
Luis Suárez con acompañante
El Leganés de Asier Garitano es un conjunto que edifica gran parte de su personalidad futbolística en la defensa. A ésta, en buena medida, la sustenta sobre la autoridad de su pareja de centrales. Dispone para ellos un tipo de partido en el que puedan vencer en sus respectivas batallas sin necesitar demasiado auxilio, liberándose, de este modo, el resto de piezas para combatir en otros frentes. Para subir un punto la agresividad y aunar esfuerzos con los compañeros más cercanos, sin tener a su espalda una intranquilidad que los sujete. Para acosar sin ancla. Ya fuera pensando en esto o dando continuidad a lo que tan bien funcionó hace dos semanas ante el Sevilla, Ernesto Valverde repitió el sábado atacando con doble punta, presentando contra el centro de la zaga rival un emparejamiento en igualdad numérica. La fórmula, en el marcador final y a los puntos, resultó nuevamente ganadora. Subrayó el Txingurri, al final del encuentro, el valor que tuvo en la victoria la autoridad culé en las áreas. Ter Stegen representó el fortín en la propia, confirmándose el alemán como uno de los avales competitivos más fiables en el inmaculado ritmo de puntuación del Barça en lo que va de temporada. En la rival, Paco Alcácer fue importante por sus efectos y, sobre todo, por los que permitió a Luis Suárez. La muestra son sólo dos partidos, pero el ánimo y el fútbol del uruguayo están agradeciendo compartir delantera.

– La vigilancia de El Zhar a Iniesta y la sujeción de Luis Suárez sobre el lateral del Leganés, habilitaron a Jordi Alba como potencial receptor liberado.-
Situados sobre el tapete los veintidós protagonistas, los planes de pepineros y culés dibujaban un punto de arranque con especial concentración de efectivos en el carril central. El Barça, con rombo en mediocampo y dos nueves por delante, de inicio abría el campo únicamente con Semedo y Jordi Alba, mientras que las atenciones defensivas dispuestas por los locales, por momentos terminaron dirigiendo a todo el conjunto hacia dentro. Saltaron al césped los de Garitano organizados según un 1-4-4-1-1 en el que Eraso, por detrás de Amrabat, realizaba la vigilancia al mediocentro blaugrana, y El Zhar, el extremo derecho, se emparejaba con Andrés Iniesta. La intención del técnico guipuzcoano era la de superpoblar de piernas y dificultades el carril central, minar la zona de Busquets, Iniesta o Leo Messi, y trasladar el protagonismo con balón a los barcelonistas más externos. Sin voluntad de exponerse a una pérdida peligrosa, los catalanes recogieron el guante y se dispusieron a potenciar las opciones que les daba dicho escenario. Una de las primeras medidas consistió en dar forma a un escalón con tres futbolistas en el inicio de la jugada, siendo unas veces Busquets y otras Ivan Rakitic los encargados de retrasar su posición hasta alinearse con los centrales. Siempre con Umtiti en la izquierda, y alternando Piqué y uno de los centrocampistas el perfil diestro del tridente, más que la superioridad numérica en este primer peldaño -pues defendiendo Amrabat y Eraso de forma escalonada ya antes uno de los dos centrales quedaba libre-, la virtud del mecanismo estuvo en la amplitud de la que dotó a la salida de balón culé.

– La extracción de Szymanowski: Piqué, abierto, saca del mediocampo al argentino, quedando a su espalda Nélson Semedo como opción de pase franca.-
Ocupado el centro con un tercer futbolista, los otros dos pudieron acercarse a la cal sin riesgo a separarse, llevándose así la amenaza de los primeros pases hacia los pasillos, donde el planteamiento del Leganés aceptaba concentrar menos atenciones. En banda izquierda, puesto que la defensa interior de El Zhar dejaba sin ocupante el lado derecho del mediocampo pepinero, Jordi Alba se distinguía como un potencial receptor libre para los envíos de Samuel Umtiti, mientras que en la orilla contraria, la presencia abierta del central derecho, les permitió a los de Ernesto Valverde la extracción de Szymanowski. Inicialmente a medio camino entre el interior y la banda, pero siempre integrado en la línea de medios local, la anchura que dio el Barça al primer escalón de sus ataques llevó al argentino a adelantar su ejercicio defensivo para arrastrarlo sobre el central culé. De esta forma habilitaron los catalanes, a la espalda del zurdo, una recepción libre de Nélson Semedo equivalente a la que disfrutaba Jordi Alba en el costado opuesto. El Barça no podía ni pudo tocar con facilidad por dentro, pero gracias a las salidas auxiliares que se construyó por fuera logró dar profundidad a su ataque conduciéndolo en paralelo a la línea de banda. No suele ser éste un escenario demasiado desagradable para el Leganés, quien más bien acostumbra a favorecer en el día a día que el rival vuelque sus intentos hacia la banda para, o bien diseñar una emboscada que les permita el robo, o bien condicionar un tipo de acceso al área de Cuéllar, basado en el centro lateral, en el que Siovas y Ezequiel Muñoz generalmente son muy solventes.

