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Jordi Guerrero

Entrevista | Las claves de los sistemas de tres centrales.

Jordi Guerrero

Entrevista realizada el 6 de abril de 2020.

  • Desde hace algunos años, cada vez son más los equipos que deciden jugar con sistemas de tres centrales. En el fútbol español, uno de los entrenadores que en su momento abanderó la tendencia fue Pablo Machín, con quien has trabajado en Girona, Sevilla y en el Espanyol. ¿Cómo empieza la apuesta por este tipo de esquema?

Pablo llegó a Girona quedando sólo trece jornadas de liga, y nos reunió para hablar sobre lo que había estado trabajando el equipo, sobre cómo funcionábamos, sobre el sistema que se había estado utilizando, sobre los entrenamientos… Él era el tercer entrenador que tenía el equipo aquella temporada, y decidió darle una vuelta a todo para cambiar la dinámica. Por ejemplo, cambió las rutinas de entrenamiento. Y otra forma que tenía para cambiar la dinámica del equipo era cambiar el sistema de juego, así que propuso un sistema de tres centrales. Él lo había utilizado con Pacheta en el Numancia, y me preguntó si yo también lo había trabajado antes. Le dije que sí, porque lo conocía de mis experiencias anteriores.

  • ¿Cómo había sido tu relación con ese sistema antes de la llegada de Pablo Machín al Girona?

Es un sistema que ya había trabajado como entrenador. Cuando era joven incluso lo había jugado como futbolista con Carles Planchart, el analista de Pep Guardiola, que es del mismo pueblo que yo. Después, cuando empecé como entrenador, en Amer había usado la defensa de tres, y en el Palamós alguna vez también aunque estuviera poco tiempo antes de irme al Girona. A veces era con tres centrales y en otras ocasiones la salida de tres la hacíamos con el pivote, pero es bastante similar.

  • ¿Qué tienen estos esquemas con tres centrales para que en la actualidad cada vez más entrenadores recurran a ellos?

Es un sistema que ahora se está extendiendo mucho porque te da muchas opciones en todo. Te da opciones de atacar con mucha amplitud porque tienes dos carriles muy abiertos, y como el delantero centro estira mucho el campo eres capaz de hacer que el equipo sea largo. Y a la hora de defender puedes cambiar a defensa de tres, de cuatro o de cinco dependiendo de cómo te ataca el rival.

Te da la parte ofensiva, de atacar aprovechando mucho el campo, y la defensiva de protegerte con cinco hombres convirtiendo a los carrileros en laterales cuando te atacan mucho. Es verdad que tiene una exigencia alta y se tiene que trabajar mucho, pero es un sistema que me gusta mucho. Si ahora llevara un equipo como primer entrenador intentaría implantarlo.

  • A primera vista, lo más evidente con este dibujo es que ganas un central más. És un refuerzo defensivo.

Tener un central más te permite que los carriles entre central y lateral estén mejor cubiertos, porque aunque uno salga a tapar a un punta o a un mediapunta los otros dos te pueden cerrar los espacios. Son unas zonas que ahora los equipos están aprovechando mucho, porque como los laterales suben mucho hacen que sus interiores puedan entrar por esos carriles interiores. Con los tres centrales esto lo tienes bastante solucionado.

Pero luego, en salida de pelota, este sistema te da la superioridad numérica. Como en la salida lavolpiana o la típica que hace el Barça con Busquets bajando entre centrales. Con tres centrales ese jugador ya está ahí, no hace falta que baje. Es una forma de hacer las superioridades cuando tienes la pelota.

  • Quizá donde mejor están encajando estos dibujos a nivel defensivo sea en la presión en campo contrario. Sobre todo en los equipos que presionan hombre a hombre.

Para mí, en la presión hombre a hombre este dibujo es el mejor. Cuando juegas con una defensa de cuatro, alguno de los laterales tiene que ir demasiado arriba y a veces es difícil compensarlo. Con este esquema no. Con este esquema tienes a los dos laterales arriba y detrás a los tres centrales. Y si necesitas alguna ayuda, los centrocampistas se pueden sumar porque la distancia es más corta. Si vas a apretar hombre a hombre, como hacen ahora muchos equipos, este es el sistema más compensado.

