
Ser lateral derecho contra el Sporting

Foto: Pau Barrena/AFP/Getty Images
Tanto F.C.Barcelona como Sporting de Gijón han pasado por dificultades recientemente. Con problemas de juego los dos, sus balsámicas victorias de la pasada jornada las cimentaron sobre sus principales certezas competitivas: unos el potencial decisivo de la MSN, y los otros la autosuficiencia de Jony Rodríguez por banda izquierda. Para activar su arma, a Luis Enrique le basta con incentivar la aparición de espacios, algo a lo que no le importa abandonarse ante rivales de menor entidad. Abelardo, para hacer lo propio con la suya, apenas necesita nada pues el extremo asturiano es de los que puede recibir el balón más cerca de su guardameta que del contrario y aun así llegar arriba. Vertical, externo y poderoso a nivel físico, a Jony lo secunda Isma López, lateral izquierdo con pasado de mediapunta con quien mezcla de maravilla. Los dos son profundos, intensos y verticales, y mientras el más adelantado estira hacia fuera, el que llega desde atrás lo hace dibujando una diagonal en dirección a la corona del área. Como un ejemplar más humilde de esta nueva estirpe de laterales que en ataque trasladan su influencia hacia el interior.
Con alguna dolencia física que en el momento de publicación de este artículo convertía a Jony Rodríguez en duda para el Camp Nou, aunque cambien los protagonistas lo normal es que la banda sportinguista más profunda coincida con la posición más expuesta del esquema culé. El lateral derecho del Barça, sea quien sea su ocupante, se encuentra a un carril en el que el extremo queda liberado en el retorno, el interior, pese a ser el de más esfuerzo, es también el que más movimiento tiene por delante del balón compensando la posición de sus compañeros más próximos en ataque, y donde el central no sólo es el menos apto de los dos para la corrección en banda sino que ha convertido en una ventaja crucial el hecho de abandonar lo menos posible el carril central. Por si fuera poco, y a diferencia de lo que generalmente ocurría la pasada temporada, la subrayada tendencia central de Messi aun partiendo desde la banda, unida al bajo momento de un Ivan Rakitic menos coordinado con el argentino que antaño para equilibrar abriéndose al costado sus apariciones en la mediapunta, está favoreciendo que el lateral derecho barcelonista participe en los ataques desde un escalón superior y, por lo tanto, a la hora de recuperar la posición empiece a correr desde más lejos.
Dani Alves es defensivamente superior a cualquier lateral derecho que pueda alinear Luis Enrique, por técnica en la contención y talento aplicándola, pero el brasileño en mayo cumplirá 33 años y, como la temporada pasada en que cumplió los 32, lo lógico es que sea más lento que su par. Entonces esta desventaja el Barça la esquivó hallando una ventaja táctica no sólo equivalente sino, a la postre, superior. En campo rival Alves no ejercía de carrilero sino casi de falso interior, dejando la orilla a Rakitic y Luis Suárez en los tramos en que la abandonaba Leo Messi. El extremo rival sí tenía quien lo hiciera recular por su costado, pero no era Dani, de modo que en transición defensiva el lateral brasileño y su par no sólo no empezaban corriendo desde el mismo punto sino que frecuentemente no lo hacían ni en la misma dirección, ya que su posición cercana al mediocentro lo habilita especialmente para lanzar la presión tras pérdida y peleando por los rechaces. Este curso el rol es distinto, con una exposición mayor. Desde que Oyarzabal le quitara las pegatinas en Anoeta -y ya entonces-, viene pidiendo a “su interior” que se encargue de mantener abierta la banda. Que Rakitic, Sergi Roberto o Rafinha volvieran a pesar ahí, le iría muy bien a él y al Barça.
Artículos relacionados:
- Laterales que no lo son
- Condicionantes colectivos del rendimiento individual, por Otsuka en Rondo Blaugrana
- Mejor centrado que centrando, por Marc Roca en Ecos del Balón
- R.Sociedad-Barcelona (1-0) o cuando Anoeta bastó, por Xabi Esnaola en La Mano de David
George Best the best 22 abril, 2016
Albert, apostaría a que Jony no va a jugar en el Camp Nou, no sólo por sus molestias, sino también porque pienso que Abelardo va a aprovechar para que descanse. Así que jugará probablemente Ndi o algún otro jugador con una misión más defensiva y ayudar a Isma en la defensa de Messi, si juega abierto.
Creo que el partido se desequilibrará en el medio campo, y que los dos medio centros sportinguistas no darán abasto para parar el juego interior del Barcelona.