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¿Quién serás, Frenkie de Jong?

El mediocampo conformado por Sergio Busquets, Frenkie de Jong y Pedri González ha resultado una de las notas más positivas del curso para el FC Barcelona. A la destacada aparición e influencia del canario se le ha unido la consolidación de un De Jong capaz de marcar diferencias y de una de las versiones de Busquets más lustrosas de los últimos tiempos. Los tres se encontraron en la línea de medios culé como resultado de un cambio: el paso de una estructura con dos mediocentros y un tercer jugador por delante, a una con un único pivote y dos interiores más adelantados. Con el segundo capitán a los mandos del círculo central por delante de tres centrales, Pedri afinando su sociedad con Messi desde el interior izquierdo, y De Jong sumándole a su conocido impacto con balón una eficacia sorprendente irrumpiendo en los espacios. Una fórmula que le sirvió a Koeman para acomodar el fútbol de sus tres centrocampistas, y cuya víctima principal ha terminado siendo Miralem Pjanic. El bosnio, con un protagonismo muy alejado del que inicialmente se le pudo atribuir a su traspaso y a su dimensión como jugador, además de su escasa trascendencia en el juego ha contado con dos obstáculos que le han restado minutos hasta convertirlo en una pieza de utilidad residual en la plantilla.

Por un lado, que el equipo dejara de jugar con dos mediocentros titulares limitó su puerta de entrada al once a una única plaza de las alineaciones, y por el otro que el técnico prefiriera reubicar a De Jong como pivote cuando no estuviera disponible Busquets lo relegó a ser tercera opción. Aunque sobre el papel él fuera el recambio de Sergio, en la práctica ese papel le ha correspondido a Ilaix Moriba, entrando como interior para que Frenkie se acomodara en el mediocentro. De mantenerse la dinámica, la salida de Pjanic se antoja como una de las más claras, pero también de las más complejas, ya que su inflado valor contable, consecuencia de la peculiar operación de intercambio con la Juventus, implica que cualquier traspaso realista arroje pérdidas en el balance del club. Sin embargo, su elevado coste salarial también hace prácticamente imposible su continuidad con un rol tan secundario como el desempeñado este curso. Si el club no espera que, como le ocurriera a De Jong, en su segundo año el rendimiento de Pjanic crezca de manera notable, podría barajarse la opción de una cesión que supusiera el ahorro de parte de la ficha del jugador.

Tanto para Pjanic como para la planificación general del mediocampo azulgrana, la valoración que se haga desde la dirección deportiva a propósito de Frenkie de Jong se presenta clave. Especialmente por lo que respecta a su vínculo con la demarcación de mediocentro. Si, como ha ocurrido esta temporada, el vínculo es estrecho ya sea como argumento principal o como primera solución en caso que el titular no esté disponible, probablemente la plantilla culé no necesite más que los minutos que puedan ofrecer los canteranos Jandro Orellana y Nico González como elementos de rotación y para garantizarle al entrenador un recurso que no le obligue a cambiar de posición a De Jong si no lo desea. En este supuesto cobrarían importancia los elementos de plantilla capaces de cubrir los puestos de interior, tanto para permitirle relevos a Pedri como para ocupar la plaza de De Jong cuando el neerlandés actúe como pivote. Con los canteranos Ilaix, Riqui Puig y Aleñá como opciones, si el club atravesara una situación económica más favorable es posible que en este punto se planteara el refuerzo de un jugador con más bagaje en la élite, como solución para cubrir el rol sin cargar de responsabilidad a los más jóvenes. Jugadores como el alemán Florian Neuhaus o el neerlandés Donny van de Beek, que siendo el primer recambio para los dos interiores, en realidad lo estuvieran siendo para las tres plazas del mediocampo culé.

Por contra, si la intención del entrenador y de la dirección deportiva es contar con De Jong principalmente como interior, de modo que sólo retrase su posición hasta el mediocentro en casos excepcionales, atendiendo a la veteranía de Busquets cabría la posibilidad de que las intenciones del refuerzo se orientaran hacia la zona del pivote. Hacia un futbolista capaz de alternarse con Sergio en el puesto, a riesgo de poner comprometer la ruta de ascenso natural de alguno de los hombres más destacados del filial. Un escenario en el que nombres como el de los italianos Locatelli y Jorginho, el ghanés Thomas Partey, el español Marc Roca o nuevamente Neuhaus gracias a la versatilidad del futbolista del Gladbach, formaran parte de la lista de candidatos.

– Foto: Imago Images

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