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Tres caminos para un central

Thomas Vermaelen of Barcelona speaks to teammate Gerard Pique during the La Liga match between Real Madrid and Barcelona at Estadio Santiago Bernabeu on December 23, 2017 in Madrid, Spain. (Photo by Gonzalo Arroyo Moreno/Getty Images)

Tres caminos para un central

Que la baja de Thomas Vermaelen, prevista para alrededor de un mes, en vísperas del parón de Navidad y con el regreso de la Champions todavía lejano, haya disparado las urgencias del FC Barcelona en la demarcación de central, es un indicativo de que el estado del belga no tiene que ver sólo con él. En realidad, en la plantilla azulgrana convergen tres cuestiones que sobredimensionan el papel y relevancia de un rol que, en otros contextos, resulta mucho más secundario. En primer lugar, cabe señalar que de entre los hombres que visten el resto de posiciones del “roster” culé, las alternativas de reconversión simple a una posición en el centro de la zaga son escasas y algo remotas. Los espacios más habituales para este tipo de ejercicio, el pivote y el lateral, cuentan con futbolistas, sobre el papel, más aptos para redirigirse hacia otros lugares. Busquets es un mediocentro que crece en campo contrario, Sergi Roberto un centrocampista que ahora como lateral sufre cuanto más atrás se ve forzado a defender y Alba un lateral menudo con impacto de extremo. Solamente Semedo parece invitar al experimento, mientras jugadores más ofensivos como Arturo Vidal o Rakitic plantean claroscuros.

El segundo hilo que pende de Vermaelen es el hecho de que la planificación del último verano optara por no incluir en la plantilla un recambio directo para el puesto de lateral izquierdo, fiando el relevo de Jordi Alba a la presencia de tres centrales zurdos y los minutos menos comprometidos que pudiera asumir el canterano Miranda. Tratándose de un vínculo directo, pues, la pérdida de un central provoca, a su vez, la de un potencial lateral izquierdo. Finalmente, en tercer lugar, la incertidumbre a propósito de la recuperación y, por lo tanto, disponibilidad regular de Samuel Umtiti, tienen una influencia directa sobre los dos anteriores puntos, ya que una eventual recaída del galo provocaría una ascensión en cadena por la cual Lenglet se asentaría como titular y un futbolista con el historial de Vermaelen quedaría como primera opción de recambio tanto para la pareja de centrales como para el lateral.

Y es que la tortuosa relación del belga con las lesiones queda subrayada, más si cabe, con su condición de recambio, pues por lógica su utilidad emerge a la primera línea cuando falta otro compañero. Thomas será necesario cuando Piqué, Lenglet, Umtiti o Jordi Alba no estén disponibles, y la seguridad de que, llegado el caso, el técnico pueda disponer de él, cabe ponerla en cuarentena. De este modo, del mismo modo que la baja de Vermaelen reverbera más allá del propio jugador, la incorporación de una nueva pieza a la ecuación de la defensa se relacionaría, también, con todos los aspectos ahora comentados.

Sin gasto

Por no estar contemplado previamente un desembolso a estas alturas de temporada, o debido a la posibilidad de un refuerzo veraniego en el horizonte, una de las opciones que puede manejar el club para afrontar la situación es buscar soluciones que no acarreen apenas gasto para la tesorería del club. Una alternativa, en esta línea, sería recurrir a algún futbolista actualmente sin equipo como el internacional alemán Serdar Tasci, aunque la falta de rodaje y la necesaria aclimatación del jugador en un escenario de corto plazo se presentan como dificultades para nada menores. Más rodados y familiarizados con el equipo estarían los jóvenes centrales del Barça B. Tres diestros -Chumi, Araújo y Mingueza- y un zurdo -Jorge Cuenca-. El riesgo principal de esta opción residiría en el hecho anteriormente apuntado de que, debido a las dudas sobre el estado y regularidad que puedan alcanzar Umtiti y Vermaelen, una pieza inicialmente para el rol de cuarto o quinto central termine convertida en la primera alternativa a la pareja titular en escenarios de máxima exigencia competitiva. Esos a los que, por lo general, es mejor que el canterano acceda después de una serie de etapas previas que en este supuesto debería puentear.

