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Sergio Canales

Entrevista | Los secretos del mediocampo

Sergio Canales

 Entrevista realizada el 11 de enero de 2021.

  • ¿Cuándo descubre Sergio Canales el oficio de centrocampista?

Desde pequeño. En el colegio, cuando empecé a jugar a fútbol con cuatro añitos, tuve la suerte de coincidir con un entrenador que ya me ponía de mediocentro jugando con los mayores. Aunque todavía era en el colegio, ya me insistía mucho en cuestiones sobre la posesión del balón, saber girarse o mirar antes de recibir la pelota. Desde muy pequeño se me inculcó eso. Siempre he visto el fútbol de esa manera y es algo que me encanta.

Creo que los centrocampistas vemos el fútbol desde todos los ángulos. Debemos saber comunicarnos con los compañeros y colocarlos sobre el campo. Y lo que marca la diferencia es la velocidad a la que va tu cabeza. Obviamente el físico es muy importante, te diría que hoy en día es clave, pero lo fundamental es la velocidad a la que piensas y ejecutas. Muchas veces tienes diferentes jugadas en la cabeza y tienes que ser capaz de elegir la mejor para el compañero. El centrocampista es el que debe organizar el juego y llevar el tiempo del partido.

  • Por tu experiencia, ¿dirías que lo que necesita un centrocampista en el primer nivel es lo mismo ahora que hace unos años?

El fútbol ha evolucionado una barbaridad. Yo empecé jugando como segundo delantero, más caído a banda, luego pasé al interior y ahora estoy jugando más de doble pivote. Las posiciones son diferentes y en cada posición te piden una cosa, pero ha evolucionado todo una barbaridad. Cuando empecé hace doce años con el Racing de Santander el fútbol era muy diferente, tenía otro ritmo, los equipos eran diferentes tanto a nivel físico como a nivel táctico. Solo tienes que fijarte en el Barcelona o el Real Madrid, que tienen dos equipazos y jugadores muy técnicos pero les cuesta ganar porque los equipos están muy bien colocados. Hoy cualquiera te gana. Juegas contra un Segunda B en Copa y te elimina.

Eso si lo llevamos a los centrocampistas es lo mismo. Por ejemplo ahora se le da más importancia a la salida de balón, que antes no se trabajaba tanto pero que empezó a desarrollarse mucho a partir del Barça de Guardiola. Necesitas que el mediocentro sea bueno en todas las facetas. Atrás, en medio e incluso arriba llegando desde la segunda línea o dando el último pase.

  • Quique Setién es uno de esos entrenadores que dan mucha importancia a la salida desde atrás de su equipo.

Sí, yo nunca he trabajado tanto la salida de balón como con Quique y su cuerpo técnico. Era extraordinario como daba muchas soluciones a todos los jugadores en cada posición. Aprendí muchísimo. Los triángulos, a buscar siempre al hombre libre, a no quitarse el balón de encima hasta que te salte un rival… Ese año disfrutamos mucho todo el equipo y aprendimos mucho en cuanto a posicionamiento. No sólo era importante tener la pelota, sino también cómo tenerla.

Para los centrocampistas trabajábamos la solución de que un interior o, si jugábamos con doble pivote, uno de los mediocentros, se lateralizara al lado del central. Es muy complicado que el mediocentro o el interior rival te sigan tan lejos cuando lateralizas la posición. Por eso normalmente vas a recibir solo. Y así el lateral o el carrilero estiran por fuera y el extremo puede meterse por dentro. Teníamos una solución en profundidad, otra entre líneas, la opción del cambio de orientación… Siempre se buscaba que pudiéramos tener tres o cuatro opciones muy claras para que fuera más fácil para el jugador. Durante la primera parte de la temporada era algo que a los rivales les hacía mucho daño. Luego ya nos conocían y nos costaba un poco más.

  • Quizá una de las cosas que han cambiado son las presiones de los equipos. Se presiona más y se presiona mejor. ¿Cómo afecta eso al juego de un centrocampista?

En el doble pivote, que es donde ahora estoy jugando más, la diferencia que he notado es que antes siempre jugaba de cara. Veía el partido de cara. Si jugabas muy bien a dos toques y le dabas velocidad el balón siempre veías el juego de cara. Ahora eso ha cambiado. Ahora se tiene más estudiado al rival.

En mi caso, haber jugado más arriba en el pasado es algo que me ayuda ahora que juego un poco más atrás. Sobre todo a la hora de querer el balón y no esconderme para darle una salida a los centrales. También en la llegada desde segunda línea. Haber jugado más arriba me ayuda a poder girarme cuando recibo de espaldas en mediocampo, y también en las conducciones. Pero también puede tener contras porque a veces tienes que estar muy concentrado en no perder la posición, porque el mediocentro es un puesto muy posicional por el equilibrio que le da al equipo.

  • Al centrocampista ya no le vale solo con el pase.

