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Luis Suárez y los demás

El de Luis Suárez seguramente sea uno de los nombres propios de la planificación del FC Barcelona 2020-21. Tanto por la posibilidad -quizá conveniencia- de empezar a construir un camino que trascienda la importancia táctica del uruguayo en el proyecto, como por la difícil gestión de un relevo de este calibre. Como se ha observado en los últimos meses de competición con el 9 ausente, superar a Luis Suárez no es fácil dado el lugar principal que ha ocupado en los mecanismos del equipo durante más de un lustro, y puesto que su aportación tanto numérica como a nivel de automatismos sigue vigente, tampoco lo es vencer la tentación de regresar a lo conocido. Es abandonar tierra firme.

Con 33 años, contrato hasta 2021 más opción a una temporada de prorroga, y presumiblemente uno de los salarios más importantes de la plantilla, pues, a la dirección deportiva culé se le abrirán dos escenarios en el próximo mercado a propósito del uruguayo. Asumiendo la contratación de un nuevo atacante -un delantero centro y/o un jugador de banda izquierda- a partir del cual rediseñar la fórmula de la delantera barcelonista en busca de un nuevo encaje y funcionamiento de sus protagonistas, la primera consistirá en la permanencia del uruguayo en el equipo, dosificado en minutos, como cuarta pieza del arsenal y recurso en la posición de nueve. Un relevo y un añadido a una solución que ya no lo encuentre como elemento troncal, pero en la que poder hallar todo aquello que lo ha distinguido como tal hasta ahora. Una alternativa en su puesto en caso de incorporar un delantero centro llamado a sucederle, o la posibilidad de recurrir a una referencia ofensiva más fija en caso de optar por una fórmula de ataque sin delantero centro al uso en el teórico equipo de gala. El otro escenario, más inclinado por los equilibrios salariales y por el deseo de esquivar la tentación de seguir sujeto a su contribución desde el once, implicaría una salida del uruguayo, probablemente menos favorable a nivel económico de lo que su presumible impacto en otros equipos haría presagiar.

En este sentido, de la decisión e intervención del club al respecto dependerá la composición final del roster del ataque del Barça. Con Ansu Fati como opción de relevo en las bandas -principalmente la izquierda-, la permanencia de Luis Suárez junto a la tripleta teóricamente titular dejaría poco espacio para otro rol con cierto protagonismo en la delantera. Seguramente la pieza de mejor encaje en este contexto sería la de un canterano con el rol que tuvo inicialmente Carles Pérez el pasado verano, como complemento de banda -principalmente la derecha- y sin la necesidad de absorver un volumen grande de minutos. A pesar de tratarse de un perfil de jugador diferente, menos extremo y más mediapunta, probablemente el nombre más indicado sea el de Álex Collado, toda vez Kike Saverio se siente más cómodo en el costado zurdo y su temporada en el filial no ha sido todo lo incontestable que fue la de Carles Pérez el año anterior. Incluso, en caso de no recurrir a uno de los jugadores del filial, es posible que la delantera del Barça 2020-21 se cierre con sólo cinco efectivos, pues lo secundario del rol no invitaría a un desembolso en forma de incorporación y las virtudes de un jugador como Martin Braithwaite -juego al espacio y recurso en el delantero centro- podrían redundar al contar ya con Suárez y Ansu como relevos.

Donde sí aumentaría el sentido de la presencia del danés en la plantilla es en un escenario en el que Luis Suárez no continúe en el equipo, debido a que de este modo el cuerpo técnico carecería de una solución desde el banquillo para el puesto de nueve, ya sea para relevar al titular o para incorporar esa figura a una delantera articulada alrededor de una referencia más vaporosa. Nuevamente con Ansu como activo en la rotación, y con la desventaja de que la interrupción de la competición no haya permitido testar la contribución real de Braithwaite en un contexto de máxima exigencia, aquí sí se abriría el espacio para un delantero inicialmente suplente pero de mayor entidad. Una pieza, preferiblemente de banda derecha para completar las posibilidades tácticas de los tres titulares, que siendo capaz de sumar minutos en otras posiciones de vanguardia haga las veces de cuarto delantero del equipo. El ya confirmado fichaje de Francisco Trincao, una nueva oportunidad para Ousmane Dembélé o, dependiendo de la realidad económica del club y del gasto en otras posiciones, una incorporación como la del valencianista Ferran Torres (termina contrato en junio de 2021), podrían ser las opciones del Barça para ocupar estas funciones.

 

– Foto: Alex Caparros/Getty Images

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