
La Juventus no falló
El desarrollo del partido que enfrentó en el Camp Nou a Barça y Juventus, y así pues el desenlace de la eliminatoria, estuvo marcado por dos condicionantes a propósito de sus contendientes que definieron el marco futbolístico y emocional por el que transcurriría el duelo. En primer lugar, el Barça actual, en un encuentro de coordenadas normales, no tiene juego como para poner en liza una versión de sí mismo que sea tan superior a un adversario como la Juventus hasta el punto necesario para equilibrar una desventaja de tres goles. El segundo condicionante, quizá una de las dos o tres claves de mayor relevancia tanto en la ida como en la vuelta, fue la perfecta asunción, por parte de los bianconeri, tanto de su realidad como de la de su adversario. A los de Allegri en ninguno de los 180 minutos que ha durado la batalla, les ha impresionado lo que veían en frente. Sabían de las dudas, problemas y vulnerabilidad de su adversario, así como de su propia fortaleza y seguridad. La Juventus se ha sabido mejor equipo del primer minuto al último, y en base a ello ha jugado sin temor alguno.
Así se exhibió en la ida, y así se mostró anoche desde muy temprano para dejarle claro el mensaje a su rival. Del mismo modo que hicieran en Turín, empezaron presionando arriba para negarle a la salida de balón culé un escenario de comodidad a la hora de ganar metros y asentar el partido más allá de la divisoria, trataron de alargar sus descansos con la pelota desde la personalidad en su manejo de futbolistas como Bonucci, Pjanic, Dani Alves o un imponente Dybala, y condujeron su juego de ataque a las zonas donde por las particularidades del rival más réditos podría darle, ya fuera en forma de metros ganados, segundos robados u ocasiones de gol generadas. No serían los italianos quienes harían posible el escenario especial que dibujara una diferencia en el nivel de ambos equipos que desde la normalidad no existe. Tampoco fue capaz de generarlo el Barça, pero sin embargo, desde la naturalidad impuesta por Allegri, aunque fuera de las coordenadas de una remontada, su puesta en escena estuvo a la altura del duelo y del escenario. No le dio la vuelta a la eliminatoria porque, hoy por hoy, lograrlo no depende únicamente de él, pero su actuación fue tan convincente como actualmente puede ser.
La principal novedad en el planteamiento barcelonista fue el regreso del 1-4-3-3 y con él la recuperada presencia de los laterales en su plan. Quizá en parte por el jugo que sacó la Juventus con sus extremos en la ida, clavados en ataque cerca de la cal y estirando el juego de su equipo hacia las zonas más desnudas del 1-3-4-3, o con la voluntad de que, proyectados, Sergi Roberto y Jordi Alba resultaran dos atacantes más con capacidad para liberar y redirigir hacia el área a los tres miembros de la MSN, lo cierto es que la medida, sobre todo en lo que corresponde al lateral izquierdo, ayudó a los de Luis Enrique. En salida de balón, pero sobre todo en campo contrario, la presencia de Jordi Alba resultó un desahogo para las piezas más relevantes de la ofensiva culé, concediéndole a Neymar independencia respecto a la banda y la profundidad, y ofreciendo a los pases de Messi dos piernas para correr al espacio. En sus desmarques cortando desde atrás encontró el Barça los primeros caminos para introducir el balón en el área, ladear al sistema defensivo de la Juve y llevar el partido tan arriba como fuera posible.
El lateral catalán, además, protagonizó ante Juan Guillermo Cuadrado uno de los duelos de mayor nivel de cuántos deparó el encuentro. Un enfrentamiento sin la imposición de un ganador, en el que ambos corredores reportaron ventajas a sus respectivos equipos y en el que ninguno de los dos fue desventaja. Así pues, si la participación de Jordi Alba en ataque estaba devolviéndole al Barça su mecanismo más asentado a la hora de generar peligro -el pase de Messi para la entrada en carrera de un compañero desde la izquierda-, Cuadrado se encargó de estirar el campo en dirección contraria, partiendo desde abajo a causa del retorno que le exigía Jordi, y haciendo lo propio con el azulgrana cuando la Vecchia Signora recuperaba el control del esférico. Situado en el mismo perfil del campo de Dani Alves, Bonucci, Pjanic o Dybala, y contando con las descargas de Higuaín desde la punta de ataque, fue el juventino más buscado para interrumpir el ritmo que el Barça pretendía contagiarle al partido.
Una de las principales bazas de Luis Enrique para conseguirlo tuvo que ver con la altura de la presión que a resultas de la capacidad de Iniesta y Neymar para llevar el balón arriba, y de cómo la conexión Messi-Alba giraba al cuadro de Allegri, pudieron poner en práctica los locales particularmente en las figuras de Sergio Busquets, Piqué y Umtiti. La otra pata de la estrategia en campo rival estuvo en la MSN, aunque más en su vertiente generadora que de cara a la finalización. En la visión de Messi, en los apoyos de Luis Suárez de espaldas a portería o en el infatigable regate de Neymar. Se toparon, no obstante, con un gran ejercicio del tándem Bonucci-Chiellini en el área, y con el trabajo de contención de Sami Khedira en la frontal, que apoyado en el refuerzo desde la izquierda de un Mandzukic poco exigido por el carril diestro del Barça, mantuvo a buen recaudo la zona del mediocentro turinés. Si la Juventus no fallaba estaría en semifinales. Y no falló.
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– Foto: Shaun Botterill/Getty Images
TiburonPuyol 21 abril, 2017
Vaya seguridad de la Juve,
Me consuela que a alves le vaya bien por allí (aunque ha tenido sus cosas), es uno de esos jugadores que sin ser canterano se deja todo en cada partido. Y de esos que cuando faltan es cuando mas se notan sus virtudes.
Nos quedamos con la curiosidad de como hubiera trascurrido el partido si el Barça hubiera marcado un primero gol. Yo hasta el 80 tenía la sensación de que si caia el gol ya, la juve empezaria cometer errores. .
Esa concentración de los jugadores italianos es de envidiar.Ningún momento de relajación
Una pena que Busquets se perdiera la Ida. No es por ser victimista, pero está sancion me da la razón cuando digo que las tarjetas hay que cuidarlas desde la primera jornada de champions. Albert, se que no es el momento, pero te has planteado alguna vez que tal le vendría al Barça Radoja? Esta temporada ha crecido muchisimo. Defensivamente corta muchos balones, se incrusta entre centrales en centros laterales (me recuerda a camacho en ese aspecto) sacnado el balón no da mas de 3 toques,y lo hace bien cuando está presionado por el rival, Con el Chelo díaz formaban mas un doble pivote, pero desde que se lesionó, Esta jugando mas como pivote y con Wass y el Tucu como interiores. Como busquets. A mi me parecería un jugador para que se analize un posible fichaje, (tiene una clausula de 10 millones solamente). Y con el escaparate de jugar semis de la EL.. lo veo un caramelito para muchos equipos
Bueno, se que no es el momento de estas preguntas pero bueno.
Veremos que sistema utiliza Luis Enrique en el clasico, sobretodo teniendo en cuenta el estado de forma brutal de los laterales del Madrid.
Tengo la sensación que Alcacer se ha ganado a Luis Enrique, aunque todavia no hemos visto su faceta rematadora, con la que en el valencia marcaba goles al primer toque.
Saludos!