El antídoto
Guardiola sigue prueba que probarás con su Bayern de Múnich. Pep es propenso a ello, y en todas sus temporadas como entrenador de élite ha invertido el tramo inicial de temporada hasta noviembre-diciembre en experimentar. Después, llegado el momento de la verdad, de subirse a la ola y competir con inercia positiva, descarta lo que no ha funcionado y se agarra a lo que da resultados. En este sentido no le falta humildad como entrenador para reconocer fracasos. A veces lo que el míster pretendía no sale, y Pep siente poco apego hacia sus intentos fallidos. Esta temporada en Alemania, además, hay dos factores a sumar que también intervienen: Thiago, un futbolista que sin Kroos debía dar un paso al frente, sigue lesionado, y la llegada de Xabi Alonso parece que lo cambia todo. Un primer año en el segundo. El Bayern resetea.
Todavía poco definido, el Bayern está en el aire y es difícil aventurar en qué posición caerá. Empezó la temporada con línea de cinco en defensa y aunque la llegada de Xabi parecía que conduciría a dejar sólo dos centrales atrás, es una disposición que Guardiola todavía no ha descartado. Tampoco se ha clarificado las dudas acerca de si Lahm permanecerá en mediocampo o regresará al lateral. El fin de semana pasado, sin ir más lejos, los muniqueses saltaron al Allianz con dos laterales derechos, dos izquierdos y dos centrales en el once con el que se enfrentarían al Hannover. Lahm se situó al lado de Alonso, Rafinha y Bernat ocuparon las bandas y en el centro de la zaga Dante ejerció de líbero con Alaba y Benatia a izquierda y derecha respectivamente. El franco-marroquí debutaba como titular en liga y no tuvo mucho trabajo. Fue la presentación de un fichaje opacado por lo estructural de la llegada de Xabi Alonso, pero llamado a convertirse en uno de los puntales defensivos de Guardiola. Y falta que le hace. Con Badstuber fuera de combate, no hay duda de que se trata de su mejor central.
El Bayern de Pep, con balón no ha conseguido este año ni el anterior, poder prescindir de fase defensiva. Xavi, Messi e Iniesta sólo se juntaron una vez, y sin ellos, aunque la apariencia a veces lo esconda, todo es más normal. Uno de los principales déficits que se encontró el cuadro muniqués en los días clave del pasado curso fue, pues, su fragilidad en transición defensiva, y tanto Real Madrid como Borussia Dortmund pueden dar buena cuenta de ello. Atrás, Boateng y Dante como pareja se quedaban cortos y más en un sistema que los exponía a un error al que son propensos. Por eso recibió con alegría Guardiola la vuelta de Badstuber y Javi Martínez, que apuntaban a nueva pareja titular en el centro de la zaga. También probó con Alaba. La lesión de Javitxu primero y de Holger después, precipitaba los acontecimientos y empujaba al Bayern a un mercado del que se trajo, seguramente, al mejor mediocentro y al mejor central de cuantos estaban disponibles.
El tolosarra, ya lo vimos, va a ser pieza clave. Con balón, por supuesto, y también sin él jugando por delante de la defensa. A Benatia, por su parte, parece que le está reservado el rol de central derecho. Lo competirá con un futbolista parecido a él, Jerome Boateng, pero una vez superado el trámite de la adaptación al nuevo entorno, partirá con ventaja. Existen pocos zagueros en el panorama internacional más preparados para defender en una línea adelantada. A nivel físico es absolutamente dominante, fuerte y corpulento a la vez que rápido y agresivo, busca la anticipación lejísimos, y tiene piernas y arrojo para recuperar a su espalda si no acierta la estocada. Sabe usar el cuerpo, coloca fuerte el pie, es difícil de sobrepasar en el uno contra uno y corrige a tiempo al espacio, todo aderezado de una potencia física imponente. No es, por ello, un central inmune al fallo, pero sí posee más recursos que sus competidores para subsanarlos antes de que la herida sangre. La espalda de Rafinha o Lahm, a priori estará mejor cubierta que la de Bernat o Alaba.
Con balón le beneficia la apuesta de Guardiola por la salida de tres. No es torpe con la pelota, pero tampoco el hombre sobre el que construir el inicio. Mejor en conducción, tener a un hombre más en el primer escalón del juego le permitirá abrir su posición y le despejará el camino para incorporarse con el cuero a la media, juntar y soltar. Bien con un tercer central más canónico o con la posición retrasada de Lahm o Alonso a la hora de iniciar, Benatia puede pesar con el esférico a poco que el conjunto armonice. Porque además no va corto de personalidad y asume la responsabilidad con confianza. La misma con la que sigue la acción en ataque después del robo en anticipación.
Guardiola se hace con un especialista defensivo, y además con uno especialista en defender como pretende el Bayern. Con él, la zaga bávara da un salto de nivel notable para solventar alguna de las carencias que la temporada pasada más castigó. Aunque hasta Navidades Pep va a seguir trasteando con las posibilidades que le ofrece el plantel, sabe que, con permiso de Manuel Neuer, tiene en el ex-central de la Roma a su argumento más contundente atrás.