
Una prueba con Sarsanedas
La aparición de Ferran Sarsanedas fue una de las agradables sorpresas que la temporada pasada le deparó al Barça B. Novato en el filial, en su primer curso el de Amer se afianzó como un futbolista de relieve en los planes de Gerard lópez a fuerza de mejorar al equipo. Cada vez que él ocupaba el mediocentro, el segundo equipo culé jugaba mejor que cuando otro ejercía de cierre. En la presente campaña, quien está transitando un camino muy parecido es Oriol Busquets. También ascendido directamente desde el Juvenil y aspirante, a priori, a un puesto muy competido, ya desde muy temprano se ganó la confianza del entrenador gracias a su rendimiento. Como le sucediera al Barça B hace un año con Sarsanedas, en el arranque de temporada ha ofrecido su mejor cara con el guixolenc en el once, habiendo visto Sarsanedas reducido su número de minutos. Hasta ayer, Oriol había sido titular el doble de veces que Ferran.
Sin embargo, el Barça B tiene deberes que afrontar en su mediocampo, y recientemente estos tienen mucho que ver con la ausencia por lesión de Iñigo Ruiz de Galarreta. La última prueba de Gerard López al respecto, empleada ayer en Tarragona, tuvo como protagonista el regreso de Sarsanedas a la demarcación de interior. No le sirvió al técnico el experimento para reencontrarse con el triunfo, ni tampoco para cambiarle radicalmente el rostro a un equipo últimamente irregular en su desempeño, por bien que en varios momentos y en diferentes aspectos se mostrara algo más estable ante el Nástic, pero se insinuó como una decisión interesante. Las tres dificultades que se está encontrando el mediocampo del Barça B desde que Galarreta cayera lesionado y Aleñá ocupara su lugar a la derecha del mediocentro son el uso de ambos interiores a pierna cambiada, el hecho de que los dos acompañantes del pivote tengan más tendencia a la mediapunta que a la base de la jugada y su floja aportación defensiva cuando el filial no tiene la posesión. A priori, la entrada de Sarsanedas en el interior izquierdo, toca a todas estas cuestiones.
Primero hace coincidir junto a Aleñá a otro zurdo, en su caso situado sobre el perfil izquierdo dando a uno de los dos interiores orientación a pierna natural con tal de dar un barniz más horizontal y controlado al juego. En segundo lugar, pese a tratarse de un interior de formación, su paso la pasada temporada por la demarcación de mediocentro lo señala como un jugador afín a los primeros pases y cómodo situándose por detrás de la línea de la pelota, como solución para asegurar el pase y la posesión. Finalmente, sin ser un especialista, maneja más soluciones defensivas que Vitinho o Aleñá, y sin ir más lejos, ayer con su entrada Gerard optó por dar consistencia al repliegue con dos líneas de cuatro que por delante dejaban liberado a Aleñá y que por delante de los centrales juntaba una suerte de doble pivote a modo de refuerzo en la contención. Hasta que vuelva Galarreta y con él Aleñá recupere una posición más adelantada, Ferran puede darle a Gerard lo que sin el eibarrés le ha estado faltando.
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