Los ritmos del clásico
Luka Modric y Cesc Fábregas. Ninguno de los dos tiene garantizado salir de titular el sábado, pero ambos representan y personifican el nuevo rumbo que toman sus equipos, su nueva personalidad. El de Ancelotti, más paciente con el balón que el Madrid de Mourinho, más tendente a las largas cadenas de pase, a agruparse alrededor de la pelota. Ahí Modric apuntaba a interior fuerte, a pieza clave, pero ya ha probado una suplencia sonada porque el técnico italiano está teniendo más de un problema para hacer encajar sus piezas. Ahora mismo su Madrid es débil atrás y necesita compensarlo con Khedira, lo que deja libre una única vacante bien para Luka, bien para Isco, y la genialidad y peso en el marcador del malagueño hacen muy difícil dejarlo fuera.
En el otro lado está Cesc. El hombre llamado a llevar la batuta en un Barça más vertical, que necesita despegarse del ritmo seguro de Xavi para volver a intimidar. Además, el de Arenys, empezó como un rayo, siendo el mejor, de largo, de la planilla culé. Era momento para el optimismo, esta vez parecía que sí, que Fàbregas lograría imponerse, que se lo pondría fácil al técnico para que confiara en él. Pero llegó el debut en Champions y la situación dio un giro. Martino apostó por Cesc en su puesta de largo en Europa. Toda una declaración de intenciones. Y el partido, ante el Ajax y en el Camp Nou, era propicio para que el jugador se aferrase a la titularidad y no la soltara. Sin embargo, su partido fue terriblemente flojo. Otro jugador se lo podía permitir, Cesc no. Y menos si compite con Xavi. El 6 entró en la segunda mitad, y éste sí que no desaprovecha oportunidades como esta. Brilló, pasó por encima de Cesc. Tanto es así que se ha pasado de un Cesc, Valdés, Messi y ocho más, a no tener nada claro que vaya a ser de la partida el sábado. Algunos apuntan la posibilidad de que juegue arriba. Si es por Messi, mal, por lo que supone la baja del argentino y porque Cesc como falso nueve se queda demasiado falso, y si es por Alexis/Pedro, difícil, porque en el lateral izquierdo blanco estará Marcelo y el Barça necesitará ahí el desgaste defensivo de uno de sus dos extremos derechos habituales.
Tanto con Cesc y Modric como sin ellos, lo cierto es que lo más seguro es que el clásico se mueva a una velocidad distinta de la de las últimas temporadas. Con un Madrid que querrá más la pelota y un Barça que la querrá menos que entonces. Veremos cómo cambia esto el escenario del partido. La recuperación de balón por ambos lados, los duelos individuales o el inicio de la jugada. El balón para Iniesta o Isco, o los espacios para Messi, Neymar o Cristiano Ronaldo.
Pingback: Ventaja para Martino | En un momento dado 28 octubre, 2013