
Ya fue la sorpresa una vez
Sergi Roberto mantiene una relación particular con el Santiago Bernabéu. En su primera visita al feudo blanco debutaría en la Champions League que vio de nuevo al Barça levantar “la orejona” en Wembley, y en la última fue el origen de la jugada que permitiría a Leo Messi marcar el gol de la victoria cuando al encuentro ya no le quedaban más suspiros. En medio, no obstante, el capítulo más célebre del canterano en casa del eterno rival, probablemente haya sido el que vivió la temporada 2015-16 en la victoria de los culés por 0-4. Aquel día Luis Enrique, sin poder contar todavía de inicio con un Messi recién salido de una lesión, recurrió por sorpresa al canterano cuando éste disfrutaba en el equipo de un protagonismo muy menor al de ahora. Fue la carta escondida, y finalmente muy relevante en la victoria, que empleó el técnico asturiano para un plan que no tuvo respuesta.
Cuarto centrocampista en ataque para multiplicar líneas de pase y alturas en el escalonamiento, y refuerzo defensivo en la banda de Marcelo y Cristiano Ronaldo, la entrada y desempeño de Sergi fue una sorpresa que terminó en jugada maestra. Hoy Roberto llega al Bernabéu como aparente apuesta de Ernesto Valverde en el lateral derecho, pues desde su recuperación el Txingurri ha priorizado claramente el rodaje del catalán sobre el acoplamiento de Nélson Semedo, y si bien como lateral ya mostró la temporada pasada ciertos problemas en determinados lances específicos de una demarcación que no le es propia, por otro lado refuerza la idea de control que el técnico ha puesto en primera fila a medida que han ido transcurriendo las semanas. Sin embargo, de rememorar Valverde aquella feliz noche azulgrana en el Bernabéu en la que Iniesta, Luis Suárez y Neymar tradujeron el dominio en goleada, podría ser que en la idea de alinear al de Reus en una zona más adelantada encontrara una serie de ventajas muy apetecibles.
En primer lugar, como falso extremo derecho, Sergi volvería a permitir el nexo entre el 1-4-3-3 y el 1-4-4-2 que el Alcácer más esforzado había hecho posible. Un futbolista con el que contener una de las bandas cuando el balón pertenezca al contrario, y capaz de aportarle movimiento y profundidad al ataque. En este sentido, sin ser extremo, Sergi sí es un futbolista de tendencia vertical que puede empujar al rival hacia atrás desde la carrera y la conducción. Una opción de desmarque que reparta su influencia entre la línea medular y el pico del área derecho. Si el Barça busca control, como apuntan sus últimos meses e insinúa su situación en la tabla, sería la opción de igualar numéricamente las fuerzas en mediocampo con un futbolista que, aun sumando profundidad y movimiento por delante del balón, conoce el plan cuando se trata de alargar posesiones y domar los tiempos del juego desde la combinación.
Finalmente, aunque quizá sea lo más importante, un Sergi Roberto relacionado con la banda pero liberado para poder hacerlo por delante del lateral, tendría opciones de convertirse en un aliado inesperado de Leo Messi a través de su capacidad para avanzar, ganar metros y llevar el balón hacia arriba en conducción. Para empezar porque en el perfil izquierdo de la medular madridista se espera que quien cierre sea Ronaldo en el 1-4-3-3 o Isco en el 1-4-4-2. Si sucede lo primero, el Madrid puede descargar de retorno al portugués liberando la acción de Roberto sin que con esto, dada la presencia por detrás del canterano de un lateral, se le descubra el carril a la estrella blanca, o bien mantener la marca a costa perder metros y alejarse del gol en el inicio de la transición. Si la apuesta madridista es el rombo y el encargado de defender el perfil zurdo en mediocampo es Isco, con Sergi Roberto el Barça reclamaría la atención por fuera de un futbolista que se ha demostrado especialmente hábil defendiendo al argentino pese a su marcado talante ofensivo.
Por otro lado, otro aval para la sorpresa es la posibilidad de que a partir de la conducción de Roberto los azulgranas logren llevar el balón arriba, permitan a Leo Messi no tener que perder metros para asumir ese encargo, y puedan mantener su influencia durante más tiempo cerca de las zonas que sobre la pizarra comparte con Luis Suárez. Además de la relación directa con la finalización que tiene la opción de un Messi cercano al área, también esta solución supondría un reto para el sistema de contención que Zidane pueda diseñar contra el crack argentino. Si Messi se mantiene arriba, si puede moverse a la espalda de Casemiro, al brasileño se le presentará el dilema entre permanecer cerca del 10 o mantener la igualdad numérica en el centro del campo. Si su elección no pasa con concederle a Rakitic, Busquets, Roberto e Iniesta el enfrentamiento en superioridad contra Kroos, Isco y Modric, entonces será Sergio Ramos quien deba valorar si anticipa sobre el 10 cubriendo el espacio a la espalda de su mediocentro, o si antepone mantener cerrada la puerta de un hipotético movimiento a su espalda bien de Luis Suárez o bien de un futbolista de la segunda línea culé. Sergi Roberto no posee ni el impacto físico ni el olfato rematador de Paulinho, pero el valor táctico que podría tener situado por delante del lateral derecho lo distingue como opción para la sorpresa. A fin de cuentas, ya lo fue una vez.
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– Foto: Curto de la Torre/AFP/Getty Images