«Ellos tienen que sentir que no van a salir de su campo. El objetivo es jugar sólo en su mitad. Desde el principio deben sentir que no tienen ninguna opción.»
Las palabras que encabezan el artículo fueron dichas por Pep Guardiola siendo éste todavía jugador en activo, en vísperas de la vuelta de los cuartos de final de la Champions League contra el Chelsea. En la ida en Stamford Bridge los londinenses ganaron por tres a uno, por lo que en la vuelta tocaba remontar. El Barça, dirigido por Van Gaal desde el banquillo y por Guardiola desde el césped, logró igualar la eliminatoria y con goles de Rivaldo, Figo y Dani llevar el partido a la prórroga, donde otra vez Rivaldo y Patrick Kluivert, sellaron el pase a semifinales.
El miércoles, ante el Inter, el objetivo debe ser el mismo, ser más Barça que nunca. Adueñarse de la posesión, colocar la defensa prácticamente en la línea divisoria, organizarse alrededor del balón tanto en ataque como en defensa, ser paciente pero no especular. El campo y el ambiente empujará, pero los futbolistas deberán centrarse en el jugo. Tener el corazón caliente, pero la cabeza fría.
A priori, al Barça no le costará en exceso llevar el balón hasta las inmediaciones del área, favorecido por la tendencia del Inter a recular, por lo que la falta de profundidad sufrida por el equipo en algunas fases de la temporada, no se prevé como un problema. Por eso, y con el objetivo de potenciar el «fútbol Barça» más canónico, recuperar el 1-4-3-3 podría dar al equipo una ventaja de partida. Sería interesante, no obstante, presentar un once que en un momento determinado pudiese cambiar al 1-4-2-4, y así sobreponerse a una solución sorpresa del rival desde el inicio. Sin Puyol, sancionado, una de las pocas dudas está en conocer quién será el acompañante de Piqué en el eje central. Ni Márquez ni Milito tienen las piernas del capitán para solucionar una situación defensiva desde una posición de inferioridad, aunque por contra, ofrecen una mejor salida desde atrás. Si el objetivo es encerrar al rival en su campo, este aspecto será vital para permitir al equipo adelantar líneas, evitando que los centrocampistas tengan que bajar a iniciar jugada. El mexicano es el central de la plantilla que mejor salida puede ofrecer, y su pareja con Piqué es una garantía de que el equipo empezará tocando desde el principio. No obstante, es de presumir que en defensa sufriría más que Milito en caso de que el Inter logre poner un balón a la espalda de la defensa azulgrana, y la ausencia del central argentino ante el Xerez, invitan a pensar que el técnico se decantará por Gaby.
Sin embargo, el objetivo de los de Guardiola debe ser que estas situaciones no lleguen a producirse, pues con una defensa adelantada y atacantes en frente como Pandev, Eto’o o Milito, la ventaja es clara para los italianos. Por eso, organizarse alrededor del balón debe ser una prioridad para los de Guardiola. En ataque, una buena posición es garantía de poder mover al rival a la espera del hueco, dando la velocidad adecuada a la circulación. Sin balón, por su parte, si los azulgranas están agrupados, la presión será mucho más efectiva, por lo que los pasadores del Inter tendrán muchas más dificultades para poner un balón en condiciones a sus puntas. Ningún equipo del mundo puede sobrevivir a 90 minutos de asedio del Barça en el Camp Nou, y por eso, uno de los objetivos de Mourinho será que, por momentos, el balón se mueva lejos de las inmediaciones del área.
Huelga decir que sin Stankovic sancionado, la baja de Sneijder sería traumática para Mourinho, pues es el principal encargado de filtrar ese pase a los delanteros. Sin un lanzador, las contras perderían mucho peligro, el Barça las controlaría mejor y el Inter no encontraría opciones para respirar. Aunque apostaríamos por que el holandés sale de inicio en el once de Mourinho, de no ser así, el portugués, sin apenas centrocampistas capaces de asistir a los puntas, seguramente opte por fortalecer el centro del campo con hombres como Muntari o Mariga, sustituyendo la posibilidad de dar sentido a la pelota por la capacidad de correr detrás de ella. El arma del Inter, en este caso, sería presumiblemente el balón largo a Diego Milito, buscando la segunda jugada de Eto’o y Pandev, después de que el argentino prolongue o aguante de espaldas a portería.
El Barça, por su parte, no debe repetir los errores de la ida y aplicarse esa máxima que dice que antes del segundo gol debe marcarse el primero. Es decir, su juego debe ser el tocar y tocar, mover el balón, con paciencia pero siendo incisivo, abrir el campo con Alves en una banda y veremos si Pedro o Keita en la otra. Si sigue este camino, como en el tramo final del partido de Milán, lo tendrá todo de cara para dominar el partido y situarlo en el escenario que más le conviene, el escenario que debe permitirle dar la vuelta a la eliminatoria y alcanzar la anhelada final del Bernabéu.
«Espero al mejor Camp Nou de la historia. A un Camp Nou que no se haya visto nunca, en el que no quede ni un asiento libre. Que los jugadores del Inter entren al campo y odien la profesión de futbolista durante noventa minutos.» Gerard Piqué
