
La facilidad de Andrés Iniesta
Anoche ante el Deportivo, Ernesto Valverde probablemente buscara un partido con un desgaste relativo para los suyos. Uno que a seis días del clásico no obligara a sus futbolistas a esfuerzos demasiado exigentes ni a nivel físico ni a nivel mental. Un encuentro que no hiciera falta empujar. Dejando a un lado la inoportuna lesión de un entonado Paco Alcácer, puede decirse que el Txingurri consiguió el objetivo. Con tal de acomodárselo al equipo, el técnico tomó, de partida, una serie de decisiones que facilitaban la proximidad del gol. La continuidad de Paulinho en el once y la entrada de Paco Alcácer en banda izquierda redoblaban la amenaza anotadora del Barça, a la vez que la presencia del valenciano incidía muy directamente en los dos futbolistas más determinantes del once azulgrana. En primer lugar, sus efectos sirven como apoyo en el que Luis Suárez puede descargar parte de sus responsabilidades a la hora de ocupar espacios y multiplicar movimientos, ganando con ello cercanía y oxígeno en el remate final. Por otro lado, además, como se observó la pasada jornada contra el Villarreal, la posición de partida de Alcácer en banda izquierda facilita que su diagonal hacia el centro arrastre al lateral rival, y que con ello se descubra el carril entero para las llegadas de Jordi Alba que tan bien asisten desde la punta izquierda a Leo Messi. Gol con Paulinho, gol con Alcácer, gol con Suárez y gol con Messi.
La conjunción de todas estas elecciones, sin embargo, implicó también que de inicio Iniesta formara en el interior más decantado a banda derecha. Desde ahí, cuando el conjunto barcelonista mutara al 1-4-4-2 sin balón tan pronto como el contrario lograse arrebatarle el cuero, Andrés asumiría una posición de banda, que es lo que está pretendiendo para el manchego su entrenador en pos de liberarlo del ritmo defensivo que demanda el carril central. Así pues, Alcácer cerraría una orilla e Iniesta la otra, mientras Rakitic -mediocentro- y Paulinho -por delante- trabajarían la parte interior. En ataque, no obstante, el rol de Iniesta no tendría que ver con la cal, y dado que el de Messi tampoco, en esta ocasión la titularidad de Sergi Roberto no se tradujo en una versión del canterano ligada al mediocampo sino que su enfoque fue más exterior y profundo que otras veces. Lo cierto es que, pese a las intenciones que había detrás, la fórmula inicial no sirvió para poner el encuentro en bajada hacia la portería de Rubén Martínez. Y es que aunque Jordi Alba y Alcácer sean quienes dibujan los movimientos, los encargados de guiar el trazo son Messi e Iniesta, y ambos capitanes por momentos se pisaron. Puesto que Andrés, más este año que los anteriores, tiende a influir a una altura mayor que Rakitic desde el interior derecho, a menudo escaló hasta la habitual zona de recepción del 10.

– El mapa de Leo Messi contra el Dépor. Hasta la lesión de Alcácer, desde entonces hasta la sustitución de Iniesta, y en adelante sin Andrés. (vía squawka.com) –
Todo cambió con la lesión de Alcácer y la lectura que Ernesto Valverde hizo de la misma. La entrada de Vidal en lugar del de Torrent trasladó la figura del tercer delantero desde la punta izquierda a la derecha, y permitió la permuta de los interiores, pues, con Aleix en el perfil derecho, de nuevo quedaba a disposición de Iniesta la plaza más externa sin balón en el otro costado. El regreso a su demarcación más común aupó al de Fuentealbilla, le abrió la puerta para hacerse con el mando del juego y para que, a partir de él, lo acompañara el resto del equipo.
Protagonista y brillante con el cuero, Andrés permitió al Barça adelantar las líneas, retrasó al Deportivo y empezó a influir técnica y tácticamente para ponerle las cosas fáciles a sus compañeros. Atrajo hacia dentro las atenciones que por fuera pudieran obstaculizarle la ascensión a Jordi Alba, repartió los pases que Paulinho no debe dar cerca del mediocentro, habilitó la zona predilecta de Messi y con ello el cambio de dirección hacia las carreras del lateral izquierdo culé, y se encargó de que el balón llegara limpio a los delanteros con tal de que no fueran éstos quienes tuvieran que perder metros para recogerlo. De este modo, aunque el cambio de Aleix por Alcácer reemplazara a un punta con tendencia al área por un hombre de banda de olfato menos afinado, la vuelta de Iniesta al interior izquierdo mantuvo cerca de la frontal a Messi, con las implicaciones a nivel de pegada e intimidación que esto tiene.
La Pulga disparó a portería hasta en once ocasiones, cinco más de las que promedia por partido esta temporada, y aunque ante los blanquiazules no le acompañara la suerte, el volumen ofensivo surgido de sus botas sí valió para que Luis Suárez se tratara las heridas con goles y para contrastar la descomunal capacidad de Paulinho llegando al remate desde la segunda línea. De una forma distinta a la que en principio imaginó Valverde, finalmente el partido, para el Barça, sí fue confortable.
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– Foto: Manuel Queimadelos Alonso/Getty Images
asce 18 diciembre, 2017
Albert, no te parece extraña la pérdida de importancia de Semedo? A que crees que puede deberse? A añadir un cuarto centrocampista debido a la naturaleza de Paulinho?
Javier 18 diciembre, 2017
Yo tambien pensaba en preguntar por Semedo, al principio parecia haber caido de pie, pero las necesidades del equipo le han apartado demasiado del equipo y a perdido confianza, lo cual no deja de ser preocupante porque deja al equipo sin ese lateral solido defensivamente que hace falta, me parece que Valverde le ha apartado demasiado (quizas un caso parecido al de Deulofeu), pensando en el Chelsea un Semedo mas acoplado hubiese sido muy valido para enfrentarse a Hazard, veremos como lo hace S.R., creo q buscando obtener resultados a rotado poco y eso a la larga puede pasar factura.
Morén 18 diciembre, 2017
Quizá con la vuelta de Dembélé se nos descubran las intenciones de Valverde detrás de su gestión en el lateral derecho. Sobre todo porque desde hace ya varias semanas viene asentándose la sensación de que al Txingurri le convence eso de jugar con cuatro centrocampistas para ganar control, y con el francés de nuevo en el once, a cambio de ganar otras cosas esa la perdería. Ahí, como comentábamos por aquí hace unos días, Sergi Roberto desde el lateral quizá podría darle ese cuarto centrocampista, en este caso camuflado. Además compartiendo carril con Ousmane, lo que haría encajarlo todo mucho más. Veremos qué sucede, sobre todo porque como apuntáis la cuestión defensiva no es menor y ahí Semedo de momento se ha dejado ver más efectivo en el emparejamiento directo que Sergi, pero llegado el caso imagino que Ernesto buscará compensarlo de otra forma, probablemente con un control sobre el juego que minimice ese tipo de situaciones atrás.
Michel 19 diciembre, 2017
Parece que Semedo es uno de los jugadores menos potenciados por su entrenador en la Liga. Y ya de paso se pierde a un S.Roberto que en su sitio original podría aportar mucho más. Personalmente me gustaría verlo en lugar de Paulinho y con Semedo en el lateral.