Pellegrini pierde la carta Eliseu
Eliseu iba a tener reservado un peso muy importante en la eliminatoria ante el Barça. Pellegrini escondió su arma en el partido de Liga pero no en la ida en el Camp Nou. El portugués fue muy importante desde la banda derecha y puesto que hoy se espera al once de gala de Vilanova, aún iba a serlo más en la vuelta. Como carta para solucionar las carencias propias y a la vez minimizar las fortalezas del adversario.
El Málaga, a diferencia de lo que ha sucedido en el resto de proyectos de Pellegrini, no tiene velocidad ni ruptura arriba. Saviola es un delantero de área y apoyo, pero no de ruptura, y su lentitud penaliza sobremanera si se espera que su equipo no tenga el balón. Su recambio será Santa Cruz, vital ante el Barça por su capacidad para bajar el balón directo, aguantar de espaldas y hacer reposar la bola para esperar al equipo. El paraguayo, sin embargo, tampoco es especialmente rápido ni una amenaza al espacio. Ni Buonanotte, Joaquín, Isco…ahí radica la importancia ofensiva de Eliseu: él si tiene velocidad y ruptura. Ahí y en el hecho de que ocupando una posición más fija por el exterior supone un desahogo no muy exigente para el pasador cuando la claridad se nubla.
Por otro lado, si como se espera, Tito vuelve a jugársela con el equipo de gala -con la salvedad del titular en Copa, Pinto- el perfil izquierdo del ataque azulgrana volverá a tener un peso predominante. Mediante la sociedad Alba-Cesc-Iniesta es de esperar que los catalanes lleven ahí el partido. Jugando en la banda derecha de la medular del Málaga, pues, Eliseu es un recurso defensivo muy valioso, por despliegue, físico y actitud.
Sucede, sin embargo, que la expulsión de Monreal en la ida lo trastoca todo. Eliseu deberá pasar al lateral izquierdo y Pellegrini perderá esa carta en la media. Tan importante resulta la pérdida, que no sería descabellado imaginar a Sergio Sánchez en el lateral zurdo, una posición totalmente antinatural para el ex-periquito pero que permitiría ganar a Eliseu para otras batallas más decisivas. ¿Qué más puede hacer El Ingeniero?