
Sin Wagué en el primer peldaño
El pasado fin de semana, el Barça B de García Pimienta empezó la liga con más cambios que caras nuevas en su once. Sólo el holandés Ludovit Reis se estrenaba en un filial que, sin embargo, modificó ambos laterales, la punta de ataque e, incluso, la portería, producto de una plantilla todavía sujeta a cambios y de las actuales necesidades del primer equipo. En este sentido, la semana ha confirmado la salida como cedido de Oriol Busquets hacia la Eredivisie, un movimiento que junto a la presencia de Reis y el definitivo ascenso de Moussa Wagué al equipo de Valverde, dio con el primer rompecabezas de la temporada para el filial azulgrana. En cuanto a su esqueleto sacando el balón desde atrás y al escalonamiento del mediocampo, el Barça B del curso anterior bien podía resumirse en tres cuestiones: la presencia de Wagué abierto a la derecha en un primer escalón compuesto por tres hombres, la preferencia por mantener al mediocentro delante de la pareja de centrales, y la alternancia de alturas de los interiores con tal de que uno se relacionara con la base de la jugada y el otro con la mediapunta, zona en la que, desde la teórica demarcación de extremo, tendría la compañía de Álex Collado.
La primera prueba del Barça B en Badalona, no obstante, presentó varias diferencias con respecto a la estructura ahora descrita, empezando por el hecho de que, sin Wagué, su sustituto -Morer- ocupó una posición más adelantada en la orilla de la que debía huir Collado. Así las cosas, Monchu, el mediocentro, acudió con frecuencia al primer peldaño del juego, para desigualar junto a Araujo y Jorge Cuenca contra la presión inicial del conjunto local, provocando que Riqui Puig, el interior más relacionado con la gestión de la base de la jugada, incrementara su influencia en la zona del pivote y la perdiera entre líneas. El prometedor canterano, empezando los ataques por delante de la línea de “tres centrales” no siempre tuvo el tiempo suficiente para terminarlos cerca de la frontal. La segunda dificultad que enfrentó el Barça B para acelerar su circulación en terreno rival a través del juego en tres cuartos de campo fue la coincidencia en el mismo perfil de las dos piezas llamadas a desenvolverse en ese espacio.
Con Abel Ruiz y Alejandro Marqués como futbolistas más profundos del ataque, eran el interior derecho -Reis- y el extremo derecho -Collado- los jugadores llamados a activar la corona en sendos recorridos, de abajo a arriba el primero y de arriba a abajo el segundo, de destino prácticamente superpuesto. La ascensión en vertical del holandés, pieza más dinámica y desatada de la medular blaugrana, por momentos le cerró la puerta a la diagonal desde banda de Collado. Para remediarlo, en el segundo tiempo Pimienta dio entrada a Ferran Sarsanedas por Abel, en un cambio que llevó al capitán a la posición de interior izquierdo y que lanzo hacia arriba a Riqui Puig. A medio camino entre el falso extremo y la mediapunta, el de Matadepera dinamitó la transición ofensiva del Barça B a la espalda de un mediocampo local ya volcado arriba, y cerca estuvo de sentenciar el encuentro con una jugada espectacular. ¿En cuál de las alturas del mediocampo querrá activarlo esta temporada García Pimienta?
– Foto: Paco Largo – FC Barcelona