Stoichkov, Neymar, Mourinho y Simeone

Stoichkov, Neymar, Mourinho y Simeone

Todavía era entrenador del Chelsea cuando José Mourinho recibió la visita de Hristo Stoichkov para hacerle una entrevista enviado por Univisión. Ambos mantienen la amistad de cuando coincidieron durante dos temporadas en el Camp Nou, uno en el papel de veterano futbolista y el otro aún como asistente, primero de Bobby Robson y después de Louis van Gaal. Antes de sentarse e iniciar la entrevista, todavía intercambiando saludos y muecas de complicidad, la cabeza de Mou hizo memoria: “Yo siempre recuerdo algo que tú me dijiste. Si tú estás siendo marcado y el jugador está siempre contigo, tú sales corriendo a sus espaldas y aunque el balón no llegue el defensa ya está perdido. Porque sabe que va a perder contigo. Entonces, cuando haces movimientos para jugar con el balón al pie, el lateral tiene miedo de que tú vas allá y no viene nunca contigo. Y tú siempre empezabas… a la primera jugada, el defensa se iba contigo. Aunque el balón no te llegara, el lateral ya se quedaba con miedo“.

Este miércoles el Athletic Club logró comprometerle la clasificación al F.C.Barcelona desde una presión adelantada que viendo los problemas que generó entonces y el fin de semana en Málaga, puede terminar calando como receta. Por momentos, tras adelantarse los leones en el marcador, un segundo tanto que pusiera en ventaja a los visitantes en la eliminatoria pareció estar cerca. Con un conjunto culé vencido en defensa y encerrado sin apenas poder salir de su campo, fue un pletórico Neymar quien terminó tirando del equipo y llevándolo a posiciones más adelantadas que le permitieran no solo intimidar el arco de Herrerín, y a la postre conquistarlo, sino también responder mejor a los ataques de su adversario, al tener tiempo, por ejemplo, para que Alves se acercara centrado al mediocampo para ejercer de segundo tapón. La defensa adelantada del Athletic, enfocada sobre todo a las recepciones de la línea de medios azulgrana, implicaba que su medular al completo defendería en la mitad rival, de modo que para que este riesgo no regalara a la MSN opciones de recibir cómoda a su espalda, también los zagueros ejercerían una defensa agresiva y muy encaminada a la anticipación. No en vano, tres de los cuatro hombres que compusieron la defensa fueron, en realidad, laterales.

La intención quedó clara desde el comienzo y los problemas que podía generarle al Barça también, pero resistido el arreón inicial y hasta el gol de Williams, los de Luis Enrique ya habían empezado a tomarle la temperatura al partido gracias a su extremo izquierdo. Transcurría el cuarto minuto de partido cuando Leo Messi mandó un pase largo diagonal hacia la posición de Neymar, demasiado largo para el brasileño pero suficiente para obligar al cruce del guardameta y para señalar el error de Lekue al intentar cortarlo. Neymar no llegó, pero la posibilidad de que pudiera hacerlo, unida al fallo de su marcador, provocaron un cambio en el comportamiento del lateral en los minutos siguientes. Desde entonces y hasta el gol, la vigilancia en su zona fue menos cercana, más laxa y permisible con el tiempo que el jugador fuera capaz de aguantar el balón en sus botas. El gol de Iñaki Williams borró de un plumazo todo lo conseguido, pues insufló confianza a los suyos y avivó de nuevo a un Lekue que volvió a encimar como antes de producirse la mencionada jugada. Si el primer impacto de Neymar había conseguido durar apenas cinco minutos, el segundo dominaría el partido desde el último cuarto de hora del primer tiempo hasta el pitido final. El banquillo ordenó salidas en largo que no desembocaron en peligro efectivo pero que poniendo el foco sobre el potencial devastador de una MSN con espacios, hicieron tomar precauciones a sus adversarios. “¿Y si les sale una?”

Comparación de los mapas de calor de la posición de Lekue contra el Barça, del 0′ al 15′ y del 15′ al 45′.

Comparación de los mapas de calor de la posición de Neymar contra el Athletic, del 0′ al 15′ y del 15′ al 45′.

Sin más tiempo material que el que solo permite activar ciertas teclas, mañana el Atlético de Madrid visitará el Camp Nou. Los de Simeone, heridos por la Copa, llegarán arrastrando una trayectoria defensiva impecable en Liga. Con números de récord para Jan Oblak, Godín inexpugnable y un trabajo sin balón tan seguro como antaño, la novedad este curso es la posibilidad que tienen los colchoneros de alternar la defensa del área con una presión adelantada en la que están encontrando una herramienta competitiva de primer orden. Este Atlético ya no es el de Diego Costa sino el de Griezmann, y ni Giménez ni Augusto son Miranda y Tiago Mendes. Quien sí continúa es Juanfran, lateral derecho con quien Neymar mantiene desde que aterrizó en España un duelo particularmente inclinado a su favor. Fue el único en penetrar la fortaleza atlética cuando parecía inexpugnable y su puntualidad con el gol se agudiza cuando se enfrenta a los madrileños. Pero más allá de las cifras, el juego de Neymar siempre ha castigado a Juanfran tanto como al que más. Hasta la fecha, el lateral no ha sido capaz de seguir los engaños y piruetas del brasileño, que además ahora llega mejor que nunca a la cita. Si el Atlético ahoga como ahogaron Málaga y Athletic, Neymar debería poder ser de nuevo quien tire del Barça hacia arriba.