De Cañas con Sergio González
El fútbol español lleva algunas temporadas cambiando. Producto del declive de la hegemonía culé y del resurgir desde los infiernos del Atlético de Simeone, la fisonomía de nuestro fútbol ha evolucionado y cada vez son más los equipos que han dejado a un lado el toque y se construyen desde un armazón defensivo poderoso. El Espanyol de Sergio González era uno de los conjuntos que parecía resistirse al cambio, y con la ilusión de quien se estrena en Primera y quiere comerse el mundo, el técnico periquito empezó a adaptar a su equipo para crecer a partir de la pelota. La duda más que razonable era la viabilidad de la idea vistas las herramientas disponibles y los últimos antecedentes del club, una desconfianza que no hizo más que confirmarse en pretemporada y con un inicio liguero sin victoria hasta la jornada cinco.
Para colmo, Héctor Moreno se perdería los primeros meses de competición por lesión, y Rafa Benítez se llevaba a Nápoles al mediocentro David López, una de las escasas piezas en el ramillete de Sergio que podían hacer sostenible la ambiciosa propuesta del míster. Afortunadamente para los blanquiazules, sobre la bocina del cierre de mercado, tuvieron un golpe de suerte. La maltrecha economía del club dio poco margen de maniobra a la dirección deportiva a la hora de buscar sustituto. De haberlo tenido, lo normal es que se hubiese buscado un jugador lo más parecido posible a David López, y dentro de las candidaturas recogidas elegir a la mejor. Sin embargo, sin posibilidad de desembolsar ni un euro en un nuevo fichaje, la decisión se redujo a la mejor opción disponible a coste cero, sin importar perfil ni similitudes. Situar el nivel por delante del encaje. Así aterrizó en Cornellà-El Prat el andaluz José Alberto Cañas, ex del Betis y del Swansea, y decimos que fue un golpe de suerte porque llegó un futbolista muy distinto a David López pero con nivel de titular. Su pareja con Víctor Sánchez era tan clara y rotunda que iba a determinar de qué manera jugaría el equipo, y en ello encontró el técnico la excusa perfecta para un cambio de las premisas iniciales que el Espanyol ha agradecido con sensaciones más que con resultados.
Sergio tiene a su disposición las piezas para hacer del Espanyol un equipo más sólido atrás de lo que lo ha sido hasta ahora, y capaz de imponerse a la contra con unos delanteros de nivel ostensiblemente superior al de sus rivales más directos. Empezando por la pareja Cañas-Víctor Sánchez, un doble pivote perfecto para la presión, la recuperación y para correr muchos kilómetros, siguiendo por el portero internacional Kiko Casilla, laterales más modestos pero cumplidores como Fuentes y Javi López, o una nómina de centrales de lo más completa. Justo ahora que regresa Héctor Moreno, central mexicano y uno de los mejores futbolistas de la otra Liga, aparece también el canterano Eric Bailly para añadirle competencia a los titulares Álvaro y Colotto. En el club catalán se confía mucho en este joven central marfileño que ya fue titular ante el Villarreal y en la victoria de su equipo ante el Levante del pasado fin de semana.
Arriba, encabezados por un campeón de Europa, son varios los efectivos blanquiazules con capacidad para ser determinantes en el marcador. Sergio García seguramente pase por ser el delantero más decisivo de todos aquellos que en agosto no tienen las plazas europeas como objetivo de mínimos. Juega y hace jugar, y no necesita de mucha colaboración para lograrlo. Golea, asiste y es capaz de legitimar el sistema ofensivo de su equipo en base a movimientos de variada estampa y objetivo. A la espalda de la defensa o del mediocampo, batallando con un central o buscándole las cosquillas al lateral de turno con una caída a banda. Para acompañarle se reparten, casi cuadriculadamente, Caicedo y Stuani. El ecuatoriano sólo ha visto portería en dos ocasiones esta temporada, por cinco de Stuani, pero el de Uruguay se está mostrando especialmente útil cuando concurre entrando desde el banquillo.
Por último en las bandas, mientras a la izquierda la cortejan varios pretendientes, la derecha está comprometida con Lucas Vázquez. El delantero gallego, formado en el Castilla, es una de las noticias positivas del inicio de curso perico aportando rapidez, verticalidad, regate y concreción desde el costado. A la orilla contraria opositan desde Salva Sevilla a Víctor Álvarez, pasando por Paco Montañés (lesionado para el domingo) o el también ex azulgrana Abraham. Teniendo en cuenta que este primer derbi de la temporada se disputará en el Camp Nou, y que ya el fin de semana anterior el Espanyol defendió el 2-1 ante el Levante con veinte minutos de línea de cinco atrás, no hay que descartar que Sergio González aproveche la ausencia de un titular claro en la izquierda para dar entrada en el once a un zaguero más. Quién se lo habría dicho al del Hospitalet en verano, antes de que llegara Cañas.
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