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Sevilla F.C. vs. F.C.Barcelona:

Certificado el pase a octavos como primero de grupo y con la Copa apartada hasta enero, el Barça afronta la fase decisiva de la primera vuelta de la Liga partiendo como líder de la clasificación, pero lo que es más importante, con una dinámica tremendamente positiva. Su particular Tourmalet comenzará con la visita al Sánchez Pizjuán, donde esperará un Sevilla que ya tuvo que vérselas con el Valencia en la última jornada. Primero y quinto en la tabla, separados por cinco puntos, ambos conjuntos afrontan esta temporada con el objetivo de arrancar unos nuevos proyectos que estén a la altura de los que les han precedido. Dos equipos por ensamblar, muchas caras nuevas y conceptos novedosos aportados por ambos técnicos, y por si fueran pocos los paralelismos, dos bajas importantes que afectan a dos de los jugadores más determinantes en el ataque, Navas e Iniesta. Se prevé, pues, un partido muy igualado en que ambos equipos podrán medir su potencial ante un rival de verdadera entidad. Como ya hemos visto con otros equipos de la Liga, el paso por el Tourmalet, y sobretodo la reacción posterior a éste, puede dejar muy tocado al equipo, y para Sevilla y Barça, una mala racha en estos partidos puede significar perder de vista la cabeza de la clasificación.

Afectado por una virulenta plaga de lesiones, el Sevilla poco a poco esta consolidando un equipo base. Parte de un 1-4-4-2, pero a diferencia de Juande Ramos, Jiménez apuesta por una pareja de delanteros más paralela y con menos intervención de Kanouté en la organización, aunque, por sus cualidades, sigue siendo una pieza importante en este aspecto. Junto a este comportamiento del malí, la baja de Dani Alves -el auténtico vertebrador del juego sevillista las pasadas temporadas- han mermado considerablemente la capacidad del equipo de generar juego. Al Sevilla le cuesta iniciar jugada desde atrás, donde sin Drago ni Escudé, Fernando Navarro desde el lateral parece ser el hombre más importante en esta función. El panorama no es mucho mejor cuando el balón llega a la media, más bien al contrario, ya que es esta la línea que más nota los cambios en el comportamiento del equipo. Con los cuatro hombres del centro del campo prácticamente en línea y abarcando toda el ancho del campo, se hace difícil que los jugadores consigan combinar. Años atrás, la presencia de Alves incrustado en la medular como un centrocampista más empujaba a sus compañeros -sobretodo Navas y Keita- a ocupar los espacios entre líneas del rival y, junto a las caídas de Kanouté, esto favorecía la creación de nuevas líneas de pase y posibilitaba que alrededor del esférico se reunieran un gran número de futbolistas.

Para remediarlo Jiménez ha probado varias veces con reunir en la parte central del centro del campo tanto a Romaric como a Maresca, dos jugadores que a priori deberían competir por un mismo puesto, pero a la práctica tampoco ésta ha sido una alternativa muy exitosa, ya que como ambos responden al mismo perfil, su presencia en el centro del campo obliga a uno de los dos a sacrificar su juego -generalmente Romaric- para mantener el equilibrio de la línea. Contra el Barça, en cambio, pese a que la ausencia de Navas es una baja notable, el técnico puede encontrar una solución provisional a los problemas del mediocampo sevillista. Así, el técnico podría plantearse dar entrada a Maresca como falso hombre de banda. Es decir, partiendo de la banda en fase defensiva para equilibrar el dibujo, con el balón en poder del Sevilla, su tendencia natural a irse hacia dentro daría una mayor fluidez al juego, permitiría ocupar de manera más eficiente el espacio entre líneas y pese a juntar a Romaric y Maresca en un mismo once, permitiría al entrenador seguir contando con un medio de características defensivas como Duscher.

Optando por esta solución, no obstante, está claro que será por banda izquierda por donde el Sevilla llevará el peso de su ataque, buscando sobretodo, la segunda jugada con Kanouté bajando el balón y Adriano, Romaric y Maresca peleando por el rechace contra Alves, Touré y Xavi. Puede ser interesante para el equipo que dirige Jiménez sobrecargar aún más la banda con Luis Fabiano, pero no participando directamente de la acción, sino buscando la contra-jugada situándose a la espalda de Dani Alves. Así, si sus compañeros consiguen ganar la lucha por el balón dividido encontrarían una vía segura para llevar peligro sobre la portería de Valdés con un pase al espacio a la espalda del lateral, donde Luis Fabiano tendría la opción de buscar la diagonal hacia portería, o de centrar el balón para la llegada de segunda línea de Maresca, Romaric y Kanouté, que seguirían protegidos con Duscher a sus espaldas.

