
Buscando otro comienzo
El pasado fin de semana, el Barça B logró encadenar dos victorias seguidas por primera vez esta temporada. Su rival fue el Granada que dirige José Luis Oltra, conjunto de la parte alta y que le discutió la supremacía de la posesión a los de Gerard López. En realidad, durante largos tramos del encuentro, el juego enfrentó a dos equipos con muchas similitudes, pacientes iniciando desde atrás con mucha presencia de los centrales, la intención de hilar pases en la medular sin comprometer el control del cuero, y organizados para defender con un bloque medio formado por dos líneas de cuatro y dos futbolistas más liberados por delante. Por parte del filial blaugrana, que en estas situaciones el acompañante del punta fuera Carles Aleñá, situado de inicio como interior derecho pero trabajando sólo por detrás del punta cuando los locales perdían el balón, orientó de forma muy pronunciada a los delanteros de banda hacia el repliegue. El productivo Carles Pérez en la derecha y Abel Ruiz en la izquierda presentaron, sobre el césped del Miniestadi, un ejercicio defensivo tan loable como sorprendente, pues tratándose de los dos extremos del 1-4-3-3 culé, llegaron a perseguir a su par hasta el lateral del área propia.
En general, el Barça B más que buscar el robo adelantado, se enfrentó a la ofensiva de su adversario desde el orden en campo propio. La elección de Gerard asumía un riesgo a cambio de sumar seguridad atrás y minimizar los efectos de un eventual fallo, pues provocó que a menudo su equipo iniciara la transición defensa-ataque a mucha distancia de la portería de Javi Varas. Sin embargo, el riesgo no se hizo efectivo. Aunque el Granada, en un comienzo, sí pretendió ahogar la salida del filial e imposibilitarle la incursión en campo contrario, los blaugranas no chocaron contra el muro nazarí y con continuidad lograron superarlo para avanzar.
Al buen hacer con el esférico en los pies de Ortolà y los centrales, se sumó el auxilio de un Christian Rivera que ya luce apariencia de pieza clave con sólo dos partidos en el equipo, aclarando el escenario a sus compañeros desde los movimientos en la zona del mediocentro, situándose entre Costas y Martínez o haciendo gala de su imponente armazón para ganar metros con el balón controlado. Su concurso dio tranquilidad al primer escalón del juego del Barça B, para que leyera y pudiera encontrar por delante a los interiores. Aleñá y Ruiz de Galarreta fueron la conexión. El primero apareciendo en la base para girarse y cortar en conducción, o habilitándose a la espalda del mediocampo andaluz, y el segundo insistiendo en el desmarque vertical como solución en largo y recurso para empujar al Granada hacia su guardameta. Cerca del arco visitante, cabe resaltar la utilidad del rol que desempeñó Juan Miranda, quien desde un comportamiento más profundo del que suele llevar a cabo un Cucurella más anclado por el balón, dio sentido a las diagonales de Abel sujetando abierto al costado al lateral derecho rival. Para un Barça B que necesita encontrar un nuevo camino, el partido trajo varias buenas noticias.
– Foto: http://www.laliga.es