En cuanto a la cesión, aunque las opciones se adivinan limitadas, nombres como los del valencianista Murillo o el celtista David Costas podrían servir para contar de forma inmediata con un central con cierto rodaje competitivo y conocimiento de la liga española. Acreditado en grandes escenarios aunque con algunas dudas sobre su nivel después de la lesión que sufrió la última temporada, la escasez de minutos y oportunidades del colombiano en el equipo de Marcelino podrían facilitar la operación. Más complicado parece, sobre el papel, la predisposición del Celta a transigir con la salida de Costas, pues el ex jugador del Barça B se ha hecho recientemente con un puesto en el once tras el cambio de entrenador. En ambos casos, no obstante, el Barça podría guardarse el argumento de una posible cesión de Denis Suárez como contraprestación.

Gasto moderado

El segundo camino por el que podría optar el Barça para reforzar el centro de la defensa es el de una operación que, aun implicando un desembolso, se moviera en cifras relativamente bajas. Rodrigo Caio, central del Sao Paulo internacional con Brasil y habituado a jugar también en el mediocentro, si bien no cuenta con experiencia en Europa podría ser uno de los candidatos. También su compatriota Marlon Santos, sobre quien el Barça mantiene una opción de recompra. En su caso, sin embargo, el principal obstáculo es su condición de extracomunitario, un aspecto que con Arthur, Vidal y Malcom en plantilla implicaría una eventual salida de uno de ellos, ya fuera en forma de cesión o de traspaso.

Gasto importante

Finalmente, la opción de que el club afronte una inversión considerablemente alta para hacer frente a la situación sólo cabría barajarla en la medida que la operación fuera más allá del corto plazo. Que, lejos de encuadrarse únicamente en lo que resta de temporada, tuviera recorrido después del treinta de junio. En este sentido, la dificultad de incorporar un nuevo central a la plantilla sería doble, ya que por un lado las opciones de hacerse con el candidato prioritario a mediados de curso serían bajas, y porque conseguir ahora los servicios de uno de los nombres alternativos a ese fichaje ideal cerraría la puerta a un nuevo intento una vez finalizada la temporada.

Así pues, otra posibilidad en este tercer escenario es que el Barça no busque reforzar la demarcación con un central, sino con un jugador que se desenvuelva en otra posición pero que pueda ser utilizado, también, en el centro de la zaga. Encajaría en esta estrategia el defensor del Stuttgart Benjamin Pavard, titular con Francia en el lateral derecho pero habituado a formar como central e incluso, aunque más puntualmente, en la izquierda o en el mediocampo. Solución como central lo que resta de temporada, y lateral en caso de que el verano lleve al Camp Nou el refuerzo de otro central, el hecho de que a partir de julio su contrato incorpore una cláusula de libertad de 35 millones de euros podría hacer que su actual club viera con buenos ojos una salida ahora por una cifra algo superior.

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– Foto: Gonzalo Arroyo Moreno/Getty Images

Comments:2
  • Asier 20 diciembre, 2018

    Va a llegar Murillo, pero para mi lo ideal habría sido una apuesta como la de Montiel de River, un jugador que puede jugar en toda la linea defensiva, incluso de lateral izquierdo, un jugador de un estilo como el de Nacho en el Madrid, un soldado que cumple y se adapta a lo que exige la posición y el equipo, seria un jugador que haría de paraguas para los del filial pero no de tapon, la llegada de Montiel comportaría la cesión de Malcom a un equipo de la Liga por el cupo de extracomunitarios y también por darle mas minutos a un jugador como Malcom que puede ser un jugador interesante dentro de un tiempo si termina de explotar, y de cara a la planificación de la próxima temporada, Montiel podría ocupar un posible hueco que deje la venta de Semedo, que para mi es el momento de venderlo, o si no fichan a De Ligt ocupar la plaza de 4º central.

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  • David 20 diciembre, 2018

    A mí me deja dudas, sobre todo, el estado físico de Murillo y que Marcelino haya contado tan poco con él este año.

    En cuanto a ese lateral que pueda jugar de central (como Pavard) no lo veo claro. Más que nada porque si en verano tienes pensada una inversión grande (de Ligt) tendrías que reconvertirlo al lateral y eso cortaría la progresión de Wagué, que supogo que se le haya fichado con perspectivas de 1er equipo.

    Yo apostaría por alguno de los del filial, si bien es cierto que hubiera sido perfecto que el central a utilizar del B fuera David Costas, “más hecho” que los aspirantes de este año.

    Lo que queda claro es que ninguna opción genera consenso, pero insisto que yo daría confianza a los del filial.

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