
Rombo acorralado
Tras la victoria del Manchester City en el Emirates, Guardiola explicó en sala de prensa que uno de los objetivos que se había marcado para enfrentarse al Arsenal era disfrutar de un jugador más en mediocampo que su rival. El cuadro de Arteta, con Xhaka y Partey en la base y Odegaard en la mediapunta, tenía tres, de modo que el plan del de Santpedor trataría de contar con cuatro. Alineados de inicio Mahrez, Gabriel Jesus y Sterling y, por lo tanto, dificultada la posibilidad de hallar al centrocampista extra en la figura de un falso nueve o un falso extremo, la solución diseñada por Guardiola pasó por otorgarle a Cancelo un rol mixto de lateral derecho en defensa e interior en ataque. El portugués, acostumbrado a expresarse como medio cuando el City tiene el balón tanto desde la izquierda como desde la derecha, formaría a menudo a la derecha de Rodri, permitiendo que Bernardo Silva, de partida interior, pudiera adelantar su posición para completar el rombo (Imagen abajo).
Como consecuencia de la posición de Cancelo, cuando el City podía asentar su línea defensiva cerca del mediocampo lo hacía cerrando con Aké como una suerte de tercer central, y cuando la presión gunner obligaba a una salida desde atrás más ancha y compuesta por cuatro futbolistas era el guardameta Ederson el encargado de vestirse como un jugador de campo más ocupando posiciones de central. A la derecha o a la izquierda de Laporte dependiendo de la jugada, con su paso al frente Rúben Dias caía hasta el lateral, ocupando la banda de la que Pep había liberado a Cancelo (Imágenes abajo). Ocurrió, sin embargo, que a pesar de la superioridad dibujada por la pizarra en el mediocampo skyblue, los visitantes no fueron capaces de convertirla en ventaja. En parte por el buen hacer del Arsenal, que además de emparejar a sus tres centrocampistas con Rodri, Bernardo Silva y De Bruyne utilizó a Martinelli para igualar por dentro las apariciones del etéreo lateral del City.
También los citizen fueron víctimas de sus propios desajustes, especialmente en el posicionamiento de sus tres centrales, por momentos demasiado cerrados para atraer a un jugador del Arsenal hacia fuera y generar así una línea de pase prometedora. La suma de ambas cuestiones derivó en un Manchester City sin rutas claras con el balón, obligado a esfuerzos individuales más demandantes, tanto a la hora de ocupar los espacios como de progresar con la pelota, que por momentos desordenó sus piezas y dificultó su desempeño en ambas transiciones. La primera solución que buscó Guardiola tuvo a Bernardo Silva como protagonista, pues avanzado el primer tiempo el luso matizó su altura en mediocampo para poder intervenir más cerca del nacimiento de la jugada (Imágenes abajo). Cerca de Rodri y los centrales, fue el recurso al que se encomendó el de Santpedor para ordenar y guiar el avance de su equipo. Sumando un hombre más en el circuito de salida, si el Arsenal no igualaba la batalla numérica los visitantes podrían encontrar un futbolista libre, mientras que si, por contra, los gunners seguían al portugués con alguno de sus medios, el City potenciaría la caída de Gabriel Jesus en el apoyo.
Tampoco la corrección le sirvió al conjunto skyblue para decantar a su favor la balanza, especialmente a la hora de reaccionar cuando el Arsenal interceptaba el esférico. Y es que, a pesar de guiar la jugada desde la base del mediocampo, el destino final de Bernardo Silva en ataque se localizaba cerca de la frontal gunner, un espacio que compartía con Cancelo y con De Bruyne y que en ocasiones desprotegió en exceso la zona de Rodri. Los locales también acertaron a dañar la estructura defensiva del City a partir del emparejamiento de Saka contra Aké en la banda derecha, buscando con insistencia al inglés a través de envíos directos para que éste se impusiera a Aké y Laporte bajando el balón, protegiéndolo y girándose para castigar a los dos zagueros zurdos corriendo hacia Ederson (Imágenes abajo).
El tramo de mayor comodidad citizen, de hecho, no llegó hasta la expulsión de Gabriel, tanto por la pérdida del central como por la reestructuración a la que se vio obligado su rival. Renunciando inicialmente a un primer centrocampista para dar entrada a Holding en lugar de Odegaard, y vaciando después todavía más la zona media para retrasar la posición de Xhaka y que el suizo formara como tercer central de una línea de cinco. Por su parte Guardiola respondió a la superioridad numérica dando entrada a Gündogan por un delantero como Gabriel Jesus, y juntando al alemán con De Bruyne y Bernardo Silva en la frontal. Acumulando efectivos en la corona del área, pudiendo adelantar mucho la posición tanto de los defensas como de Rodri, y logrando con el mediocentro español una continuidad en la recuperación fundamental para que el Arsenal no pudiera interrumpir el ritmo de los ataques del City. Sin un nueve de referencia y con Laporte en posiciones de delantero, fue precisamente una internada de Rodri, rompiendo al espacio para llegar desde segunda línea, la que le dio el triunfo a los citizens sobre la bocina. Un gol que fue más reflejo de la gran temporada del español que de la actuación de su equipo en el Emirates.
– Foto: IAN KINGTON/IKIMAGES/AFP via Getty Images
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