las primeras diez jornadas, sorprendiendo con la apuesta de dar forma a un rombo en el mediocampo. Con Rakitic en la derecha y André Gomes en la izquierda, más próximos a la cal que a Sergio Busquets, y formando Paulinho por delante del mediocentro, saltaron los catalanes al césped con aparente clara intención de no arriesgarse a perder el balón en zonas comprometidas.
Sin Iniesta lesionado, la presión que el Txingurri tanto explotó en Bilbao podía convertirse en una prueba con doble filo para los culés, por lo que de inicio el planteamiento de Valverde primó la seguridad al ritmo. Con el triángulo compuesto por Ter Stegen, Piqué y Umtiti asumiendo peso en los primeros pases, y dibujando dobles parejas en las bandas para ensanchar al rival y generar espacios en el carril central, la propuesta visitante sirvió para construir una ruta de ascensión más o menos aclarada conectando a Sergio Busquets con Messi. Puesto que, mientras el objetivo principal del Barça fue no comprometer el cuero en zonas donde no estuviera preparado para perderlo, el del Athletic pareció ser el de no dejar más espacios de la cuenta a la espalda de su línea medular, lo cierto es que la agresividad de la recuperación local, más que resultar un mensaje colectivo corrió a cuenta de determinadas piezas de forma individual. Destacó en ello la de Raúl García. El navarro, situado en la mediapunta por detrás de Aduriz, quedó emparejado, así, con Sergio Busquets, en un duelo de mayor intensidad que el resto en el que el mediocentro azulgrana hizo valer el contexto que le permitió su entrenador para esquivar la marca y progresar con el cuero.

– Las posiciones abiertas de Ivan Rakitic y André Gomes contra el Athletic Club en San Mamés. (mapas de calor vía squawka.com) –
Si a través del catalán pudo el Barça avanzar con el esférico, bastantes más problemas encontró a la hora de aclarar el horizonte de sus ataques posicionales. Al menos con empate, tuvo pocas posibilidades de correr ya que por un lado su prudencia con la pelota lo sujetaba y por el otro la cautela defensiva del Athletic no abría más puertas de las debidas. Teniendo, pues, que madurar la jugada, constó la naturaleza de la alineación presentada, con poca creatividad en mediocampo y sin ningún extremo que desde la banda pudiera sacudir la estructura de contención rojiblanca. Además, pese a su buen entendimiento con Paulinho, sólo pudo encontrar Messi de forma muy puntual la oportunidad de una réplica veloz y precisa para sortear el escenario hilando paredes. La solución que sirvió para sobreponerse al atasco fue la recurrente conexión entre Leo y Alba, mecanismo asentadísimo del catálogo de jugadas culé y una de las vías más productivas que tiene en su mano Valverde para alimentar al argentino en boca de gol. No en vano, durante los dos partidos en los que recientemente el Barça no había podido contar con su lateral izquierdo titular, Messi no había podido marcar de jugada.
Si el argentino fue el protagonista en el área del Athletic, Marc André ter Stegen y Samuel Umtiti lo fueron en la barcelonista. Sus respectivas actuaciones no pusieron sobre el verde solamente el talento y nivel que ya han acreditado en otras ocasiones, sino que esta vez lo presentaron sobre una bandeja de aplomo y jerarquía que le dio a sus atributos una consistencia e impacto incluso superiores. Fueron clave los dos tanto cuando de forma más aislada los locales consiguieron traducir la mustia actuación de su rival en acercamientos peligrosos, como cuando, ya en el segundo tiempo, los hombres de Ziganda pudieron inclinar el campo sobre el área del alemán. No lo hicieron con un fútbol ágil y fluido, pero sí que ganando posiciones por banda, ocupando el remate y cargando la zona de rechace, jugaron arriba.