  • ¿Y cómo se gestiona el hecho de tener que defender con un único jugador en la banda cuando el rival muchas veces ataca esa zona con el lateral y el extremo?

El dos contra uno en banda sobre todo se da cuando el  rival te ha metido en tu campo y estás defendiendo atrás. Se trata de intentar tener una línea de cuatro por delante, y para eso se le pide al punta o al mediapunta que se incorporen a la línea de centrocampistas para poder hacer esas basculaciones. Cuando el rival mueve el balón, tienes que ir de lado a lado y las ayudas te las tiene que dar un interior o un punta que caiga hacia ese lado.

Depende de cómo ha terminado tu ataque, de la posición en que ha quedado el punta, puede ser más fácil que el delantero se sume por dentro al medio y alguno de los centrocampistas se abra a banda. Es lo que trabajas y explicas en los entrenamientos para que los jugadores vean que alguien tiene que venir a hacer esa ayuda, porque seguramente sea el punto más débil de este sistema en defensa. Cuando te hacen el dos contra uno en banda hay dificultades. De todos modos, si tienes un central con buena movilidad puede llegar a la ayuda.

  • ¿Cómo influye en el ataque esta soledad del hombre de banda? Todo el peso recae en el carrilero.

Es verdad que el carrilero a veces puede estar muy solo en banda. Por eso una de las características que debe tener es la capacidad de sacar centros o de hacer daño en el uno contra uno. En Girona tuvimos a Carlos Clerc, que era un jugador muy rápido y con una zurda buenísima. No tenía mucho uno contra uno, pero en cambio si le dejabas un metro te sacaba un centro al área desde casi cualquier parte. Cuando el rival ve que puedes centrar desde donde sea, su lateral ya no puede estar tan pasivo, tiene que venir a buscar al carrilero y entonces le puedes ganar la espalda. Se trata de jugar un poco con eso. No siempre hace falta que el carrilero sea un gran driblador, casi me parece más interesante que sea un gran centrador. Eso sí, debe tener recorrido, porque la exigencia en la banda es muy alta.

  • La importancia de los carrileros a la hora de poner el centro al área casa muy bien con el tipo de delantero centro que habéis tenido. Sandaza, Stuani, André Silva, Calleri…

Porque en este dibujo al final lo que tienes son dos carrileros que en teoría podrán centrar muchos balones y necesitas a alguien en el área. Alguien que quizá no llegue a rematar de primera como hacía Stuani, que es un rematador espectacular, pero sí que pueda aprovecharse de todos los balones que caigan en esa zona. En Girona tuvimos delanteros como Mata o Sandaza que hacían muchos goles gracias a esos rechaces. Un delantero con estas características es primordial.

  • ¿Y qué relevancia tenía el hecho que los centrocampistas pudieran recibir a la espalda del mediocampo rival? ¿Es algo que se facilita al jugar con tres centrales y carrileros?

Todos los sistemas son buenos, en la pizarra todos ganan, pero luego se trata de encontrar los espacios. Por ejemplo, cuando sales jugando con tres centrales, si el rival te viene a presionar tiene que mandar arriba a alguien del medio y entonces aparecen los espacios. Se trata de que cuando su interior te salte a la presión, alguien busque recibir a su espalda. Borja García fue una de las claves de aquel Girona porque esto lo entendía perfectamente. Como antes Jandro. Jugadores que entienden que estos espacios son los buenos para recibir. Es lo que te da jugar con tres centrales, ya que uno puede dividir, hacer saltar a un rival y mover líneas, y cuando mueves líneas aparecen los espacios. Si el delantero centro es quien fija arriba, el mediapunta es el que debe moverse entre líneas.

  • Poder sacar el balón jugado desde atrás con tres jugadores en el primer escalón es otra de las claves del sistema.

Cuando haces una salida de tres, o te vienen a apretar hombre a hombre o siempre tienes superioridad. Por eso los centrales deben ser capaces de coger le balón y superar una línea, dividir o hacer un cambio de orientación. Ahí es donde tienes la ventaja. Si el central se limita a pasar el balón al compañero que tiene al lado, no te soluciona nada. Los jugadores que hacen daño son los que superan líneas, dividen y siguen hacia adelante. Como Iniesta. Y si además son buenos decidiendo hacia dónde pasar el balón, ya lo tienen todo.

