Marko Marin: Un 7 distinto en Nervión
Vuelve la Liga tras el parón de selecciones. Es año de Mundial y toca definir los combinados nacionales que finalmente acudirán a la cita. Una de las favoritas para entonces será la selección alemana de Joachim Löw. A la maravillosa generación que empezó a emerger tras el Mundial de Alemania, parece que ya le toca. Los Özil, Müller, Reus, Hummels, Götze… Hoy parece mentira, pero hace unos años, cuando nos empezábamos a relamer con el prometedor futuro de los germanos, uno de sus principales abanderados era Marko Marin. Unos años después, es casi imposible que se quede sin vacaciones el próximo verano.
Salido del prolífico Borussia Mönchengladbach, tras ser una de las sensaciones de la liga alemana recaló en el agradecido Werder Bremen de Thomas Schaaf para formar una portentosa línea de mediapuntas junto a Aaron Hunt y Mesut Özil. Para hacernos una idea, basta con decir que en Bremen, Marko, “era el bueno”. Después Mesut se juntó con Mourinho y para Marin empezó el calvario de lesiones. Finalmente también salió del Werder. Tarde y mal. Rumbo a Londres.
Aterrizó en el Chelsea campeón de Europa. Un campeón convulso que ganó la orejona de manera sorprendente con el interino Di Matteo al frente. Pese al título europeo, el italiano no ofrecía mucha confianza. Ciertamente, su desarrollo en el banquillo blue fue singular. Tras la Champions lograda, el club le dio continuidad pero, sin embargo, en los despachos demostraba que ya se miraba en otra dirección. Hazard, Oscar, Marin… nada que ver con Di Matteo. Seis partidos y un gol fue el bagaje de Marko en la Premier, por lo que el Chelsea, por suerte para todos, este verano ha decidido mandarlo cedido a Sevilla.
El club andaluz, ilusionado con el nuevo proyecto pese a los desgarradores traspasos de Jesús Navas, Negredo o Kondogbia, ya ha adoptado al habilidoso mediapunta alemán como una de sus estrellas. Es escurridizo como Navas, pequeño como Navas y lleva el 7 como Navas, pero no es Navas. De hecho son dos futbolistas que se parecen más bien poco. Uno fue la banda derecha de la Liga española, heredero del cetro que perteneciera a Joaquín y antes a Figo. Navas fue fuera-fuera, juego de cal. Salida exterior y centro. El resumen del sentir futbolístico del club hispalense en los últimos tiempos. El otro, Marin, puede partir de banda pero su tendencia es central. Sobrevive como pocos en los espacios reducidos de la frontal. Conduce, regatea y se asocia en un mar de piernas. Junta y suelta.
Es la nueva cara del Sevilla, el jugador de más nivel y carisma, y estará disponible para medirse al Barça pese a unas recientes molestias musculares. No obstante, Unai no las debe tener todas consigo. A Emery no le pasará como a Djukic, tiene claro que ante el Barça debe organizar a su equipo desde la inferioridad. Hasta el momento, el 4-5-1 es lo que más le ha costado superar al Barça de Martino, pero en él, a los hombres de banda del rival se les exige un desgaste defensivo que difícilmente podrá sostener Marin. ¿Tiene alternativas Emery? Mañana lo analizaremos.