Dado que cuando el Barça no tenía el balón Paulinho seguía ubicándose por delante de Busquets, obligando con ello a Rakitic y André Gomes a centrarse para arropar al mediocentro, el Athletic pudo hallar ventajas por fuera, especialmente en un carril izquierdo donde la pareja compuesta por Lekue e Íñigo Córdoba le buscaron las cosquillas a Sergi Roberto rompiendo al lateral hacia la línea de fondo. Tardó Valverde en mover ficha, pero cuando lo hizo acertó en el diagnóstico y en la receta, dando entrada a un lateral natural como Semedo y adelantando a Sergi Roberto al mediocampo. Mejoró, de este modo, la respuesta defensiva por banda, y más importante todavía, reforzó los argumentos en la medular para sumar pases y segundos con el cuero, juntándose Roberto a Busquets y Messi. Viendo que las últimas semanas de Rakitic no destilan la misma delicadeza desempeñando un rol que fue clave en la definición inicial del proyecto, la participación de Sergi fuera del lateral se adivina cada vez más necesaria.
Artículos relacionados:
– Foto: David Ramos/Getty Images
Javi 30 octubre, 2017
Buen análisis. Inexplicable victoria, si no fuera por la presencia de tres colosos como Ter Stegen, Umtiti y Messi.
¿Por qué tardó tanto Valverde en hacer los cambios, cuando parecía evidente que el Barça necesitaba algo?
¿Por qué no hizo más cambios?
Me cuesta entenderlo.
Paco 30 octubre, 2017
Es una muy buena pregunta, Javi. Supongo que Rakitic, Gomes y Paulinho le aseguraban buena defensa del juego directo del Athletic y recorrido en el centro del campo. ¿Tu qué hubieses hecho? En el banquillo estaban Semedo, Digne, O. Busquets, Denis, Alcácer y Deulofeu.
Antonio González Román 30 octubre, 2017
Yo viendo que creía que iban a empatar, hubiese introducido a Denis por Rakitic y a Semedo por André Gomes tal y como hizo Valverde pero antes. Buscando tener más control de la pelota, ataques más pausados y menos pérdidas en el medio. Afortunadamente yo no soy Valverde, Ernesto no hizo eso mantuvo a los colosos por alto y el Barça ganó. Aunque yo pensaba que le iban a empatar más pronto que tarde.
Michel 30 octubre, 2017
Contrariamente a lo que todos pensabamos y conocedor de las virtudes del rival Ernesto optó por defender las jugadas aéreas. Esto significó perder el control del partido a través de la posesión. Máxime cuando tampoco se veía a un rival con una buena presión para entorpecer una correcta salida del balón. Todo ocurría por no disponer de los jugadores adecuados sobre el cesped, más que por el buen hacer del rival. Como se pudo comprobar cuando se efectuó el primer y único cambio. Aún así estuvo más cerca el empate que no el segundo gol culé. Personalmente no me agradó la idea de Valverde, juntar a Gomes y Paulinho es alejar a dos jugadores de la base de la jugada y con ello dar facilidades al rival. Cuando se veía claramente que efectuando los cambios antes y en pos de lograr la posesión a través de las cadenas de pases este Athletic podría haberse llevado un serio correctivo. No hay que lamentar la perdida de puntuación, pero en un futuro no muy lejano el poco fútbol exhibido hasta el momento no llegará para seguir puntuando como hasta el momento. Para mi significó un paso atrás, un gran paso atrás futbolístico. Este equipo necesita ritmo a traves de cadenas de pases y parece muy lejos de lograrlo.
Jose 30 octubre, 2017
Dos cuestiones.
1.-El partido de André Gomes. Desde mi punto de vista, junto con el del Calderón, su partido más interesante desde que llegó al Barça. Ensanchando el campo (en un trabajo más sacrificado), atacando el espacio en desmarques de ruptura en los primeros minutos y en contraataques sobre todo en el primer tiempo y por último llegando al área hasta en tres ocasiones con oportunidad clara de disparo.