  • Hay muchos equipos que esa salida con tres jugadores prefieren hacerla sujetando a un lateral o haciendo que baje un centrocampista. ¿Por qué hacerlo con un tercer central?

Porque con este sistema ya tienes a ese tercer jugador ahí. Aunque a veces puedes poner a un medio entre el central y el carrilero para que reciba el balón ahí y no en el centro. Son variantes en función de cómo te apretará el otro equipo. Si ves que los centrales no podrán salir porque el contrario los defiende con los dos puntas y adelantando a un interior, tienes que hacer que un pivote vaya a recibir ahí.

  • ¿Cuál es el retrato robot del central que mejor encaja en este tipo de propuesta? ¿Qué requisitos hay que cumplir?

El central que va más por dentro, el central-central, tiene que ser un futbolista que juegue muy bien la pelota, que vaya bien de cabeza y que a poder ser tenga buena salida con las dos piernas. También tiene que ser rápido porque deberá cubrir la espalda de sus compañeros. Si puedes elegir, eliges estas características. Lo que pasa es que a veces tienes los centrales que tienes y hay que readaptarlos.

Si tienes un central que va muy bien de cabeza pero es un poco más lento, quizá la defensa en lugar de estar a diez metros del área tendrá que estar a cinco para que se sienta más cómodo. Depende de las características del jugador. Nosotros hemos tenido centrales-centrales muy diferentes. Richy, en Girona, tenía unas características espectaculares. Manejaba las dos piernas, iba bien de cabeza, no le quemaba el balón… Pero también hemos tenido gente como Bernardo que es capaz de hacer eso pero sin ser un jugador muy rápido. Es un jugador que juega tan concentrado y tan atento que se adaptó también muy bien a esta posición.

  • ¿Y qué influye a la hora de decidir en cuál de las tres posiciones jugará el central? Si es un central zurdo lo normal es que vaya al perfil izquierdo, pero sin ese condicionante ¿qué marca que uno ejerza de central en el eje y otro más escorado a banda?

Por ejemplo la velocidad. O si eres capaz de salir a defender al delantero hacia delante o te sientes más cómodo esperándolo. Si tienes un buen cambio de orientación o tu manejo de la pierna mala, porque si juegas en el centro vas a necesitarla más. Normalmente, el central más completo en el manejo de las dos piernas es el que juega en medio. También influye el juego aéreo, porque el central-central casi siempre es el que tendrá que disputar más balones por arriba y es importante que vaya bien de cabeza.

A veces también adaptas jugadores. Ramalho llegó al Girona como lateral y terminó jugando como central. Incluso después lo he visto jugar como central zurdo porque es el que mejor se podía adaptar a jugar ahí.

  • Vuestro caso es particular porque el sistema lo habéis trasladado a equipos y plantillas diferentes. Se dice que dependiendo de los jugadores que tienes puedes jugar de una forma u otra, pero en vuestro caso siempre habéis intentado adaptar los jugadores al esquema.

A nosotros nos ha ido bien porque hemos tenido la suerte de ir a sitios donde hemos podido adaptar las plantillas. Si en el Sevilla no hubiéramos tenido los jugadores para usar este sistema no lo habríamos hecho. Pero cuando vas a un equipo estudias a los jugadores y ves si tienes la opción de jugar con tu sistema. Ves los jugadores que encajan bien, los que se pueden adaptar fácilmente… Y luego entrenando se aprende.

Te pongo un caso: Ever Banega. Él siempre ha sido un jugador que ha bajado mucho a recibir entre centrales, pero nosotros le explicamos que con este sistema él tenía que recibir más arriba, a la espalda del delantero rival, y lo entendió a la primera. Los buenos jugadores lo aprenden enseguida, y además con el vídeo es muy fácil enseñárselo. En el entrenamiento preparas ejercicios para que los jugadores se den cuenta de las cosas que buscas.

Pero siempre depende de los jugadores que tienes. Si vamos al Espanyol y no tenemos a los futbolistas para jugar con tres centrales, no lo haremos. Si lo usamos es porque hemos visto que los jugadores pueden hacerlo.