– El papel de Paco Alcácer, arrastrando hacia dentro al lateral izquierdo del Leganés y amenazando la espalda de la defensa para liberar a Luis Suárez.-
La diferencia estuvo en la doble punta del Barça. En primer lugar, porque como amenaza conjunta y multiplicada sobre el corazón de la zaga blanquiazul, sujetó tanto a Zaldúa como a Diego Rico, los dos laterales del Lega, en una posición muy centrada, contribuyendo a ello la perfecta colocación de Suárez y Alcácer entre el central y el lateral de cada uno de los perfiles. Entre los dos delanteros movilizaron la atención de los cuatro defensas, y puesto que ni Semedo ni Jordi Alba tenían sobre ellos la marca de un centrocampista, ambos se asomaron con continuidad al lateral del área. Llegados a esa altura, su presencia reclamaba el regreso a banda de los laterales locales, dibujando como consecuencia un dos para dos en el área del Leganés que situó a Alcácer y, sobre todo, a Luis Suárez, al filo del gol. El charrúa nuevamente se apoyó en la compañía de un futbolista en quien delegar parte de los movimientos sin balón, hacia los lados y a la espalda de la defensa, para ganar participación en el apoyo y la descarga, liberado de la responsabilidad de ser la única pieza encargada de tirar del equipo hacia arriba. El plan no le permitió al Barça brillantez, pero sí cierto control de la situación. Su ataque no era rebosante, pero lo acercaba al área rival al tiempo que alejaba a su adversario de la de Ter Stegen. Y es que gracias a la profundidad lograda a partir de los laterales, y al consecuente retraso de las piezas pepineras, la transición defensiva culé mantuvo aislado a Amrabat durante muchos minutos.

– Pocas veces pudo sacar partido el Leganés, a lo largo del primer tiempo, de los espacios que generó Amrabat sacando de su zona a Gerard Piqué.-
Con Sergio Busquets a la cabeza, por momentos incluso como interior, los visitantes pudieron adelantar su presión y forzar al Leganés a una salida directa y en largo, en la que las ventajas que sí pudo generar el punta no las aprovechaba nadie. A la espalda de los lateral y sobre todo sacando de zona a un Piqué muy vulnerable, Nordin abría un camino para el que sus compañeros no tuvieron tiempo hasta la entrada al campo de Beauvue. Con el francés como segunda referencia ofensiva sí pudieron pisar área los locales con una mayor frecuencia, pero la desventaja en el marcador, la seguridad de Ter Stegen y el recurso de Paulinho para el contraataque cuando el adversario está obligado a conceder espacios, mantuvieron la balanza decantada del lado culé.
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– Foto: Oscar del Pozo/AFP/Getty Images
rs42 20 noviembre, 2017
¿Qué opinas del rendimiento de Semedo en los últimos partidos?
Me recuerda un poco a los primeros meses de Digne en el Barça, en donde, ya sea por el ímpetu de empezar de cero en un nuevo club, inspiración puntual, o simplemente porque a esas alturas de temporada contaba con una mejor condición física que el resto, sobresalió e incluso pareció jugador de otro nivel, con mucha gente incluso poniéndolo por encima de Jordi Alba. Con el tiempo su nivel se normalizó hasta lo que es ahora, un cumplidor, pero un jugador que no te pasa de un 7 por partido.
Sé que aún es pronto, pero la trayectoria del portugués en el equipo me empieza a recordar a la del francés. Me parece que sobresalió en las primeras semanas por su físico, pero avanzada la temporada y a medida de que rivales y compañeros empiezan a acortar diferencias, esa ventaja inicial se ha ido diluyendo y empieza a ser evidente que le faltan muchos recursos en ataque y finura con el balon en los pies. Y eso en el Barça pesa mucho.
Blograna 20 noviembre, 2017
El papel de Semedo el sabado fue muy extraño. El luso fue muy disponible en su banda, recibio bastante balones interesantes, pero quedo aislado y sin ayuda cualquiera de sus compañeros. Cuantas veces, en la primera parte, Rakitic, Alcacer e incluso Messi le dejaron actuar solo frente a 2 o 3 del Leganes ???
En el sistema de Valverde, Alba tiene mucho protagonismo porque el equipo se le abre espacios, pero tambien porque tiene socios para combinar (Iniesta, Suarez). Semedo el sabado pudo aprovechar espacios para aportar en conduccion, pero a falta de socios para combinar, tuvo que volver hacia atras, lo que tiño de improductiva su actuacion. Es una lastima porque la banda derecha del Barça, la de Semedo, es la mas debil en cuanto a jugadores para combinar (Rakitic, Alcacer o Deulofeu no favorecen el trabajo del lateral como Iniesta), y el Portugues no recibe mucha ayuda para brillar.
Luis Restituyo 21 noviembre, 2017
Que pasa con Piqué ?? Es preocupante su nivel esta temporada !!
Morén 21 noviembre, 2017
@RS42 y Blograna
A mí su inicio me sorprendió, y creo que su buena entrada tuvo mucho que ver, también, con el Messi falso nueve que ahora con Alcácer ya no se está viendo. Pero sobre todo m da la impresión de que, como Jordi Alba en la izquierda tiene que ser prácticamente un extremo, en a derecha Valverde está sujetando un poco más al portugués. Al final, su capacidad para ser determinante en ataque yo creo que es menor que la de Alba, y Ernesto muchos momentos está prefiriendo contar con él por detrás del balón para reforzar la transición defensiva.
@Luis Restituyo
Se hace difícil hablar de las causas, porque hay muchas cosas que no podemos saber. Los futbolistas son personas que juegan al fútbol, y a partir de ahí hay una cantidad de variables que pueden afectar a su rendimiento que es enorme. De lo que sí podemos ver, lo puramente futbolístico, no parece que el Barça esté haciendo algo que precipite el mal momento de Piqué. Umtiti está excepcional, Semedo -como comentábamos ahora- está protegiendo más en la derecha, Ter Stegen da seguridad por detrás, Rakitic ocupa más su zona por delante… todo parece indicar que es una cuestión individual.