2.-Paulinho. No vamos a destruir ahora que no es un jugador con ADN Barça, pero, lo del sábado fue muy llamativo. Como bien destacas el rombo en la primera parte en el centro del campo dio al Barça posesión, aunque lenta en ocasiones pero al fin y al cabo posesión (36%-64% al final del 1T).
Con el inicio de la segunda, Paulinho rompe ese rombo y se desentiende de la salida, adelantando su posición a la altura de Suárez incluso cuando el balón estaba en zona de centrales. Como consecuencia el equipo pierde un hombre en creación y así el dominio de la pelota, a partir de ahí vimos al Athletic más ofensivo y a jugaron su papel muy importante Ter Stegen y Umtiti.
Pero, ¿crees que ese movimiento que se repitió durante todo el 2T de Paulinho fue inercia del futbolista brasileño o premisa de Valverde? Si es así, ¿qué buscaba el Txingurri?
Morén 31 octubre, 2017
@ Javi
Más de una vez le he escuchado decir a Valverde que lo pasa peor cuando su equipo va ganando que cuando está por detrás en el marcador, porque cuando vas ganando es cuando puedes dejar escapar algo que “ya tienes”. Evidentemente no estoy en la cabeza del Txingurri y no sé si su dirección de campo el sábado tiene que ver con esto, pero no me extrañaría que haya habido ese punto de vista conservador de no querer empeorar algo que a fin de cuentas va ganando, por querer mejorarlo. Sobre todo teniendo en cuenta que su planteamiento de inicio ya fue muy particular, y entiendo que muy adaptado al tipo de partido que esperaba jugar.
@ Antonio González Román
Yo antes incluso que a Denis, estando Sergi Roberto en mediocampo habría pensado mucho en Deulofeu. Creo que si además de más presencia en mediocampo el Barça hubiese recuperado esa figura de banda que viene teniendo en la derecha, varias cosas que habrían salido más fácil.
@ Michel
Comentas lo del juego aéreo, pero sin embargo debo reconocer que personalmente me sorprendió cómo usó el Barça a Paulinho defensivamente. Cuando lo vi en el once pensaba que su incursión tendría mucho que ver con reforzar por arriba la zona de Busquets cuando el Athletic mandara hacia allí balones directos buscando a Aduriz o Raúl García. Pero finalmente también sin balón el brasileño jugó por delante del mediocentro. En lugar de un repliegue 1-4-4-2, más bien fue un repliegue en 1-4-3-1-2.
@ Jose
Yo intuyo que pudo ser cosa del entrenador. Paulinho, aunque abajo su aportación no suma demasiado, me parece un jugador al que le gusta ayudar ahí. Como si se responsabilizase aun sin poder solucionar demasiado. En cambio sí me parece que mandándolo hacia arriba Valverde pudo buscar que con su llegada, recorrido y amenaza el brasileño empujara hacia atrás las líneas del Athletic y con ello abriera espacios a otros compañeros que sí pudieran solucionar más que él.
Javier 31 octubre, 2017
Se configura una nueva columna vertebral en el equipo, empezando por un inmenso Ter Stegen que a día de hoy está entre los mejores en su puesto, Umtiti, que cumple a la perfección partido tras partido, y como siempre Messi. Sigo opinando que Semedo y Sergi Roberto, hasta la reincorporación de Dembelé, son la mejor combinación para la banda derecha. cada uno en su posición (S. Roberto por delante). Por posibilidades, potencial y regularidad, se podrían sumar a la nuevos pilares del equipo. A falta de que Piqué y Luis Suárez recuperen su mejor versión e Iniesta pueda tener continuidad, creo que el equipo todavía no ha dado su justa medida y a pesar de que los resultados acompañan, falta brillantez y fluidez. Se echa de menos, a mi juicio, más participación de jugadores con un buen uno contra uno que se puedan salir de un guión a veces muy previsible, como Deulofeu o el propio Denis.
El Buen Finlandes 5 noviembre, 2017
Solo el tiempo dirá, excelente artículo amigo, saludos