En manos de un niño
A pesar de tener sólo dieciséis años, Lamine Yamal es actualmente el principal generador en ataque del Barça de Xavi. Además de en el plano posicional, también en el estratégico el canterano ocupa el lugar que un curso atrás representó Ousmane Dembélé para el técnico de Terrassa. El viernes, con su espectacular gol, Lamine le dio los tres puntos al conjunto azulgrana, en un partido, antesala del decisivo duelo de Champions ante el Napoli, de nuevo poco brillante en lo futbolístico por parte de los culers.
Llegaban los azulgranas a la cita con el principal foco de interés puesto en el mediocampo debido a las recientes lesiones de Pedri y Frenkie de Jong, y con el objetivo de descubrir la receta de Xavi para sobrellevar sus bajas. Ésta pasó por devolver a Gündogan a la base de la jugada, al lado de Christensen, quizá aventurando que contra un rival como el Mallorca de Javier Aguirre, más dado al repliegue que a la presión en campo contrario, el alemán podría seguir encontrando situaciones para asomarse a la frontal del área rival desde donde, durante las últimas semanas, le había permitido dar un salto de nivel al juego ofensivo de su equipo.
Su espacio en la corona fue para Raphinha (después Fermín) y Joao Félix, encargados de aparecer en una mediapunta menos activada que otros días. Al Fútbol Club Barcelona le costó filtrar pases hacia tres cuartos de campo que conquistaran la espalda de la medular mallorquinista, y debido a esto apenas pudo fijar por dentro a su rival para generar espacios y escenarios de uno contra uno en las bandas. Durante muchos minutos, cuando el cuero llegaba a la orilla, lo hacía sin que la velocidad de la circulación local aprovechara la basculación rival, y permitiendo a la línea de cinco defensas del Mallorca ser ancha para cubrir toda la horizontal del campo. Quien más fijó por dentro a los visitantes fue Vitor Roque entrando desde el banquillo en el segundo tiempo, que atacó con y sin balón el carril central a pesar de partir de un posicionamiento en banda izquierda.
Más nivel ofrecieron los azulgranas en el apartado defensivo, en parte gracias a la presencia de Christensen como mediocentro en las transiciones ataque-defensa, en parte por el buen trabajo de Iñigo Martínez y Pau Cubarsí en sus duelos cerca del área y, sobre todo, gracias a la concentración de los centrales culers a la hora de ejecutar las vigilancias defensivas cuando el equipo atacaba. Tras cada pérdida, tanto Iñigo como Pau se encontraban en el punto justo para apretar la recepción del punta y favorecer el robo. Hace tres semanas, en Napoli, Xavi optó por proteger al joven central. Teniendo en cuenta su rendimiento, quizá el martes ya no pueda hacerlo.
– Foto: LLUIS GENE/AFP via Getty Images
