
Mourinho, pues, a la hora de plantear el partido, contará con el colchón del empate. No obstante, su principal baza serán los últimos partidos del Barça ante Levante y Chelsea. En ambos, el rival ha entregado a los azulgranas el discurso y Xavi no ha logrado imponerse desde él. Hasta ahora, darle al Barça “su partido” implicaba ser aplastado, pero las dos últimas veces que se ha visto en ese escenario, no ha sido así. El gran problema de Mourinho cuando se ha enfrentado al Barça de Guardiola ha sido que debía escoger entre discutirle el discurso al Barça o en defender a Messi. El portugués lo ha probado todo, y en la gran mayoría de casos ha perdido. No hay elección buena. O te enfrentas al mejor equipo de la historia o te expones al mejor jugador de la historia. No obstante, Levante y Chelsea sobrevivieron al Barça.
Sin duda es una decisión difícil de tomar, por el mensaje que se lanza a la plantilla después de las bunas sensaciones que ofreció el Madrid en el Camp Nou en la Copa del Rey, pero Mourinho puede optar por ese camino. No mandar la presión arriba para evitar generar espacios para Messi, y cerrar atrás confiando que Xavi siga sin encontrar su punto. No defender la salida, sino la recepción en zona de mediocentros. No discutir el discurso sino defenderlo. Dejar que el Barça sea el Barça porque desde ahí no se ha impuesto últimamente, pero evitar a Messi.
La otra opción de Mourinho para completar el trivote en la media junto a Alonso y Khedira, es Coentrao, lo que implicaría la entrada de Marcelo en el lateral, algo que parece evitar Mou en los partidos más exigentes. Sea quien sea el elegido para completar el triangulo en el centro del campo, lo esperamos acostado en la izquierda, sobre la zona de recepción de Leo. Ofensivamente, además, tratándose de dos jugadores con capacidad para llegar desde atrás, serían una arma interesantísima atacando la espalda de Xavi. Cristiano Ronaldo lanzando la diagonal hacia dentro arrastrando con él a Dani Alves, y el interior izquierdo aprovechándose del espacio liberado y de la debilidad de Xavi en transición defensiva.
Si el Madrid plantea el 4-3-3, Özil tiene todas las papeletas para ser el damnificado, debido a sus últimas flojas actuaciones y a que, si el discurso es del Barça, es un futbolista que pierde utilidad para el Madrid.
La vuelta de tuerca respecto el año pasado lo han dado las incorporaciones de Cesc y Alexis, uno entrando en el interior para que Iniesta ejerza de atracción en la orilla izquierda, y el otro jugando de delantero centro para fijar a los centrales blancos y dar libertad a Messi. En el Camp Nou, no obstante, no descartamos la presencia de Pedro en el once. El canario seguramente sea titular ante el Chelsea, y podría ser la sorpresa que presente Guardiola para enfrentarse al Madrid. Bien en banda izquierda generando espacios para que Iniesta desequilibre desde la posición de interior, bien en banda derecha recuperando el rol que tuvo la pasada temporada, Pedro, además, añadiría esa sensibilidad para el gol que el equipo parece echar de menos desde la lesión de Villa. ¿Y el damnificado? Alexis y Cesc como principales candidatos, y Xavi como sorpresa.