Hoy en día, romper líneas con una conducción es oro. Con las presiones altas que se hacen y lo bien colocados que están los equipos, jugadores como De Jong o Modric que superan lineas con una conducción y dan el pase a la última línea, rompen esquemas. Cada vez más, el centrocampista con recorrido es muy importante. Antes era todo mas posicional, no se le exigía tanto recorrido a los centrocampistas. Ahora el centrocampista gestiona muchos metros, y si logras dominar las dos áreas, que es lo mas importante, tienes todo ganado.

De todos modos, si hoy volviera Xavi Hernández creo que le daría igual regatear o no regatear, conducir o jugar a dos toques, porque él te lo resolvería. Es un jugador que en el centro del campo ha marcado una época. Desde fuera no parecía tan espectacular como Cristiano Ronaldo o Messi, pero era el mejor simplemente llevando el ritmo del partido. Eso para mi en un centrocampista es fundamental.

  • Ante estas presiones adelantadas que se hacen hoy, cuando tienes el balón ¿qué prefieres que haga tu compañero? ¿Que se acerque para poder tener un apoyo fácil o que se aleje para abrirte la línea de pase?

Depende de las características que tengas. En mi caso prefiero que se me aleje, porque al haber jugado más arriba cuando recibo de espaldas puedo girarme y salir conduciendo, que es una de mis características. Por eso me ayuda que me alejen a los rivales, para poder avanzar metros y llegar a portería rival.

  • De hecho, durante tu etapa en la Real Sociedad, muchas veces actuabas como un falso extremo.

Sí. Eusebio buscaba hacer un cuadrado en mediocampo. Primero uno de los extremos se quedaba abierto o iba por dentro pero hacia el área, fijando arriba con el delantero centro. Uno de los interiores bajaba con el pivote y se ponían los dos en la misma altura, y por delante el otro extremo se metía hacia dentro como un mediapunta para hacer ese cuadrado con el otro interior. Era una solución que creaba muchas líneas de pase y que era muy difícil de defender. Hacía que el rival tuviera que bascular mucho porque solo tenía a tres jugadores en mediocampo. Y los extremos contrarios tenían que trabajar mucho y entonces se liberaban nuestros laterales, que tenían mucha capacidad de hacer  daño por fuera. Si el rival se abría para taparlos, hacíamos daño por dentro. Esa temporada nos funcionó muy bien esta fórmula con tantos centrocampistas.

  • ¿Cambiar de posición, pasar de ese falso extremo a posiciones más retrasadas, ha cambiado también los referentes en los que te fijas?

Totalmente. Cuando jugaba más en banda, como extremo, Hazard era uno de mis referentes por su juego a pierna cambiada y por su capacidad de generar goles y ocasiones desde la banda, pero con el cambio de posición empecé a fijarme en otros jugadores como Modric o Kroos.

Xavi también ha sido uno de mis referentes desde pequeño. Me ha venido muy bien haberle visto jugar tanto tiempo. Era una gozada. Con ese gesto tan propio de mirar hacia atrás constantemente antes de recibir. Si piensas en esa acción inmediatamente te viene Xavi a la mente girando la cabeza seis veces antes de recibir el balón.

  • En las últimas temporadas cada vez se ven más centrocampistas situados a pierna cambiada, que es algo que tú conoces jugando como delantero y como medio. ¿Te sientes más cómodo a perfil natural o a perfil cambiado?

El fútbol va por épocas. Hay una época que de repente los extremos son a pierna natural, luego a pierna cambiada, luego falso nueve… Los grandes equipos y los grandes entrenadores terminan siendo un espejo. Yo siempre me había encontrado mas cómodo en la derecha, jugando a pierna cambiada, pero cuando el Betis fichó a Fekir, como es un jugador con características parecidas a mí, me acostumbré a tirarme más hacia la izquierda para no chocar y ahora me siento más cómodo ahí. A la hora de conducir me siento más cómodo en la izquierda.

En la derecha agradecía que podía hacer el control hacia dentro y rápidamente poder buscar el ultimo pase a la espalda de la defensa. Si estás mas abierto en banda puedes medir los tiempos de cuando meter el centro, porque el lateral rival te va a aguantar para que no lo regatees. Siempre tienes la oportunidad de jugar hacia dentro para buscar la portería o de meterle el pase en profundidad a tu lateral cuando te dobla. El abanico que tienes es más grande porque tienes más campo para jugar.

  • Ahora que hablabas de Fekir, él también es zurdo como tú. Igual que Guardado, Lo Celso o Boudebouz. ¿Es un problema cuando se juntan tantos zurdos en un mismo equipo jugando en zonas parecidas?

No, nos entendíamos muy bien. Lo Celso y Fekir son dos jugadores muy distintos. Gio es un jugador que se asocia muy bien, que busca siempre al compañero. Más parecido a mi estilo. Fekir seguramente es más vertical. Él recibe muy bien de espaldas y se gira para buscar rápidamente la portería contraria. Me combinaba bien con los dos, no me chocaba, y Guardado nos daba el soporte porque a diferencia de nosotros tres él tiene ese extra de garra y de intensidad que nos viene muy bien.

