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Las decisiones de Valverde y Machín

Barcelona's forward from Argentina Lionel Messi (C) vies with Girona's midfielder Pere Pons (L) and Girona's midfielder Alex Granell during the Spanish league football match Girona FC vs FC Barcelona at the Montilivi stadium in Girona on September 23, 2017. / AFP PHOTO / Josep LAGO (Photo credit should read JOSEP LAGO/AFP/Getty Images)

Las decisiones de Valverde y Machín

Cerrábamos el viernes el análisis del Girona de Pablo Machín recordando cómo antes de inicio de curso, el técnico soriano reconocía contemplar la posibilidad de que la Primera División le obligara a cambiar. De que no siempre pudiera ser el Girona que durante cinco años ha sido. Que tuviera que matizar su característica propuesta. Contra el Barça y Leo Messi, lo hizo de forma más clara que nunca antes en su arranque liguero. Si no es ante el argentino, ¿ante quién? La apuesta local para enfrentarse al actual líder, así pues, consistió en dividir el partido y disputar dos batallas paralelas intentando que no se superpusieran. En palabras del propio Machín, un partido «nueve contra nueve» y otro «uno contra uno». Para ello ordenó una vigilancia al hombre de Pablo Maffeo sobre Leo Messi por todo el campo, sacando al catalán de su habitual rol de carrilero derecho y convirtiéndolo en la sombra incómoda del diez azulgrana. El Girona es un conjunto que presiona arriba y sin un mediocentro al uso para corregir el espacio abierto a la espalda del mediocampo, de modo que si por obligación o por iniciativa propia la zaga se mete atrás, la distancia entre sus líneas puede resultar un problema para su competitividad. Lo aprovechó en la jornada inaugural Ángel Correa, y nadie más peligroso en estas artes que Messi. De Leo, hace apenas unos días, Mendilibar dijo que su inteligencia le lleva a recibir en zonas donde el rival no está, de modo que Machín se aseguró de que, con Maffeo cosido a sus talones, donde estuviera el argentino siempre hubiera un blanquivermell.

- Mascherano con balón en campo contrario, la marca de Maffeo a Messi, y la posición de Paulinho cercana a Luis Suárez.-

– Mascherano adentrándose con balón en campo contrario, la marca de Maffeo a Leo Messi, y la posición de Paulinho cercana a Luis Suárez.-

Siendo Pablo Maffeo habitualmente una pieza importante a nivel estructural en su equipo, por tratarse del único futbolista que de manera fija ocupa la banda derecha del Girona, la medida implicó algún reajuste, recayendo el más notable sobre el posicionamiento de Portu. Normalmente mediapunta por delante de Pere Pons y refuerzo para el delantero centro, el murciano fue el encargado de establecerse como una suerte de carrilero derecho. Sin que un extremo al uso a su espalda le obligara a un retorno de lateral, su lucha fue con Jordi Alba, tanto atendiendo a sus subidas como atacando su parcela para que, ante la amenaza, éstas fueran menos habituales. Hecho el recuento, el resultado de la decisión que tomó el entrenador soriano fue que el Girona ganó un efectivo conteniendo por detrás de su línea de medios, y que lo perdió para jugar cerca de su delantero centro.

Esta segunda parte se sintió a la hora de atacar, donde un poco productivo Olunga se quedó muy solo y se mostró incapaz de aprovechar las posibilidades que Pere Pons, Douglas Luiz y Aleix García le proveían desde atrás; y también defendiendo la salida de balón del Barça, pues a menudo pudo destinar para ello a un futbolista menos de lo que en el conjunto gerundense es lo normal. Si bien es cierto que con el esférico en pies de Ter Stegen los emparejamientos eran hombre a hombre por todo el campo, en jugada rodada al menos uno de los dos centrales del Barça acostumbra a  estar libre. Tanto Mascherano como Umtiti, a diferencia de lo que sucedió en Getafe, interpretaron esta situación desde la iniciativa, apoyados en el excelente trabajo que por delante realizó Ivan Rakitic moviendo a los rivales y abriéndoles rutas y líneas de pase a los zagueros.