  • ¿Y es muy diferente el proceso de implantar el sistema cuando se llega a un equipo a comienzo de temporada o a media temporada como en el caso del Espanyol?

El sistema es igual, pero adaptado a las circunstancias de cada lugar y de cada jugador. Obviamente cuando puedes hacer la pretemporada, como tienes tiempo, lo trabajas mucho: lo trabajas por líneas, explicando bien qué tiene que hacer cada jugador en cada momento… Cuando tienes menos tiempo como en el Espanyol ese proceso lo tienes que hacer sobre la marcha. Explicando bien a los jugadores lo que quieres, apoyándote mucho en el vídeo. A medida que van entrenando lo van cogiendo.

También son muy importantes los post-partidos para analizar a tu propio equipo y hacerles ver a los jugadores lo que han hecho bien o dónde se han equivocado. En Sevilla, Pablo Sarabia venía después de cada partido para ver todas las acciones que había hecho y las repasábamos una por una porque quería entender bien el sistema. Es un jugador con mucha inquietud a nivel de táctico y te lo pedía.

  • Habiendo trabajado con este esquema desde hace tiempo, ¿durante los últimos años os habéis encontrado dificultades que antes no teníais? ¿Los rivales están más preparados para enfrentarse a él?

Evidentemente. Antes cuando hacíamos un cambio de orientación nos entraba muy bien. Cuando un equipo defiende con línea de cuatro el lateral tiene que bascular mucho y entonces nuestro carrilero quedaba muy libre en banda. Ese cambio de orientación lo usábamos mucho. Ahora, como los equipos tienen analistas muy buenos que estudian lo que hacen los demás equipos, cuando ven que el jugador levanta la cabeza para hacer el cambio de orientación te tapan este tipo de situación.

Aquí es cuando tienes que dar tu aporte como entrenador y ver que si te defienden de esta forma entonces tendrás espacios en otra parte. Que si te defienden más por fuera tendrás los espacios dentro, y que si te defienden más por dentro tendrás los espacios por fuera.

Los entrenadores han empezado a encontrar soluciones a problemas que les planteábamos y que al principio no sabían cómo solucionar. Hemos tenido que desarrollar acciones para adaptarnos también a eso, de manera que si nos defienden de una forma podamos hacer daño por otros caminos.

  • ¿Y hay un tipo de rival que le haga más daño a un esquema con tres centrales?

Por lo general yo diría que lo peor es cuando te enfrentas a un equipo que juega como tú. Cuando el rival juega igual que tú, la cuestión se centra mucho en los duelos particulares.

También es difícil contra equipos que son muy técnicos y tienen mucho el balón. Esos equipos como el Barça que te atraen mucho y que si lo vas a buscar dejas espacios detrás. A nosotros Messi nos ha hecho mucho daño a la espalda, porque es muy inteligente y lo lee muy bien. Estos equipos son muy complicados. Les robas el balón pero no les puedes hacer daño porque defienden muy bien, y luego a la espalda te hacen daño. Uno de los problemas de presionar tan arriba es ese, que estás muy adelantado y detrás de tu defensa hay mucho espacio.

  • Hablabas del daño que os ha hecho Messi… incluso con un marcaje individual como el que le hizo Pablo Maffeo. ¿Cuál era la idea detrás de ese planteamiento?

La idea era eliminar a Messi o que participara lo menos posible en el juego. Y sorprender un poco al rival haciendo algo diferente. Perdimos tres a cero aunque pudimos desconectar un poco a Messi. El Barça tiene eso: juegas diez contra diez, pero es que los otros diez son muy buenos. Fue una solución sólo a medias.

Antes se hacían muchos marcajes al hombre. Creo que es interesante defensivamente porque el rival no está cómodo, no recibe donde está acostumbrado a recibir y lo sacas un poco del partido mentalmente. Aún así, aquel día Messi dio dos asistencias de gol. Tengo un amigo en el Barça que dice que a Leo no se le tiene que hacer enfadar, que hacerlo enfadar es peor. No sé si estará enfadado con nosotros, porque siempre hace grandes partidos cuando jugamos contra él.

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