  • Andrés Guardado recorrido un camino parecido al tuyo. Con lo años él también incorporó unos registros de centrocampista que no tenía al inicio de su carrera.

Andrés es un referente a todos los niveles. Fíjate todos los mundiales que lleva. Solo con eso ya ves que es un futbolista especial. Coincidí con él en Valencia y entonces era lateral izquierdo. Luego lo seguí en el PSV y vi que le habían nombrado el mejor de la liga holandesa jugando como mediocentro. Cuando llegué al Betis volvimos a coincidir y ya le veía como mediocentro, pero como si llevara toda la vida jugando ahí. Eso me sorprendió muchísimo y habla de su inteligencia en el campo.

  • ¿Cómo ha sido el proceso de pasar de jugar más cerca de la portería rival a hacerlo en zonas más alejadas?

Quique Setién es el que me hizo cambiar de posición. Jugábamos con cinco defensas, en un 1-5-2-3. Con Setién teníamos mucha posesión, jugábamos constantemente con el balón y me fue sencillo el cambio a jugar más atrás.

A mí siempre me ha encantado la posesión, pero una de las cosas que más me costaba para jugar  atrás era el nivel físico y el nivel táctico. En estas posiciones tienes que ser más posicional, no te puedes ir hacia el área y hacer desmarques como hacía cuando jugaba en la mediapunta. Es lo que más me ha costado entender, he tenido que aprender a no dejarme llevar por la jugada.

  • ¿A ese cambio también ayuda la edad? Salvo Toni Kroos, que parece un caso excepcional, casi todos los grandes directores de juego explotan más cerca de los 30 que de los 20.

La madurez es muy importante a la hora de llevar el control del equipo. Ahora, cuando estoy en el campo, yo siento el bagaje de todos los partidos que ya llevo jugados. Manejar los tiempos, decidir cuándo atacar o cuando tener más pausa… la lectura del juego te la da el tiempo. Hay gente superdotada como Kroos que ya desde muy joven sabe tener esa lectura y medir los tiempos.

En mi caso, las lesiones también han tenido mucho que ver. Antes de las lesiones ya intentaba cuidarme y prepararme, pero a raíz de las lesiones, sobre todo de la ultima rotura de la rodilla, di un cambio grande. Los doctores veían difícil que pudiera llegar a un nivel alto de competición, y me lo tomé como un reto personal. Busqué cada persona de confianza que pudiera ayudarme en mi día a día. Cada día iba cumpliendo objetivos hasta hoy que físicamente llego al minuto 90 muy fresco y recupero rápido. Creo que todas esas cosas me han ayudado mucho.

La verdad es que me siento muy bien. A nivel físico me encuentro en el mejor momento, y también me ha ayudado la madurez. Por ejemplo ahora he vuelto de una lesión, un poco antes de lo esperado, y esa madurez me ha ayudado a saber medir los tiempos del partido, a saber manejarlo a mi ritmo porque no me veía al ritmo de los demás. Ese tipo de cosas te dan mucha confianza. Nunca he tenido más ilusión por el fútbol que ahora.

  • Y un centrocampista de tus características, ¿cómo está mejor acompañado? ¿Rodeado de perfiles parecidos al tuyo, más creativos y asociativos, o cuando tienes al lado a un tipo de compañero diferente que quizá no se asocie tanto pero que te compense defensivamente dándote más libertad?

Es complicado. A mí me gusta estar en un equipo que tenga la pelota, que sea el que mande en el partido desde la posesión, y para eso necesitas jugadores que quieran la pelota y que sean creativos. Hoy en día hasta el pivote defensivo va a querer la pelota y va a darte una salida, pero es verdad que si tienes perfiles más creativos tiene muchas mas opciones y vas a quitarte mucha responsabilidad.

También es verdad que los centrocampistas ofensivos queremos participar mucho y tocar mucho la pelota, y eso a veces hace que baje tu participación o que puedas terminar pisándote con ellos. Las dos opciones son válidas, y creo que hoy el futbolista tiene que poder adaptarse rápidamente a cada situación, a cada equipo y a cada compañero. Incluso a cada posición. Está todo tan igualado, que pequeños detalles como estos pueden marcar la diferencia.

  • Ahora que juegas más lejos del área rival, ¿se ve de forma diferente a los delanteros?

Para mi juego es muy importante que los tres de arriba tengan características distintas. Es decir, si el extremo izquierdo tira muchos desmarques y es muy vertical, a mí me va mejor que el delantero centro sea el que se acerque. El que me dé el apoyo y me dé una salida para romper la línea del mediocampo rival, o incluso para que me devuelva el balón de cara. Pero en cambio, si tienes a los extremos a pierna cambiada, con más tendencia a meterse por dentro o jugarse el uno contra uno, prefiero mil veces al delantero centro que se desmarque y busque la profundidad.

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