En el Barcelona se presume importante la labor de Touré Yayá en la pelea aérea con Kanouté, para que las caídas de éste al centro del campo para recibir el balón, no obliguen a Piqué o Márquez a abandonar la línea y posibilitar líneas de pase interiores -sobretodo si el delantero malí se mueve por el flanco izquierdo ya que ahí Alves tendrá más dificultades que Puyol para cerrar estos espacios-. El marfileño, junto a los dos centrales y Alves, serán los encargados de la salida desde atrás, por lo que obligarán a Kanouté y Luis Fabiano a estar muy pendientes de no dar facilidades al Barcelona para salir con el balón jugado. No sería de extrañar, por otro lado, que el técnico sevillista ordenase una marca individual de Romaric sobre Xavi, dada la importancia del canterano en la fluidez del atque culé, lo que unido a la presencia de Maresca en banda derecha y a la poca incidencia ofensiva que tendrá un lateral izquierdo como Puyol, puede traducirse en situaciones en las que el Sevilla presente prácticamente un trivote en la media, cuando el Barça conduzca su ataque por banda derecha. Así pues, con Fernando Navarro tapando la banda, Duscher controlando la zona de la mediapunta por la que suele aparecer Messi, Romaric sobre Xavi y el espectacular emparejamiento que pueden protagonizar Alves y Adriano, cabe la posibilidad de que el equipo de Guardiola no pueda dar a su juego la fluidez que desearía, sobretodo por el hecho que tras la lesión de Iniesta, la banda izquierda queda con pocos jugadores capaces de gestionar balón. Por este motivo, y valiendo se de un recurso que ya ha utilizado en partidos trabados, el Barça podría buscar presentar una doble punta para tratar de buscar el gol de una manera más directa. De esta forma, con Henry y Eto’o se buscaría un emparejamiento en igualdad con los puntas, con Messi, Keita y Xavi en zona de tres cuartos atentos a cualquier balón suelto en las inmediaciones del área.

La clave para que este planteamiento tenga éxito será que los atacantes azulgranas tengan un comportamiento dinámico, de manera que sus posiciones ofensivas no sean fijas. Así, alternando el dibujo habitual con Messi en banda derecha, Henry en la izquierda y Eto’o como nueve, con otras alternativas como un cambio de banda de los extremos, jugar con Messi como falso nueve o renunciar a una de las dos bandas para juntar a dos hombres en el centro, se deben generar dudas en la defensa que propicien superioridades, nuevos espacios para la aparición de jugadores de segunda línea o situaciones de mala organización defensiva rival. En este punto, el ex sevillista Seydou Keita puede tener un papel relevante, ya que mientras en la banda izquierda sevillista se juntarán hombres como Navarro, Duscher, Romaric o Adriano, en el costado opuesto, la presencia de dos hombres poco acostumbrados a desenvolverse pegados a la cal como Mosquera y Maresca -la situación tampoco debe ser muy diferente si finalmente es De Mul el que sustituye a Navas- puede ser una vía a explotar por parte del equipo culé. Así, cuando el Barça busque un juego más directo con Henry y Eto’o en punta, si Mosquera decide cerrar junto a los centrales para no permitir el dos para dos, Keita deberá abrir mucho más su posición, obligando a mucho desgaste defensivo a Maresca y siendo una fuente importante de centros buscando la cabeza de los puntas. Si por el contrario el lateral hispalense mantiene su posición, será Duscher quien deberá acercarse a los centrales, y ahí Keita deberá leer bien el juego para situarse entre líneas y recibir solo o permitiendo a Xavi estar menos vigilado ya que Romaric se verá obligado a multiplicarse en defensa.

Debido a esta presumible debilidad de la banda derecha del Sevilla, el Barça puede sacar mucho provecho si, contrariamente a lo que sucede habitualmente, centra su ataque por su perfil zurdo. Para conseguirlo, y debido a su peso especifico dentro del juego culé, la presencia de Messi por esta zona puede ser clave. Con Messi emparejado con Mosquera, Henry y Eto’o fijando a los dos centrales, y Keita y Xavi ocupando la zona de la mediapunta para impedir las ayudas de Duscher, el equipo de Pep puede encontrar muchas facilidades para percutir una y otra vez sobre la zaga del Sevilla. Esto, a la vez, permitiría que en caso de pérdida del balón, ésta se produciera en la zona en que más dificultades tiene el Sevilla para iniciar jugada, ya que mientras por el perfil zurdo la presencia de Fernando Navarro y Escudé pueden ser una buena solución, Squillaci y Mosquera pueden tener serias dificultades, más si como consecuencia de volcar el juego por este perfil, el Barça agrupa alrededor del balón a varios jugadores para iniciar la presión.

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