El planteamiento de Ernesto Valverde tenía dos misiones. Una era superar la presión adelantada del Girona, y eso lo logró de forma más o menos constante bien vía intervención directa de los centrales e indirecta de Rakitic, bien girando al rival con envíos más verticales, o bien aprovechando el margen concedido a Ter Stegen para que el alemán habilitara en cualquier zona del campo el uno contra uno más provechoso. La segunda consistió en atacar de forma profunda explotando la espalda que descubre la defensa del Girona cuando va arriba, o haciéndola recular para hacerse con el dominio posicional del encuentro. La titularidad de Aleix Vidal y Paulinho, el comportamiento de Luis Suárez y la versión más insistente al espacio de Leo Messi en años, dibujaron con claridad esta segunda parte del plan barcelonista.

- Ante la defensa adelantada del Girona, los atacantes del Barça buscaron insistentemente el desmarque profundo. -

– Ante la defensa adelantada que presentó del Girona, los hombres de ataque azulgranas buscaron insistentemente el desmarque profundo al espacio. –

Los tres hombres de cierre del esquema culé empujaban el bloque hacia adelante, reducían su separación respecto a los puntas y, con Sergi Roberto y Jordi Alba tirando de la lona, buscaban una y otra vez el servicio al espacio que dejara a cualquiera de los adelantados frente a un Gorka Iraizoz desprotegido. La autosuficiencia de los centrales y Rakitic a la hora de hacer avanzar el cuero permitió a Iniesta y Paulinho escalonarse por delante, con el manchego como principal alternativa de unión y el brasileño creciendo cerca de la frontal local tanto en lectura como en llegada. Además, el internacional paulista se erigió como valioso destino de los envíos directos con los que el Barça pretendió sobrevolar la presión gerundense. Si contra el Eibar su cabeza sirvió como protección en zona de mediocentros, Valverde, en Montilivi, la enfocó al área contraria.

En la vida hay que ser un poco tonto, porque sino lo son solo los demás y no te dejan nada.El segundo partido que antes de empezar tenía en mente Machín fue el que enfrentó a Messi con Maffeo, aunque su duelo guardó más relación con cuanto sucedió a su alrededor de lo que el técnico del Girona habría deseado. Por un lado, porque pese a que la marca del lateral propiedad del Manchester City incomodó las recepciones de Leo, matizó sus zonas de intervención y dejó al 10 azulgrana en un único regate completado, ni mucho menos lo borró del mapa. Messi rebajó su número de participaciones y exploró aspectos del juego que no son los más comunes en él, pero se mantuvo ligado al partido del que Pablo Machín había intentado expulsarle. Por contra, quien sí desapareció fue Maffeo, habitual pieza de relieve en el juego de ataque del Girona, y el sábado reducido a cinco pases y nueve intervenciones en setenta y siete minutos. Sin él, el Girona no pudo ser quien habitualmente es. El suyo fue un sacrificio asumido con tal de que los dos conjuntos libraran la batalla con un aspecto diferente al que lucen más a menudo. Pero en su nuevo disfraz, el Barça de Ernesto Valverde se sintió más cómodo que un Girona que no pudo buscar sus ventajas donde suele encontrarlas.

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– Foto: Josep Lago/AFP/Getty Images

Comments:3
  • vi23 25 septiembre, 2017

    Creo que se nota la mano de Ernesto en cada partido, y que se nota para bien

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  • Javier 26 septiembre, 2017

    No hay un poco el peligro que pase como al Sevilla el año pasado, que se adaptaba muy bien al juego del rival pero al final no tenia una estructura que le sujetara cuando las cosas no salian bien? O solo se trata de aprovechar las rotaciones para tener varios planes B segun convenga como se plantee el rival?

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    • Morén 26 septiembre, 2017

      ¿Teniendo en cuenta las pocas semanas de rodaje que lleva el proyecto, este Barça te da la impresión de ser variable en su idea? Debo decir que a mí por el momento no mucho. Tanto la idea general como la disposición de los jugadores o los roles que se les asigna me parecen transmitir continuidad. El peso del mediocampo, la presión, la posición adelantada de Messi, la importancia de Busquets, el funcionamiento del carril izquierdo, los ajustes en salida de balón… en general creo que hay líneas que mejor o peor ejecutadas son bastante reconocibles. Después, claro, hay situaciones y situaciones, y rivales y rivales, y Valverde toma medidas para darles una mejor respuesta, pero de forma absoluta no me parece este un Barça que esté siendo excesivamente cambiante ni en su fondo ni en su forma según sean sus adversarios. Quizá la diferencia más clara hasta ahora esté en Paulinho, que como interior derecho es algo muy diferente a lo que ha estado siendo Rakitic, pero salvo la alternativa del brasileño, creo que lo demás, en cuanto a intenciones, no se aleja demasiado de la línea.

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